Mi Nombre es Typhonblue y Soy Una Sobreviviente de la Histeria de Violación

Por Typhonblue

¿Qué hace que la violación sea un tipo especial de violencia? No es el daño físico, el cual puede ser mínimo: sino que es el daño emocional, el que puede ser catastrófico.

La violación hace que tengas miedo; corrompe tu confianza en el mundo y tuerce la forma en la que lo vez. Te lleva a una prisión de miedo.
Pero todas las otras formas de violencia hacen eso también. Lo que es verdaderamente especial sobre la violación es simple. Amputa tu habilidad de crear vínculos con otros en la forma más íntima. La violación te roba la habilidad de ver inocencia.

“Deshazte de los hombres y te desharás de la violación.”

La explotación sexual de las mujeres por los hombres es el tabú más grande en nuestra sociedad; no hay nada que te genere más estigma que ser el violador de una mujer. Violación es una llamada a la acción; hoy está vestida en nuevos términos pero todavía representa la necesidad primitiva de proteger la sexualidad femenina de intrusos extranjeros. Los ginecocentristas modernos no inventaron la histeria de violación- como una herramienta para moler las cosas que no les gusta.

A la mujer en la calle, la atragantan con la histeria de violación una y otra vez hasta que ella la vomita sin pensar, sobre si misma y sobre su vida. Se introduce en cada interacción, en cada paso que ella da hacia el mundo externo. ‘¿Este hombre va a violarme? ¡Es su culpa! ¡Nunca estoy a salvo y es su culpa!’

Así es como la histeria de violación quiere que las mujeres estén. Asustadas, impotentes… incapaces. Llamando a las autoridades para que las salven. Y, por supuesto, robándoles la inocencia a los hombres.

“Todos los hombres son responsables de la cultura de violación”

Pero la violación no es algo que le pasa a las mujeres; no es algo hecho a las mujeres por los hombres. Es un problema humano que no conoce género. Son violados más hombres que mujeres en prisión cada año. Más niños que niñas son violados en centros de detención juveniles cada año. Y son violados por mujeres. Hay encuestas que muestran que hay igual número de hombres y mujeres violados con drogas en relaciones románticas.

Eso deja a la violación por extraños; 26% de todas las violaciones no institucionales. Podría ser que la mayoría de los extraños que violan son hombres; pero eso no es consistente con que la gran mayoría de las víctimas sean mujeres. Un argumento puede hacerse en cuanto a que los hombres no reportan las violaciones y hay estudios que muestran que los violadores que son heterosexuales en sus relaciones consensuales van a violar basándose en vulnerabilidad y no en el sexo.

Estadísticamente hablando las mujeres no son más vulnerables a la violación.

Y hay algo más; al leer sobre la victimización de los hombres por mujeres emerge otra historia.

Potencia femenina.

Las víctimas hombres, adolecentes y adultos, son cambiados al haber sido violados por una mujer – ellos se vuelven suicidas, adictos, disfuncionales, desequilibrados, impotentes y llenos de dolor. En el perfil de la vagina empleada como arma puede grabar y retorcer a un hombre de forma tan mala que él desafía el mayor tabú fundamental de la sociedad – que un hombre viole a una mujer.

La vagina es un arma tan potente como el pene.

Puede robar la inocencia.

“Todo el sexo es violación.”


Un niño no ve la inocencia. Para un niño el mundo es bueno y malo: lo bueno complace al niño, lo malo le molesta. El mundo está hecho de gente buena y mala. La gente buena beneficia al niño, la gente mala no.

La inocencia, para un niño, si es vista, es una debilidad y una amenaza. La debilidad de alguien más amenaza la necesidad absoluta de atención y el esfuerzo de los adultos. En el cálculo necesidad es igual a valía y las necesidades de otro disminuyen la valía del niño. Los únicos ojos que pueden ver la inocencia son aquellos que se la pueden quitar o proteger.

La inocencia es inspiración. Una llamada por proteger y proveer, para ser fuerte. Podría ser pasiva, pero es poderosa. Es la razón por la cual se encienden las llamas – literales o metafóricas – por salvar a otro. Como los niños, muchas mujeres esperan que los hombres se llenen de esa pasión. Pero la pasión solo existe en aquellos que pueden resistir la mirada de la inocencia.

“Lo personal es politico.”

Antes de que yo empezase a leer sobre derechos de los hombres estaba, como muchas otras mujeres, atada por la histeria de violación. Ante mis ojos, los hombres llevaban la carga de la culpa y yo, a cambio, llevaba mi carga de miedo.
Pero tuve suerte.

Llegué al movimiento de los hombres y vi cosas- estadísticas, estudios- ellos me sacaron de las profundidades del subconsciente de la sociedad – cosas que silenciosamente me hundían de no haber sido por ellos.

Toda la evidencia en contra de la histeria de violación no fue lo suficientemente buen para aquellos que se benefician de mantener a las mujeres en una prisión de miedo; pero si fue lo suficientemente buena para que yo me pregunte si estoy obligada a quedarme.

Me di cuenta que las mujeres tienen potencia sexual. Y que las mujeres son igualmente responsables por la violación cuando tienen igual responsabilidad en ser responsables. Porque pueden quitarle la inocencia a los hombres y a los nin;os. No hay necesidad de que los hombres lleven la carga de la culpa; ni tampoco hay la necesidad de que yo lleve la carga del miedo.

Un peso se levantó de mí en ese momento; un peso que no sabía que estaba cargando hasta que se fue.

Antes yo siempre había visto a mi esposo – y a todos los otros hombres – como buenos o malos; pero nunca inocentes. Sus acciones eran siempre deliberadas, si me lastimaba él era una villano con el corazón más negro; si me hacía el bien, él era un caballero en brillante armadura.

Después, el se convirtió en un inocente.

“El miedo a la violación limita el potencial de las mujeres.”

Las mujeres infectadas por la histeria de violación van a conocer hombres malos, hombres que dan miedo, hombres perversos. Y conocerán hombres buenos, hombres reales, hombres fuertes.

Pero jamás conocerán a un hombre inocente.
Y ellas son más pobres por ello.

Mi nombre es Typhonblue y soy una sobreviviente de la histeria de violación

http://www.avoiceformen.com/2011/05/27/my-name-is-typhonblue-and-i-am-a-survivor-of-rape-hysteria/