domingo, 17 de octubre de 2010

El auto engaño de la Mujer Moderna


Por Thag Jones



Hice un comentario aquí (http://www.the-spearhead.com/2010/10/08/the-end-of-relationships-where-does-love-fit-in/#comment-46780) y cuando me pidieron si podría expandirme en forma de artículo, hay algunas ideas en cuanto a la forma en la que las mujeres trabajan y como nos han causado problemas en nuestras relaciones con los hombres. He estado leyendo en los blogs de los artistas de la seducción y ellos parecen tener una buena idea de como funcionan las mujeres y eso me ayudó a abrir mis ojos bastante, de modo que debo de dar crédito donde es debido y donde no duele (especialmente a las mujeres) para escuchar a una mujer también, especialmente ya que los artistas en seducción tienden a ser inmisericordes en sus declaraciones.

Esto también extiende mi comentario más reciente () en este tema,
Un comentarista dijo lo siguiente:
El puede ser infiel a su esposa, pero normalmente cuando lo hace el todavía siente un lazo fuerte con su esposa.


A lo cual respondí:

Esta parte es problemática para la mayoría de las mujeres, creo yo. Por otro lado, si queremos a un hombre al que las otras mujeres encuentren atractivo, lo queremos todo para nosotras. Es una especie de atadura doble, porque si percibimos que un hombre no despierta atractivo sexual en otras mujeres, el deja de atraernos a nosotras, pero cuando vemos el si atrae a otras mujeres, nos ponemos locas de celos. Creo que esa es la parte de “valor sexual” del como funcionamos, y porque las mujeres se pelean por un hombre con una valor sexual percibido mayor. Sin mencionar como los artistas en la seducción nos saben hacer funcionar.


Para llevar estro un poco más lejos, esto es algo que yo creo que es algo con lo que la mayoría de las mujeres han luchado – y al definirlo que es no estoy “haciendo trampa” porque duele cuando alguna otra mujer tiene la atención del hombre con el que una está. No hay forma de evitarlo a menos que una tenga una cita o se case con alguien a quien nadie más encuentra atractivo, entonces, por supuesto regresas al viejo problema de que tu no lo encontrabas atractivo tampoco.

Yo no sé cual es la respuesta aparte de sufrir en silencio, lo cual parece ser trágico e injusto para la mayoría de nosotras, sin mencionar que es algo estoico al punto de ser pasado de moda. Pelear en contra de esto no va a solucionarlo, de alguna forma todo lo que queda es aceptar cierto nivel de imperfección. Si pudiésemos obtener la perfección, nos aburriría de manera instantánea en todo caso. También tenemos que pelear con la necesidad de hacer un proyecto de un hombre. Todas sabemos lo que pasa entonces – si somos exitosas en rehacerlo, lo encontramos demasiado maleable y por lo tanto no es lo suficientemente atractivo ni masculino. Si no tenemos éxito, llegamos a la encrucijada en la que tenemos que decidir que es lo que queremos en realidad. Lo que decimos que queremos no significa nada; lo que si importa es lo que hacemos. Las mujeres necesitamos mirar que (y a quien) es lo que hacen para obtener una idea de que es lo que los motiva, sin racionalizar el complejo del “chico malo”. El hombre beta ideal que la mayoría de las mujeres describen es que es lo que definen como práctico, bueno en el largo plazo, estable y así sucesivamente, pero están en negación de sus naturalezas sexuales básicas si dicen que eso las atrae sexualmente. Para el buen hombre beta, sin duda esto puede ser muy doloroso, probablemente más que lo que duele para las mujeres decentes que sus hombres miren a otras mujeres, porque eso habla del núcleo de quien es él, en lugar de hablar sobre su atractivo físico. Hay una diferencia entre expectativas razonables y expectativas irrazonables y las mujeres tienen muchas expectativas irrazonables.

Sentí que era necesario decir, antes de que se me acuse de excusar la infidelidad de un hombre, que es razonable esperar que en una relación contractual (matrimonio o algún acuerdo en una relación que sea exclusivo y de largo plazo) que cada miembro se mantenga fiel al otro y que exista suficiente confianza y confort de que cada miembro siente que el o ella puede admitir las tentaciones y decirlas sin miedo a un ataque. Si eso significa que alguien tiene que quedarse solo para tranquilizarse por un tiempo antes de que la discusión razonable pueda continuar, entonces eso es lo que necesita suceder. Tampoco estoy diciendo de que los amables betas están acabados – esto se trata, creo yo, de que las mujeres sean más honestas consigo mismas (en este momento ya puedo oír toser a algunas de ellas ) para que pueden tomar mejores decisiones basadas en el deseo de una estabilidad al largo plazo. No es que los hombres no hagan esto; ¿Crees que ellos no sienten el deseo de ser infieles y de probar algo nuevo? Pero eso es todo – el deseo por algo nuevo es algo innato en los seres humanos al extremo de que vivimos en una cultura que nos incentiva inmisericordemente al consumismo y a las infidelidades (el éxito de Ashley Madison es un ejemplo muy claro de todo esto).

Una cosa que hay que recordar es que ninguna relación va a ser “perfecta”, sin importar lo que signifique esa palabra. Hay una antigua tradición Zen, si mal no recuerdo, cuando estás pintando una habitación, se deja una parte sin pintar para representar la imperfección de la vida. Es difícil superar el deseo romántico de una relación completamente al compas, en la cual dos personas son como “almas gemelas” que están hechos el uno para el otro – tal vez es inútil intentarlo – pero eso puede llegar tan lejos como llegue el elemento de elegir hacer que la persina esté dentro de nuestra alma. El brillo siempre se agota después de la etapa inicial de la relación y ahí es donde se necesita cierta cantidad de trabajo. Lo que se necesita es un poco de esfuerzo para estar en silencio, sin prejuicios a disfrutar la presencia del otro en silencio.

