miércoles, 11 de agosto de 2010
La cúspide sexual de la mujer está encima de un montón de mentiras
Por Paul Elam
(Nota del autor: Para los interesados, Chuck Ross escribió un artículo excelente sobre este tema en
The Sexual Peak Myth, Él trata el tema con mucha más diligencia científica que yo. Yo ya acepté que este tema se trata de mitos y estoy mucho más interesado en plantear algunas preguntas y es por eso, por lo que escribo hoy.)
Hace algunos años atrás estaba en un club nocturno con un grupo de hombres y mujeres. Naturalmente llegamos a hablar de sexo. Una mujer, casi de cincuenta años, dijo, de una forma amable, “Es una lástima que para el momento en el cual los hombres realmente aprende que es lo que hay que hacer en la cama, su equipo no funciona como solía funcionar.”
Le dije “Entiendo como te sientes”, en un tono igualmente jovial, “Para cuando las mujeres empiezan a aprender que es lo que están haciendo en la cama, su atractivo físico empieza a desaparecer.”
No es necesario decir que, mi respuesta, a pesar de ser tan honesta como la de ella, la sacó de la conversación. Esa no fue mi intención, pero podrías darte cuenta al mirar sus ojos que ella sintió que cada línea en su cara se magnificaba mil veces, se veía como un anuncio gigante que decía “úsese antes de” una fecha del milenio pasado. Afortunadamente para mí, yo no tengo todo ese ego e identidad atados a mi pene, o sino me hubiese sentido de la misma forma.
Hubo un rayo de luz, a pesar de todo. Esto encendió un round muy encendido de combate verbal con el resto de las personas en la mesa. Estoy seguro de que era una discusión que se ha oído millones de veces en reuniones en clubes nocturnos.
¿Por qué es que los hombres y las mujeres llegan a la cúspide sexual a edades tan diferentes? Por supuesto, la respuesta es que no es verdad. Tan sólo es otra de la multitud de mentiras que permitimos que las mujeres continúen creyendo por el bien de no molestar su auto-imagen y tal vez por el bien de meterlas en la cama en tiempos más delgados.
¿En donde más que en el espiritu de los tiempos actuales puede una mujer que tenga arrugas en los ojos, senos caídos, hormonas sexuales reducidas, una vagina que no se lubrica como antes, mayor dificultad para concebir y menor habilidad para atraer compañeros sexuales de su preferencia; atreverse a decir “estoy en mi cúspide sexual” y que todos los presentes asientan con la cabeza?
Sólo en un mundo en el que se le dice a las mujeres lo que sea que quieran oír, sin importar lo ridículo que sea.
Y hay que admitir que es parte de la experiencia femenina mantener la mentira. Una observación que tengo es que tengo, una que no puedo respaldar con ninguna investigación, es que los relojes biológicos de las mujeres empiezan a alertar cuando llegan los momentos finales, existe la tendencia, en palabras de Dylan Thomas, a: “enfurecerse ante la muerte de la luz”.
No es que están en la cúspide sexual, es calentura sexual desesperada. Sus fantasias de estar en su cúspide sexual cuando ya ha pasado es sólo una parte de dar los últimos alientos, luchando para tomar aire y vivir un poquito más.
No estoy inventando cosas. Cuando yo tenía 21 an;os una mujer de 45 an;os me mostró que “es lo bueno”, por tres semanas en una cabaña en Oklahoma. Fue un rito de iniciación educativo y un recuerdo muy querido en mi vida. No lo cambiaría por nada del mundo. Pero, enfrentémoslo, el único que estaba en su cúspide sexual era yo. Yo era un joven con una mujer con una desesperación por importancia sexual tan grande como una mina de oro. Cuando la experiencia terminó, me retiré sonriente y mejor equipado para cuidar de mis asuntos con mujeres quienquiera que fuesen, y quienes en realidad estuviesen en su cúspide sexual.
Si ella hubiese tenido al menos un round más a que aferrarse con respecto de su poder sexual; le hubiese importado más que el mundo.
El punto es que sin disponibilidad sexual, el poder de la mayoría de las mujeres en esta cultura queda reducido a lo que sea que salga de la caballerosidad. Y mientras la caballerosidad les permite un gran monto de libertad, en el caso de que no les permita algo que signifique algo para una mujer joven que todavía atrae miradas y que “todavía puede tener bebes”.
Estar en la cúspide sexual se trata de estar listo para hacer bebes y no se trata de que tan dispuesto estas de ponerlo duro y ponerla húmeda.
En el sentido puramente biológico, las mujeres infértiles, incluso aquellas que simplemente aparentan serlo, en realidad están llenas de problemas psicológicos. Y ya que las mujeres como un grupo no pueden o no van a sacar el sentido de su propio valor de ningún otro lugar que el poder sexual, por siempre vamos a tenerlas demandando vivir mentiras. En los tiempos modernos, ellas han adquirido la opción de los cirujanos plásticos para que corten, succionen e inyecten la mentira hasta que el aspecto físico las maldiga a acercarse a la verdad.
El negocio está floreciendo.
Hay una solución para todo esto, a pesar que es muy dubitativo que la llevemos a cabo algún día.
Las mujeres, las feministas en particular, hace mucho tiempo que lamentan los estándares de belleza masculinos.
Ellas dicen que estos estándares de belleza son lo que motiva a las mujeres a ir a tales extremos como la cirugía o los problemas alimenticios y resulta en pérdida de autoestima, todo porque los hombres quieren que las mujeres luzcan de cierta forma. Pero, por supuesto, una vez que retiras las capas de victimas sin sentido y llegas al núcleo del asunto, veras que las mujeres solas se dirigen a estas cosas, la biología las lleva por la nariz, porque es el camino más rápido al poder personal, y porque no encuentran otra de elevarse de la situación y encontrar importancia de otras formas. En cambio los hombres si lo hacen.
El día en el que las mujeres colectivamente dejen de preocuparse de la supremacía sexual y empiecen a preocuparse su propio potencial humano innato, cuando aprendan a valorar sus propios logros más de lo que valoran su habilidad de manipular sexualmente a los hombres, entonces los cirujanos plásticos van a quebrar y sus auto-estimas heridas van a desaparecer en lugar de desaparecer la importancia personal.
¿Qué fue lo que dijiste? ¿Qué las mujeres son así? ¿Ellas ya hacen más de lo necesario para manipular a los hombres con sexo en comparación con otras formas de manipulación? Bien, a mi me gustaría hablar de eso aquí también. Pero yo destruyo una mentira a la vez.
http://www.avoiceformen.com/2010/08/08/womens-older-sexual-peak-atop-a-pile-of-lies/
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Gracias, antes que todo.
ResponderEliminarMis comentarios.
Siempre que alguien "estudia", delimita, corta un pedazo de la realidad.
Escribe y da su hipótesis, "tratando" de "ser" objetivo, bueno al menos hay cánones que así lo proponen; pero cuando leemos "un" libro, es seguro que nos internaremos en la mente del autor, y de no tener fijo tu "marco" conceptual, "todo" se te puede mover, en forma de contradicción, desacuerdo, afirmación, de acuerdo; tanto que puedes llegar a enarbolar su bandera del mencionado.
Es el riesgo de leer, sin tener fijo tu marco conceptual.
;)