martes, 24 de agosto de 2010

El Estandard de Belleza Masculino - Un Mito Anoréxico




Suzi ha estado leyendo revistas de moda femenina por un buen rato. Mientras más lee, más se preocupa de su aspecto. Ella empezó a obsecionarse con su apariencia y empezó a saltarse las comidas. No pasó mucho tiempo antes que ella estuviese con menos peso de lo normal para su edad.

Su familia empezó a preocuparse y llamaron a un psicoterapeuta y cuando ella empezó a demacrarse, entonces llamaron a un equípo de medicos. La alimentaron por vía intravenosa, lo cual ayudó a que ella recupere su peso, sin embargo eso no la ayudó en el largo plazo. Eventualmente se marchitó convirtiéndose en un esqueleto viviente, después sufrió una falla cardiaca y se murió.


Su familia estaba golpeada por la pena y querían respuestas. Y por supuesto, los psicoterapistas, quienes no tenían las respuestas a pesar de que estas estaban en el cuerpo de Suzi, las dieron felizmente.

La pobre Suzi, aparentemente, fue víctima de demasiadas presiones por alcanzar estándares de belleza que le han sido impuestos a ella y a todas las mujeres por la industria de la moda.

Revistas diseñadas para lectoras femeninas, muestra una gran variedad de modelos súper delgadas vestidas glamorosamente a la última moda, rodeadas de anuncios publicitarios para programas de pérdida de peso y pastillas de dieta y las presiona para que tomen acciones que las vuelvan más delgadas, ocacinalmente inician una caída libre psicológica donde tocan fondo tan ligeras como una pluma y tan muertas como la perilla de una puerta.

Incluso aquellas que no mueren, terminan siendo afectadas con algún tipo de enfermedad. “Problemas” de imagen corporal en el mundo occidental.

Así de pernicioso es el estándard de belleza. De hecho, no es sólo el estándard de belleza, los gurus de la autoayuda te dirán que es un estándard de belleza masculino.

¿Acaso no lo sabías? Siempre hay algo masculino ¿No es así?

Eso ha sido gran parte del enfoque del problema desde que ciertas mujeres empezaron a añorar los programas de bajar de peso de Auschwitz y Dachau y otros que se hacen llamar programas de control de calorias que en otras palabras es meter dos dedos en tu garganta después de cada comida.


Siempre listos para legitimar este tipo de locuras, el mundo está tratando de responder con leyes, lo cual sabemos que suele significar placas y armas.

Ahora Australia ha hecho que sea ilegal, que las modelos femeninas sean demasiado delgadas y los modelos masculinos demasiado musculosos. Y en asociación con esta orgía legal reciente, le legislación ahora provee fondos para combatir problemas alimenticios, gracias a la primera ministra super feminista Jullia Gillard.

Para hacer que esto sea más bonito, tal vez la ministra de la juventud Kate Ellis, otra feminista radical, ha revelado un programa de aprovación de imagen corporal, algo así como el sello de la buena ama de casa para la ropa de diseñador.

Esto es lo último en proteccionismo neurótico para mujeres, por parte del gobierno, quien no puede balancear un presupuesto y ahora va a legislar el balance de las mujeres en la báscula.

Estoy seguro que los burócratas australianos dedujeron que es lo que significa demasiado delgada o demasiado musculoso, esto va a terminar con la anorexia nervosa y detendrá a millones de dedos en vias de inducir al vómito.

Pero, por supuesto, hay otro problema aquí.

Es que el estándard de belleza masculino no existe y nunca existió.

Lo que si hay es una atracción biopsicológica que se aplica a la especie humana, a toda la especia humana. Nunca fue algo de decisión conciente, ciertamente no es una elección hecha por cierto sexo, de modo que no puede ser considerada como un “estandard”

Simplemente es algo que existe.