Van a haber ocasiones en las que vamos a ser un poco flojos y el esfuerzo viene a tirar de nosotros. Así es en todos los aspectos de la vída, el trabajo se vuelve aburrido, criar a los niños se vuelve tedioso, sin embargo nos toca a nosotras levantarnos de alguna forma. Esto requiere la capacidad para el perdón y la humildad, cosa que muchas mujeres les falta en estos días. Hemos sido entrenadas por el establecimiento feminista a creer que nos merecemos cada deseo ridículo y cada capricho cumplido (¡Puedes tenerlo todo!) por el simple hecho de respirar. Humildad y sumisión son vistas como palabras sucias. En cambio hemos tendido a vivir por el dicho de “vengarse”(yo diría “no te enojes, véngate”, pero por Dios que nos enojamos, por lo tanto voy a dejar la primera parte como sobreentendida). El problema es que al hacer esto añadimos más basura al montón y tenemos que vivir con ese montón. También debo de decir que ese no es un comportamiento amoroso.

Tan pronto como nos demos cuenta que hemos sido engañadas por fantasías inalcanzables y como estamos programadas para encontrar ciertas cualidades como atractivas en un compañero, podemos ser más honestas con nosotras mismas y ahorrar tiempo, ahorrar corazones rotos y en muchos casos, ahorrar la ruina a alguno de los compañeros. Yo he cometido mi buen número de errores. Sin duda hay muchas mujeres de mi edad quienes han llegado a la encrucijada de la vida, después de fallas en las relaciones y divorcios, encontrándose solteras y compitiendo con un grupo de mujeres más jóvenes de mujeres disponibles. La proliferación de estas “cougars” habla de que esto, pero no es más que un soplo de ilusión y de desesperación allí y esto es simplemente inútil; además es el paso lógico en el lavado de cerebro feminista en nombre del “empoderamiento”. La idea de competir cn mis hijas por los mismos hombres es algo que encuentro enfermante, pero eso es más o menos lo que tenemos el día de hoy y es patético. La incapacidad de enfrentar la realidad en esta cultura es algo sorprendente en verdad y miro con incredulidad preguntándome: ¿Cuando van a madurar?

Una respuesta posible se da cuando las mujeres jóvenes miran a las mujeres viejas que han vivido como lo hacen ahora, con el cerebro lavado por el feminismo, y como han terminado y llegarán a decidir que no quieren ese destino para ellas. Me gustaría pensar que al escribir y hablar de este problema, puedo llegar a algunas de ellas y aclararles las mentiras con las que las han alimentado sobre el “empoderamiento” para que vean que adoptar los vicios masculinos no les da poder, sino que las esclaviza y las aliena y eso deja a los chicos buenos con pocas opciones salvo olvidar la monogamia y al matrimonio, mira a otras partes o conviertete en un menonita. La resistencia estoica es algo difícil de vender en la cultura actual, pero es algo que vale la pena mencionar y pensar, pro que lo que estamos haciendo ahora ciertamente no está funcionando.

sábado, 16 de octubre de 2010

10 Cosas Que Le Enseñaré a Mis Hijos Sobre Las Mujeres




Por Micah Sparacio

A veces la verdad no es cómoda.

Entonces si no estas cómodo con una realidad que traiciona a tus ideales, no continúes leyendo.
La cosa más importante que he aprendido sobre las mujeres es que debes de ser indiferente ante sus intentos de ponerte en una red emocional y de controlarte. Suena duro, pero tú eres el hombre. Necesitas estar en control de ti mismo. Tú no deberías de ser controlado. Tú necesitas liderar. Tú necesitas tomar decisiones. Olvida esas tonterías sobre la igualdad. Las mujeres no quieren eso, incluso si dicen que lo quieren (es muy común en las relaciones que exista duplicidad de intenciones)
Lo que es importante es que entiendas como operan las mujeres en un nivel biológico y emocional. En conclusión, las mujeres no están buscando a los tipos amables. Ellas buscan a los hombres fuertes confiados y poderosos. Hombres que las hagan sentir seguras... cómodas. Esto tiene sentido desde una perspectiva evolutiva puesto que las mujeres necesitaban hombres en los que ellas pudiesen confiar para que las protejan a ellas y a sus niños.

De modo que no caigas víctima de las historias sobre las intenciones... los cuentos sobre lo que ellas necesitan... las súplicas por un hombre amable. Esto es rudo. Pero si te olvidas de todo lo demás, al menos recuerda esta regla:nunca dejes que una mujer gane control sobre ti a un nivel emocional. Nunca dejes que ella te presione con culpa o súplicas por simpatía. Enfréntala cuando ella está equivocada. No hay nada de malo con proveer confort o algún cumplido... de hecho, deberías de ser un maestro de estas habilidades... pero jamás dejes que ella te manipule a darle cumplidos. En ese momento ella te está controlando.

La historia que escucharás será predicada desde las vigas de nuestra sociedad es que las mujeres tan sólo están buscando a alguien amable (entiéndase controlable). Rechaza esta narrativa cueste lo que cueste.
En lugar de eso, enfócate en ser un hombre. Confiado y capaz. No tengas miedo de abrazar virtudes altas como la humildad (tan sólo no la confundas con la cobardía) y la fuerza (pero rechaza el orgullo obsesivo que ha destruido a tantas celebridades). Las mujeres no necesitan estas cosas, pero recuerda, tu objetivo debe de ser llegar a convertirte en un gran hombre, no un modelo que esta tratando de conquistar mujeres.

Debes de ser el hombre que quieres ser sin preocuparte por las mujeres... es sólo entonces que tu vas a descubrir que ganar y mantener la atracción de una mujer es tan simple como respirar. Al hacer esto puedes vencer a los idiotas y a los bandidos (los que se llevan a todas las chicas) en su propio juego.
El hombre que pasa la vida satisfaciendo cada capricho superficial y confusión emocional que la mujer promedio tiene, simplemente no va a ser capaz de atraer o mantener a una mujer por mucho tiempo. Él va a ser abusado y le van a romper el corazón. No hay razón para seguir este camino.
Con esta introducción, aquí hay diez cosas que espero que mis hijos lleguen a entender sobre mujeres.

1. Ten Confianza en Ti Mismo

Las mujeres se sienten atraídas hacia la confianza. La ironía es que la confianza no debería de ser por el bien de las mujeres sino que debe de ser algo natural. Conviertete en el mejor hombre que puedas. Que tu confianza se derive de ser quien eres. Trata de ser el mejor hombre que puedas por el simple hecho de que ese es quien quieres ser.
Biológicamente (y también subconsientemente) las mujeres se sienten atraídas hacia hombres grandes y fuertes o hacia hombres con personalidades con confianza (a veces esto viene con sentido del humor, pero el sentido del humor no es necesario). Estas dos señales antiguas de que un hombre va a ayudar a los descendientes de ella a sobrevivir (recuerda, las mujeres estan motivadas y actúan a nivel subconsiente, incluso si ellas no están de acuerdo con esto en el nivel consiente)

2. Sonríe ante el rechazo.

Históricamente, las mujeres han sido las que rechazan y los hombres los que persiguen. Así es como funciona el mundo. Ya sea que te guste o no, tienes que tener resistencia emocional y tienes que darte cuenta que el rechazo es parte del trato que recibimos los hombres.
Las buenas noticias son que a diferencia del pasado, ahora hay miles de millones de mujeres allá afuera. De modo que simplemente continúa. No dejes que el rechazo sacuda tu confianza. Aprende, mejora y continúa.
Puedes tratar al rechazo de la misma forma en la que tratas el entrenamiento en un deporte. Un mal necesario.

3. Mantén otros intereses.

Nunca permitas que una mujer consuma todos tus pensamientos o todo tu tiempo. Es más fácil decirlo que hacerlo. Pero hay un sinnúmero de razones por las cuales tú deberías de mantener otros intereses (hobbies, amigos, etc.)
La razón más importantes es que al tener una vida fuera de tu relación o de tu obsesión, no te vas a sentir tan mal cuando la relación termine. Te va a ayudar a mantenerte en el suelo. Te ayudará a continuar cuando llegue el momento.
Recuerda: tú no quieres ser consumido por una mujer, porque entonces ella está en control. Y realmente ella no quiere eso. Confía en mí.

4. Disfruta de la compañía de otros hombres.

Asegúrate de tener un grupo de amigos con los que pases el tiempo con frecuencia regular. Diviértete. Se activo. Se un hombre. Cuenta chistes sucios.
Nunca abandones a tus amigos por una mujer. Si la mujer trata de dominar tu tiempo, es hora de salir de esa relación y continuar. Puede que sea duro, pero en el minuto en el que una mujer empieza a controlarte como si fuese tu madre, la relación es un barco a la deriva y es hora de salir de ahí.

5. Entiende la hipergamia

En un nivel biológico (subconsiente), las mujeres siempre están tratando de mejorar. Es difícil para los hombres entender esto por que para la mayoría de los hombres, a nivel subconsiente, todo lo que importa es que una mujer tenga cierto nivel de atractivo físico. Cualquier mujer que se adapte a los estándares es un buen trato. No importa si es para mejorar o empeorar.
Con las mujeres esto es diferente. Las mujeres constantemente están buscando una mejora (usualmente en la forma de adquirir más poder). Pero también están buscando constantemente a las otras mujeres que podrían amenazar su situación actual (coquetear con otras mujeres en ocaciones, dentro del punto de vista de tu compañera es una gran forma de pelear contra la hipergamia).
Entonces ¿Por que importa esto? Bien, porque la conciencia es la clave aquí. No creas por un segundo que la mujer con la que estás puede trascender su naturaleza biológica. Preparate. Las mujeres no son tan inocentes como la prensa las pinta.
Lo que importa más es que tu puedes hacer cosas para controlar la hipergamia 1) no seas una presa fácil 2) no cedas ante el control emocional de ella sobre ti (una vez que ella te dominó definitivamente va a empezar a buscar al próximo) 3) mantén relaciones con otras mujeres y coquetea de vez en cuando.
Lo más importante es que te prepares para la realidad. Que no te atrape con la guardia abajo. Si sabes lo que quieres, mantente vigilante. Confronta. Y mantente preparado para alejarte.

6. Mantente listo para dejarlas ir.

Hay mil millones de peces en el mar. No existe una mujer que fue hecha sólo para tí. No te creas las tonterías de Disney. Por supuesto, hay algunas mujeres que se van a adaptar mejor a tu personalidad mejor que otras y ciertamente hay algunas que son más atractivas que otras. Sin embargo el oceano es tan grande... no te desesperes.
En el minuto en el que tu novia o compañera empiece a tratarte mal o a tratarte como si es que ella fuese tu madre o a usar el lenguaje avergonzador de cualquier tipo o que actue como una princesa con derechos, es una señal de que es hora de irse. Sin embargo pueden haber otras señales. ¿La novia está gastando mucho tiempo con otros tipos? Déjala. No pienses, tan sólo termina la relación. Y una vez que la hayas terminado mantente firme en tu posición. Se paciente. No tendrás que esperar mucho hasta que llegue tu siguiente “amiga” potencial.

7. Disfruta de la compañía de otras mujeres

Recuerda, tu eres el hombre. Tú estas en control de tu vida.. Y en serio, en un nivel biológico (olvida la etiqueta socio-cultural) así es como ella quiere que sea. Mantén amigas mujeres. Mantén a tu novia sobre los dedos de sus pies. Dale pistas sutiles de que tu has escogido estar con ella, pero que también podrías irte en cualquier momento si así lo quisieras y reemplazarla.
Oh, y no dudes en coquetear con otras mujeres de vez en cuando. Es el antídoto para la hipergamia.