“Estandard” es una palabra políticamente correcta que significa “tiene que ser culpa de los hombres, de modo que vamos a aprobar unas leyes y recolectar más dinero para hacerlas cumplir”




Cuando se habla de que es lo que atrae a los hombres hay una formula muy simple. El ratio de cintura a cadera (rcc) de 0.7 en las mujeres funciona. (en los hombres es 0.9)

Eso es todo. Es un ratio universal, mantiene concistencia, incluso para mujeres tamaños y etnicidades diferentes considerando las formas en las que acumulan grasa corporal. Por ejemplo, las mujeres afroamericanas tienen tendencia a acumular más grasa corporal en los glúteos que las mujeres blancas y que las asiáticas. Y los hombres afroamericanos tienen una reputación de preferir mujeres de glúteos grandes.

Sin embargo, los afroamericanos, fueron evaluados en cuanto a quienes encontraban más atractivas y las ganadoras fueron las que tenían un RCC de 0.7 tal como lo podrías adivinar.

El punto es que el RCC no tiene ninguna relación con el tamaño de la mujer. Es el ratio el que es atractivo, no las medidas específicas.

Es un asunto humano y no vamos a desviarnos del tema. Ciertamente esto no es un plan político de crear nuevas víctimas. Por supuesto ¿donde estarían los políticos si no creasen nuevas víctimas?

Yo sé que estaríamos mucho mejor, fue tan sólo una pregunta retórica.

Uno podría argumentar que es que los hombres prefieren mujeres delgadas con el ratio de RCC y que eso contribuye al problema.

Ese argumento falla también.

Mira por un momento a los simbolos sexuales del cine americano, la bomba rubia, incluso mira a las morenas y a las pelirojas, a través de las dos últimas generaciones y dime lo que descubres.

Mujeres como Raquel Welch, Sophia Loren, Jane Mansfield, Anna Nicole Smith, Marilyn Monroe, Rita Hayworth, Jane Russell y así sucesivamente.

¿Que tienen en común? Senos grandes, si, pero cuando los tienen no tienen cinturas pequeñas; caderas amplias “como para dar a luz” y por supuesto el RCC de 0.7. Pero escencialmente son todas chicas gorditas con carne sobre sus huesos. De modo que si los hombres prefieren a cierto tipo de mujeres, ciertamente no son las que son flacas como palitos.

De modo que lo que está sucediendo aquí no tiene relación con los hombres ni con lo que quieran.



La verdad es que cuando hablas con médicos objetivos o incluso con psicólogos objetivos sobre los origenes de los desordenes alimenticios y de los problemas de imagen corporal, la respuesta firme es que no saben de donde provienen. La mayoría especula que las malas dinámicas familiares y el abuso juegan una parte muy grande en este asunto.

El problema surge cuando este asunto es tratado públicamente por ideologas de género quienes desafortunadamente tienen las credenciales psicológicas necesarias para esconder su activismo. Nunca ven un problema que no puedan reducirlo a algo sobre los hombres y como las mujeres son víctimas de ese algo.

Oigan, yo entiendo que ahí es donde está el dinero y el poder. Tan sólo viaja a Sidney y descúbrelo. Yo creo que no es necesario viajar tanto.

Pero ¿Que sucederia si es que hubiese otra explicación diferente a la de estos gurus? Dios no lo permita ¿Cierto? Sin embargo intentémoslo.

Alguien dijo que si quieres entender a la gente olvida la socilogía y la psicología, tan sólo mira a la publicidad.

¿Que es lo que vemos cuando analizamos la publicidad dirigida a las mujeres del mundo occidental? Vemos corporaciones que entienden que las mujeres están obsecionadas con la imagen corporal y con otros asuntos exteriores y que tienen muy pocas cosas bajo la superficie.

Me disculpo si ofendo a alguien, pero por favor miren la revista COSMO, yo no estoy inventando nada.

En un mundo en el que las mujeres dicen querer que los hombres las vean por quienes son en realidad en su ser interior, sus patrones de compras y sus áreas de interés dicen exactamente lo opuesto. De hecho, sus comportamientos al consumir dicen que si te esfuerzas por mirar debajo de la superficie no vas a encontrar nada más que un vacío.

Ellas ponen su dinero (y el dinero de sus hombres) tiempo y atención en el como lucen y en como lucen. La industria de la moda no crea esto, simplemente lo explota. Cualquier intento de controlar esto con leyes está destinado a fracasar por esa misma razón.