8. Se bueno en algo.

Ganar habilidades es la mejor forma de obtener confianza que existe. Los hombres necesitan construir, crear, inventar, resolver problemas. No me importa si es en aprender a tocar la guitarra (un imán para mujeres bastante obvio) o aprender a cazar venados (ese no es tan buen imán). Encuentra algo que disfrutes y dedicate a ser bueno en eso. Y no tengas el hábito de rendirte. Aprender es un proceso largo y a veces requiere de toda una vida. De modo que sigue trabajando a pesar de esos bajones.
Al tener una habilidad o un conjunto de habilidades, vas a ganar independencia y auto-suficiencia. Vas a tener confianza en tus habilidades. Y siempre vas a tener algo a donde recostarte y ganar confort si la gente en tu vida te falla.

9. Elimina esas cosas del tipo amable

Una vez me dijo un amigo mío: “Las cosas cambiaron cuando me convertí en un tipo amable. Las mujeres empezaron a odiarme.”
Tu objetivo no es ser amable. Tu objetivo es ser tu con confianza. No hay necesidad de ser un idiota arrogante o un tipo malo. Puedes vencer a esos bandidos y a los idiotas en su propio juego. Todo lo que ellos tienen es el hecho de que las mujeres los persiven como hombres con autoconfianza. Y eso es lo que las mujeres quieren. Tú puedes superarlos al ser fuerte, confiado e inteligente.
Oh, otra cosa. Ya paso la moda, sin embargo no deberías de temer mantener la ventaje de ser un caballero honorable. Un hombre que sabe tratar bien a su mujer, pero que tampoco tiene miedo a retirarse con dignidad cuando ella empieza a jugar juegos.

10. Tu cuerpo importa

Al diablo con esa basura de que lo que está adentro es lo que importa. Seguro que en un mundo ideal es lo que importa, pero este no es un mundo ideal. De eso estoy seguro.
Trata a tu cuerpo como a un hobby. Conviértelo en la máquina más en forma que puedas, pero diviértete haciéndolo. Ve a caminatas al aire libre, disfruta de la naturaleza, aprende a encontrar la paz de la soledad. Come el combustible que tu cuerpo necesita. No pongas basura en el tanque de combustible, come carne, vegetales y nueces y bebe mucha agua.

Y hazlo por ti. No por las mujeres

Bono: La mayoría de las mujeres no quieren que tu razones con ellas sobre todo. No es que no vayas a encontrar a esa gema rara de mujer (como tu mamá) quien ama razonar y se gobierna por la razón. Sin embargo no cuentes con ellos. La mayoría de las mujeres prefieren el consentimiento vía las emociones (“¿Se siente bien?”). Si tú quieres algo, guíala hasta ahí. Asegúrate que se sienta bien. ¿Quieres un arma en la casa? Enfoca sus emociones hacia la seguridad. Las mujeres quieren sentirse a salvo y seguras, entonces asegúrate que ella sepa que tu compras el arma para proteger a la familia.



Comentario de Daniel Martínez: El enlace está caído, pero de todas formas este es un artículo grandioso.

Este artículo es uno de mis favoritos.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Misión y Valores

Cada movimiento por la justicia social que ha existido en la historia ha predicado sobre las experiencias compartidas esperanzas y aspiraciones de sus seguidores. Y sobre el dolor que los une a todos.

No hay diferencia con los hombres respecto a esto. Recientemente me enviaron lo siguiente de un Blog Italiano. Yo supe en el momento en el que terminé de leer que encontraría un hogar ahí y que serviría como guía para todas mis acciones como Activista Por los Derechos de los Hombres. Esta es la mayor, la más comprensiva y coherente expresión de valores y creencias que jamás haya visto un activista por los Derechos de los Hombres y creo que estos valores y creencias deberían de ser abrazados por todos los hombres y mujeres de buen corazón quienes sirven a esta noble causa.

Le envío mi gratitud infinita al autor.

Principios y Metas del Movimiento de Los Hombres.

(Traducido del Italiano por R. Randazzo)
* Principios
1.La existencia de diferencias naturales entre hombres y mujeres.
2. La inmoralidad extrema de ciertas fuerzas sociales y al mismo tiempo, la oportunidad muy real que tienen estas fuerzas para negar, ignorar, comprometer y reprimir estas diferencias y cualquier expresión sobre estas.
3.La necesidad de cooperación entre los géneros y al mismo tiempo la inevitabilidad de la oposición entre ellos.
4.La inconsistencia científica y la moralidad dudosa de cualquier declaración de que un genero para describir el estado, condición, necesidades, experiencias o el valor del otro género.

* El estado actual de las cosas
Definimos por el estado actual a los siguientes términos:
1.Por dos generaciones la masculinidad y el género masculino han sido sujetos de ataques que cubren toda esfera, desde el mundo de las imágenes y el simbolismo hasta la existencia del día a día, aplicada sistemática y constantemente en cada forma y a través de todos los medios de comunicación y de difusión cultural.
2.El término ataques a los hombres se extiende a la estética, se oponen a la realización de esta por los hombres, lo cual incluye al cuerpo masculino y el físico de los hombres.
3.Todos los niveles y grados en la cultura contemporánea y en cada unidad que se elabora y transmite esta cultura sin excepción es una herramienta de este programa.
4.Este fenómeno es la causa fundamental de el daño psicológico/emocional a los individuos y de las disfunciones sociales de gravedad incremental, concerniendo a todo el género masculino y en particular a las generaciones más jóvenes.

* El Valor de la femineidad

1. Rechazamos cualquier tipo, ya sea indirecto, de denigración o de devaluación ofensiva de la ética, estética y del valor intelectual del género femenino; repudiamos cualquier disminución de la importancia simbólica de los quehaceres femeninos visibles e invisibles, pasados, presentes y futuros

* Perseguimos los siguientes objetivos

1.La promoción del valor esencial de la masculinidad, especialmente concerniendo a la dignidad personal y el impecable rol de los masculino en el mundo de la imagen y el símbolo del genero masculino en cada área de la vida, espiritual y material, por el beneficio de las generaciones presentes y futuras.
2.La identificación y condena a cualquier instancia de ataques a los hombres en cualquier contexto, forma o estilo y cualquier expresión de ataques a los hombres directas o indirectas, abiertas o encubiertas.
3.La oposición moral a los ataques a los hombres – la denigración y la demonización de los hombres, la denigración de los sentimientos, atributos, opiniones y necesidades masculinas, la denigración de los comportamientos y contribuciones masculinas – en la prensa, la literatura, las artes, el discurso político, la historiografía, tratados científicos, libros de texto, publicidad y en todas las formas de expresión y medios de comunicación.
4.La restitución del valor y la dignidad – así como el rol histórico- de las generaciones pasadas de los hombres, por medio de la deconstrucción de la historiografía feminista.
5.La lucha en contra de los ideales culturales de la sociedad feminista y sus valores básicos y por lo tanto estamos en contra de lo siguiente:
* El principio de superioridad, moral, estética e intelectual del género femenino.
* La negación de la existencia del odio en contra de los hombres.
* La criminalización directa e indirecta del género masculino.
* La inhibición planeada de la conciencia masculina.
* La emasculación química y psicológica de las generaciones más jóvenes.
* La domesticación y docilización de los hombres.
* El uso del libido masculino para propósitos de especulación o manipulación, intimidación y chantaje.
* La demanda de compensaciones, materiales y morales por los males reales o imaginarios, sostenidos por el género femenino.
* La intrusión del estado en las relaciones sexuales adultas.
* La presunta permisibilidad de una imposición autocrática de reglas de comportamiento por sobre el género masculino.
* Los principios de la corrección política y su imposición en el vocabulario.

http://www.avoiceformen.com/mission-and-values/

martes, 12 de octubre de 2010

Encogiéndose de hombros ante la misandria

Por Paul Elam

El movimiento de los hombres llevaba consigo desde hace mucho tiempo una corriente subterránea de frustración. Nos falta organización, hemos hechos progresos con consecuencias en los frentes políticos y jurídicos y permanecemos en el exterior del impenetrable muro de los medios de comunicación principales. Veces incontables las ambiciones de los activistas por los derechos de los hombres se inician en un flash y terminan con igual velocidad. El Tio Zed le puso nombre a nuestra tendencia por descalificar a nuestros líderes emergentes y entre nosotros como “La cuadrilla de tiro circular.”

En otras palabras estamos muy bien, muchas gracias.

Las partes negativas son reales, pero pongamos esto en perspectiva. Primero que todo, es muy importante considerar que cualquier movimiento con apenas 40 o 50 años de vida esta en su etapa de infancia. Para las mujeres, han sido 72 años entre Seneca Falls y la enmienda 19; casi 50 años después de que el feminismo principal entró en vigencia y otros 25 años y tanto antes que las activistas de género realmente empezaran a tener el poder para destruir las familias y para joder todo lo que tocan. De modo que hay 150 años entre su nacimiento hasta su destrucción.

Y esto es un una cultura donde la biología motiva a los hombres a lanzarse a las ruedas de un bus para abrirle las puertas a las mujeres – y esto motiva a las mujeres a sentirse con el derecho de ese tipo de recibir esos privilegios pagados con sangre.

Seguir el ejemplo feminista es un camino inútil y angustiosamente lento para los hombres. Las feministas fueron capaces de lloriquear su camino al gobierno con las mismas fuerzas que trituran las quejas de los hombres más rápido de lo que se pueden decir.

Esto se resumen en dos ecuaciones simples, pero insuperables.

Lloriqueos de mujeres = persecución de la justicia
Persecución de la justicia de los hombres = Lloriqueo.


Tratar de razonar o educar a la gente en una cultura donde la mentalidad está biológicamente arraigada es algo absolutamente absurdo. La gente con la que hablaríamos ve a cualquier forma de apoyo a los hombres de la misma forma en la que ven a las jeringuillas hipodérmicas sucias dispersadas en un patio de juegos infantil.

Permítanme explicarme un poco más.

Recientemente leí un artículo en un sitio Web feminista Sociological Images, con dos mujeres con Phd como autoras, en el cual mencionan a su humilde servidor como alguien quien escribió sobre la superioridad de los hombres sobre las mujeres y otra persona dijo que había visitado este blog y que había encontrado mucho lloriqueo ahí.

Así deben de ser las cosas ¿Cierto?

Sin embargo, hagamos una comparación corta para demostrar sobre que es lo que estoy hablando.

Recientemente en este blog, he hablado sobre los problemas de los hombres en la cultura moderna: Un estado policial que arresta y encarcela a los hombres que son víctimas de la violencia doméstica y que permite a las abusadoras femeninas que continúen sus comportamientos criminales; una preferencia en la pena de muerte de 10 a uno en contra de los hombres; una brecha en el suicidio de cinco a uno en contra de los hombres; el desgaste de los progresos de los hombres en la educación superior y en los empleos; la ausencia absoluta de derechos reproductivos para los hombres y la incidencia de las acusaciones falsas de violación en contra de los hombres, las cuales son llamadas como epidémicas incluso por a policía.

Y eso es hablando de los tiempos recientes.

Por otro lado, el artículo del cual comento en el sito Sociological Images era sobre:

Reglas.

No, no las reglas del estado. Reglas para medir. El tipo de reglas que se venden en $1.19 en la tienda de la esquina. Parece que las feminazis en cuestión encontraron una línea de reglas que conmemoraban a los grandes científicos de la historia y una mujer científica, Marie Curie, tenía su propia regla que decía “Grandes Mujeres de la Ciencia”.
Eso es la injusticia horrible que enojó a la autora.