El problema no es la industria de la moda. El problema son las mujeres. Mientras sigamos creando ilusiones para que ellas apunten sus dedos al próximo accesorio Gucci o el siguiente aumento de senos, vamos a seguir perdiéndolas en cuerpo y en espíritu.

Una encuesta hecha a las mujeres en Inglaterra en el 2006 indica que las mujeres gastan aproximadamente 8 de los 63 años de sus vidas comprando y compran más cosas para su apariencia que comida.

¿Que sucedería si en algún momento las mujeres dijesen al diablo con mi apariencia?

Puedo sentir los pelos de punta en este momento.

Ese no es el punto. Alguna gente dice “¡las mujeres son jusgadas por su apariencia, esto no es tan simple!”

Por supuesto ese es un buen punto.

Intentémoslo otra vez.

¿Que sucedería si en algún momento las mujeres dijesen al diablo con mi apariencia? ¿Como me va a jusgar la gente?

Si, esa es la respuesta. Más bien dicho esa es la pregunta correcta. El problema es que ir en esta ruta tiene un efecto desafortunado. Las mujeres que no se obsecionan con su apariencia no van a ser tan exitosas en manipular dinero y bienes de los hombres.

Van a tener que ganarse todo ellas mismas.

Que tristeza

¿Saben algo? Hay algo muy positivo detrás de esta idea tan loca. Algo así como el desarrollo del ser interno. Algo así como enfocarse en logros en lugar de enfocarse en la imagen.

Algo así como que van a haber menos mujeres que se impongan hambre hasta la muerte en la persecución psicótica del glamour.

El hecho es que los desordenes alimenticios muestran un problema con la femeneidad moderna. Y antes que alguien me diga que también ha habido un incremento en la anorexia masculina, esperen un momento.



¿Que más podrías esperar de una sociedad que está habitada por hombres más femenizados y poco masculinos?

Las feministas han tratado de convertir a los hombres en mujeres por los últimos 50 años. La llegada de desordenes alimenticios masculinos es una prueba de que han hecho grandes progresos.

La solución aquí está en un lugar del que nunca oiras hablar a los gurus, mayormente porque no hay dinero en la verdad.

Las mujeres necesitan cambiar. Necesitan dejar de vivir vidas superficiales, obsecionadas con la imagen, lastimosas, dependientes; vidas gastadas en perseguir el fruto del trabajo de otros y usando su apariencia física para lograrlo.

Si es que quieren ser vistas por lo que son por dentro, entonces necesitan dejar de mirarse al espejo y asegurarse que si hay algo adentro.

Y tal vez, tal vez, en el momento en el que sus seres interiores encuentre algo de sustancia y carácter, nacido de sus propios esfuerzos y logros, entonces tendrán algo adentro y no tendrán que ir a maquillarse.

2 comentarios:

  1. Este artículo está buenísimo, en serio. Es realmente patético que muchas mujeres vivan de su apariencia, es como "una carrera corta": al comenzar a envejecer van a perder los atributos y no podrán vivir de eso. Debe ser realmente frustrante. y entonces salen miles de productos "anti edad" y tintes para las canas en los que se gasta mucho dinero, como si nadie tuviera derecho a envejecer.
    Por otro lado nunca me creí eso de "un estandar de belleza masculino". La mayoría de los hombres que conozco suelen comentar y ver a la que se operó las tetas, pero no es un requisito, les da igual estar con una de tetas pequeñas siempre y cuendo le guste.

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  2. excelente, muy triste en realidad, la presión social es demasiada y se nota en todos los avances que tenemos. Mucho el trabajo que se tiene que hacer para que el sexismo(tanto en hombres como mujeres) pare de hace esas cosas que son hilarantes. Es también muy triste a donde ha llegado la superficialidad de las personas, las relaciones, la comunicación es tan grave que ahora solo podemos hablar por medio de imágenes, publicidad, comerció... todo es mercancía... pronto tambien serán producto nuestras propias almas...

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