Su problema era (o al menos eso aparenta ser) que las mujeres estaban separadas de los hombres, dando el estado estándar de humanos a los hombres y a las mujeres como algo diferente. Tal vez algo menos.

Pero, esperen un segundo. Por medio siglo, las feministas han gritado y gritado con ira para que reconozcamos a las mujeres; a menudo se nos insiste que celebramos hasta los logros más mediocres. Enfrentémoslo, incluso después de 50 años de esfuerzo para la inclusión y para asistir a las mujeres en acceder a todas las áreas de la vida moderna, lo único que hemos obtenido son logros mediocres.

Aún así, cuando se trata de sus demandas por reconocimientos, ya sea que se los merezcan o no, nos hemos rendido con una buena razón (estudien sobre psicobiología) y hemos aceptado lo que nos dicen. Pero ahora, incluso cuando actuamos como cómplices y le damos a Marie Curie sus 12 pulgadas de fama, esto es una ofensa desde algún punto de vista. Las hemos insultado a todas las mujeres, las hemos relegado a un estatus sub-humano, al alabar sus logros de la “forma equivocada”.

¿Somos nosotros los llorones?

Aquí es donde está el punto. Estas idiotas educadas no son un grupo aislado de imbéciles. Bueno, no están aisladas, en todo caso. No operan fuera de la conciencia general. Ellas son la conciencia general. Mientras más pronto lo entendamos mejor.

La mentalidad actual hacia los hombres es idéntica a la mentalidad hacia los negros en el sur antes de la guerra civil americana. Y no, yo no estoy comparando los problemas de los hombres modernos con los problemas de los esclavos negros. En lo absoluto, lo que si estoy haciendo es comparando la mentalidad de las mujeres modernas con la mentalidad de los dueños de esclavos, también con la de los manginas y los caballeros blancos que gustan de servir como esclavos domésticos.

Ellos practican el mismo nivel de negación y de sentir que tienen derechos como los que se necesitaba para mantener la justificación para la esclavitud. Ninguna cantidad de ira moral va a afectarlos; ninguna cantidad de sufrimiento (salvo el propio) va a llegar a sus corazones.

Y ninguna cantidad de razones va a producir nada más que las miradas blancas de incomprensión como las de una vaca que ve su reflejo en un estanque.

Con todo respeto a Glenn Sacks, ¿Creen que él va a lograr algo en términos de polarizar nuestra agenda en este tipo de vacío moral e intelectual?

Y ahí está el problema. Donde la razón y el diálogo fallan; donde el activismo, tal y como entendemos la palabra, no es un punto de inicio; entonces, responder con más de lo mismo están estúpido como encontrar una trama sexista en las provisiones de comida para la niños en la tienda de la esquina. El camino más sensible es retirarse y la negligencia intencional.

O como Ayn Rand aconsejaría, encoge los hombros.
Encógelos ante todo- todas las cosas malas, sucias y podridas.
Esto ya está sucediendo. No requiere de liderazgo ni de organización. No necesitas donar dinero o tratar de poner esto como promesa de campaña en las elecciones locales. Los hombres están encogiendo los hombros ante el matrimonio y por cada uno que lo haga, significa que el estado no podrá esclavizar a otro hombres a través de las cortes de la familia. Y también significa que otros niños no serán destripados como sacrificio ante el sistema.

Los hombres empiezan a encogerse de hombres ante los partidos políticos, la caballerosidad, el nacionalismo, el consumismo y los medios de prensa principales; todas las toxinas de acción lenta que han puesto a los hombres en la posición de necesitar un movimiento en primer lugar.

Esto va a continuar sucediendo porque es la naturaleza de la física social. Hay un efecto de péndulo aquí y está sucediendo con total indiferencia de las feministas, los medios de prensa principales y si, total indiferencia ante el movimiento de los hombres.

En pocas palabras, no estamos causando nada aquí. Tan sólo le estamos dando un nombre, una voz y un lenguaje.

Registramos que es lo que está sucediendo; lo documentamos y tal vez en nuestra propia forma alentamos a algunos hombres a que reconsideren que diablos ha estado sucediendo en sus vidas. Pero mayormente, creo que muchos hombres, cuando leen nuestra literatura no están convencidos por ella, ni tampoco necesitan tanta persuasión. Tan sólo ellos han encontrado algo que une todas las piezas del rompecabezas para ellos; algo que articula el nudo sin nombre que se retuerce en sus gargantas desde hace rato.

Por eso es que yo no doy concejos, no me veo a mi mismo como un líder y no quiero hacerlo.

Los hombres no necesitan concejos ni guías tanto como necesitan información. Y si hay algo que la mayoría de ellos necesita aprender es que el único liderazgo está en frente del espejo. Nuestra agenda está definida por nuestras elecciones y acciones. Nuestra “causa” es nuestra propia vida, en nuestros propios términos.

Casi cualquier hombre puede asegurar su libertad con cierta seguridad con el simple (y no siempre fácil) hecho de encoger los hombros ante todo lo que se pone en su camino y para estar preparado para construir y mantener su propio bote salvavidas, en lugar de esperar a que el gobierno, las feministas o algún supuesto líder de los activistas por los derechos de los hombres lo haga por él.

Nuestro problema, si es que en realidad tenemos uno, es que hay muchos activistas por los derechos de los hombres quienes todavía no pueden comprender esto. Están esperando que alguien más señale el camino. O tal vez esperan un manual de instrucciones sobre como actuar como un vertebrado. Pero dejemos que se tomen un tiempo. Van a cambiar o van a terminar conformándose con vivir una vida en posición de rodillas, rogando por las sobras de una ramera y pretendiendo que todavía están en Kansas

Supongo que es obligatorio decir lo obvio y decir que esto es sólo mi opinión y que yo me mantengo apoyando al puñado de activistas que están tratando desesperadamente de deshacerse de la maquina social y legislativa que está decidida a destruir a los hombres. Sin embargo también opino que es muy obvio que gastamos mucho tiempo retorciendo las manos por la falta de progreso como medida en contra de la estrategia feminista.

Irónicamente mi mayor inspiración personal vino de la boca de un icono feminista. Para ser específicos, vino de la boca de Marilyn French, quien dijo lo siguiente:

Mis sentimientos por los hombres son el resultado de mi experiencia. Tengo muy poca simpatía por ellos. Como un judío que recién fue liberado de Dachau, miro a un joven y guapo soldado Nazi cayendo al piso con una bala en su estomago y lo miro brevemente y sigo mi caminata. Ni siquiera necesito encogerme de hombros. Simplemente no me importa. Lo que el era, como persona, es decir, cuales fueron sus vergüenzas y sus deseos, simplemente no importan.


Fue fácil para French hacer semejantes declaraciones, porque sin importar el desdén que ella sienta por los hombres, ella vivió toda su vida beneficiándose de sus sacrificios; una ingrata en la teta, ella dejó de succionar sólo cuando tuvo suficiente como para quejarse de la comida gratis. Fue su esposo beta quien le pago su educación y por supuesto ella se divorció de él una vez que él pago por su “independencia” y se hizo a si mismo desechable. Y esa es precisamente la dirección en la que un número creciente de hombres van, con una pequeña diferencia.



No necesitamos a las mujeres. Los hombres no se mueren, ni se enferman sin ellas. No hay un RDA para la vagina. Y mientras más hombres empiecen a darse cuenta de que estar de rodillas es la posición equivocada para recibir sexo oral, entonces van a empezar a aprender a salir por si mismos de los caminos peligrosos y empezarán a tomar autoridad sobre sus propias vidas.

Tal y como le he dicho antes, las mujeres son el cuchillo moderno que el gobierno usa para apuñalar a los hombres por la espalda. Nadie necesita liderazgo para reconocerlo y actuar como corresponde. Todo lo que se necesita es un poco de sentido común y un buen monto de sentido no-común es lo que viene con ser capaz de imaginarte en el rol que fue prescrito para ti.

Si tú estás leyendo esto, probablemente eres uno de los afortunados que tienen ese buen sentido. Disfruta tu propia rareza y disfruta mirando que sucede cuando llegue el tiempo en el que los hombres como tú no sean tan inusuales.

La mayoría de los hombres no pueden hacerlo. Por mi está bien, déjalos que se pudran. Te aseguro que ellos no dudarán en alejarse de tu cadáver. Ellos tienen la información a su disposición 24/7 para que les señale un camino diferente que el del mangina o el del caballero blanco. Mientras más de nosotros sigamos nuestro propio camino, mayor será el precio que esos desafortunados que “no lo entendieron” van a tener que pagar y más atractiva sera tu forma de pensar.

La libertad relativa está a unas pocas decisiones de distancia. Y todo lo que tú tienes que hacer es elegirla.

lunes, 11 de octubre de 2010

Pat Tillman: Morir como un hombre de verdad

Por Paul Elam

Nota: Recientemente leí un artículo que me hizo reir en goodmenproject.com. Se trataba de la vida y muerte de Pat Tillman. Me molestó tanto que les envié un mail sobre el artículo. Me sorprendió recibir una respuesta cordial, invitándome a que mi opinión fuese publicada como entrada al blog en su sitio web.

Debo de decir que pienso que ese sitio Web deja mucho que desear, primeramente en el supuesto de la linea editorial sobre que es importante “mejorar” a los hombres en lugar de enfocarse en los problemas reales que enfrentan en esta cultura misandrica. Sin embargo la respuesta de parte de ellos sobre mis preocupaciones fue genuína, de modo que les envié este artículo.

Rara vez estamos de acuerdo en el área de las políticas sexuales, de modo que no quiero dejar pasar ninguna oportunidad que pudiese ser de ayuda para la causa. (Paul Elam)

--
Al leer el tributo a la ex-estrella de la NFL, Pat Tillman, quien abandonó una lucrativa carrera en el fútbol americano para servir a su país, me encuentro negando con mi cabeza muchas veces. He experimentando una especie de sensación enfermiza. Hubieron muchas referencias a su valentía y sacrificio como indicadores de masculinidad esencial.

En una era en la cual los hombres luchan por encontrar el significado elusivo de la palabra “masculinidad”, la historia de Tillman prueba ser muy útil en cuanto a discernir el camino a evitar.

Ahora procederé con mucho cuidado. Pat Tillman era un hombre con integridad y compromiso a sus ideales propios. El sacrificó mucho, a la final lo sacrificó todo para seguir sus convicciones. Aquellos que lo amaban y necesitaban también pagaron un precio enorme.
Pero cuando miramos más allá de las fanfarrias y los reconocimientos y del deseo entendible de darle algún significado a su muerte, aquí hay una verdad incómoda que requiere de nuestra atención. Su vida fue otro de los miles de pagos en sangre por una guerra mal concebida. Peor aún, el ejercito al que él sirvió fielmente, buscaba engañar al público sobre las circunstancias en las que murió para convertir su muerte en buenas relaciones públicas para los esfuerzos bélicos. En pocas palabras, buscaban capitalizar en uno de sus muertos y no les molesta mentir para lograr el objetivo.

Esto no es nada nuevo. La sangre de hombres como Tillman ha manchado las páginas de la historia desde que la empezaron a escribir en papiro; se sacrifica a los hombres y a los niños rutinariamente por el bien de la avaricia y/o del nacionalismo mal guiado – después se los aclama como heroes, hombres entre los hombres, para ser idealizados e imitados (con suerte con contratos de enlistamiento militar)

Esto nos lleva al primer punto si es que queremos resolver legítimamente los problemas de los hombres en el mundo moderno. La loca preferencia de los hombres como carne de cañón tiene que parar y finalmente también debe de detenerse la visión de que los hombres son prescindibles.


Todos ellos son como Pat Tillman


Aquí es precisamente donde nos encontramos con muchos problemas. Entender esto requiere un poco de franqueza descarada, no sobre los roles de género, sino sobre las políticas de género.

Se habla mucho en estos días sobre hacer que los hombres se conviertan en buenos padres, esposos y ciudadanos. Gran parte de esto, por supuesto, se predica en el atroz mito de que los hombres no son estas cosas desde el principio y que sus vidas no necesitan ni merecen la atención compasiva por el simple proposito de mejorar sus vidas. Todo lo que queremos de los hombres está pensado de alguna forma en el beneficio de otros. Sin importar las buenas intenciones (y a veces no hay buenas intenciones), estos esfuerzos hacen muy poco más que tratar a los hombres como artefactos humanos.

Aparte del sentido de privilegios sexista inherente en estas ideas, nada de esto tiene ningún sentido cuando miras a lo que ha pasado en el mundo occidental en el último medio siglo.

Nos embarcamos en una revolución sexual diferente a cualquier cosa que hayamos visto antes. Las mujeres, quienes podría decirse que estaban limitadas por sus roles de género, se liberaron al principio de esta revolución. Ellas demolieron las barreras, entraron a los reinos de la fuerza laboral, de la educación y de la creación de empresas. Lo han hecho tan bien, de hecho que ahora son una mayoría sólida en nuestras universidades y superan en números a los hombres en los trabajos.

Todo esto siguiendo con la idea de que no se podía o no se debía confinar a las mujeres a las cocinas, al trabajo doméstico y a criar a los niños. Personalmente estoy de acuerdo con esto, pero incluso si eres alguien de punto de vista tradicional, el hecho es que nuestra cultura lo ha aceptado, de modo que ya no hay forma de regresar al pasado.

Sin embargo, ahora que celebramos el traspaso de los roles tradicionales de las mujeres hacia vidas supuestamente más actualizadas, también ponemos nuestra atención en los hombres, examinamos sus roles de género y concluimos que; bien, concluimos que no podemos concluir nada que se ponga en el camino de que los hombres provean cualquier servicio que sea necesitado o requerido.

Para los hombres, no podría haber ninguna liberación de sus roles. En lugar de eso debemos dejarlos atrapados ahí y les empezamos a añadir las cosas que solíamos esperar de las mujeres.

Deja el control remoto y toma los trapos de limpiar. A menos que, por supuesto, que sea nacesario que tomes un rifle.

Estas son las nociones recientemente agregadas de las masculinidad real, mayormente son sobre trabajo doméstico y caballerosidad reforzada, parecen definir nuestro único interes real en cambiar a los hombres. Después de todo, sacrificio y muerte, como se aplican al rol masculino, son formas muy severas de limitaciones en si mismas. Pero este hecho que inconveniente para una sociedad que alaba una igualdad falsa, es ignorado. De modo que mientras a las mujeres les dimos el derecho al voto , a los hombres les dimos más sufrimiento.

El resultado natural de la liberación de las mujeres de los mandatos de sus roles de género debió haber sido para que hagan lo mismo que hacen los hombres. Solamente eso hubiese traído a las mujeres muchas más responzabilidades y cargas junto con sus derechos incrementales. Pudo haber sido, más desafortunado y haberles traído muertes y sufrimientos incrementales que los hombres han resistido durante mucho tiempo. Tal y como podemos ver, eso no sucedió y eso remueve toda la credibilidad a la causa que supuestamente quería traer igualdad a la sociedad.

Para hacer que las cosas malas sea aún peor, mientas valoramos la habilidad de matar de los hombres y su voluntad para morir los hemos avergonzado y ridiculizado por su tendencia a ser violentos. Hemos insistido, con deshonestidad familiar, que la “nueva masculinidad” se debe de caracterizar por la gentileza y sensibilidad, mientras los tratamos como si no mereciesen ninguna de las anteriores.

Esto no se aplica sólo en el campo de batalla.

A pesar de todos los supuestos esfuerzos por producir una sociedad neutra al género, los hombres siguen siendo el 98% por ciento de todas las muertes en combate, 93% de todas las muertes en el trabajo y 79% de todos los suicidios. Esto revela que tan reacios somos en reconocer la vida de los hombres. Los vemos como si fuesen poderosos y privilegiados, como herederos no merecedores de lo que recibieron. Peor aún, los vemos como tiranos opresores, quienes toman lo que quieren de los débiles a su antojo.

Esto es cierto para menos del uno por ciento de los hombres y siempre ha sido así. Para los demás, incluyendo a los Pat Tillmans de este mundo, sus vidas se tratan de servidumbre y muerte. Para mantener el status quo los vemos habitualmente como si perteneciesen a una minoría fraccionaria. Equivocamos lo que es más común, la impotencia masculina por poder masculino; prescindibilidad masculina por dominación masculina. Y les brindamos nuestros respetos en sus mejores momentos, justo antes de enterrarlos.

Nos hemos cegado a una realidad a la cual tenemos que despertar si es que vamos a convertir a los hombres en aquello en lo que decimos querer.

Si queremos enseñar a los hombres a que dejen de matar, primero debemos de enseñarles a que dejen de morir. Y para hacer eso, primero tenemos que ir a donde nadie quiere que vayamos. Tenemos que enseñarles a los hombres primero, a que rechacen las presiones de ponerse como protectores y proveedores, segundo, enseñarles a valorarse como seres humanos. Los intentos de cualquier profesor de estudios para mujeres por convertir a los hombres en robots convenientes para la sociedad nos van a sacar de este ese estado.

Las respuestas para esto no son simples, ni tampoco vamos a llegar a ellas en el futuro cercano. Pero empezar con el pie correcto es reconocer que hombres como Pat Tillman tienen mucho más que ofrecer al mundo si siguen con vida.


http://www.avoiceformen.com/2010/10/01/pat-tillman-dying-like-a-real-man/