domingo, 12 de septiembre de 2010

Lavado de Cerebro


Estimados lectores, el día viernes 9 de Septiembre del 2010 apareció este artículo en el periódico “El Universo”

Verástegui ya no es el mismo
http://www.eluniverso.com/2010/09/10/1/1379/verastegui-ya-mismo.html

En este artículo podemos ver a un pobre ser llamado Eduardo Verástegui, a quien las feministas le han lavado el cerebro. No lo culpo, es difícil resistirse al espíritu de los tiempos actuales, se requiere de una mente muy fuerte para poder ver a través de las mentiras y darse cuenta de la verdad. Lastimosamente para este señor Verástegui, él tiene una mente muy débil.

Me llamó mucho la atención la siguiente frase:

“Lo que más cautivó a la gente –que rió con las anécdotas del actor y que también se mantuvo seria y atenta cuando este contaba su difícil proceso de cambio– fue cuando él se arrodilló y pidió perdón a las mujeres en nombre de todos los hombres que en algún momento les hicieron daño.

Ante esto, el público se puso de pie y aplaudió efusivamente el gesto de Verástegui.”


¿Entendí bien?

Si las mujeres sienten algo por los hombres ese algo debería de ser gratitud y ustedes como hombres deben de saberlo, nosotros hemos hecho infinidad de cosas por las mujeres. Tristemente, debo de admitir que la cultura se ha vuelto misándrica y también debo de reconocer que los mayores misandristas son los hombres.

Les daré un ejemplo simple:

Por cientos de años sólo las mujeres eran las que asistían a las embarazadas en dar a luz, en esos tiempos dar a luz llevaba consigo la posibilidad de morir, pero entonces un hombre entró a ver a dar a luz a su mujer y se le ocurrió la idea de los forceps y esta herramienta ha salvado la vida de muchas mujeres. Mientras más hombres se introducían en este proceso le dieron vida a la ginecología y ahora es muy raro que una mujer muera dando a luz.

Esto es lo que nosotros hacemos, mejoramos las cosas con nuestra creatividad. La televisión y la prensa escrita suelen olvidar nuestras contribuciones, sin embargo yo les pido mis estimados lectores, ustedes no lo olviden, siéntanse orgullosos de ser hombres y de los grandes hombres que vinieron antes que ustedes.

Les proporcionaré un segundo ejemplo:

En el siglo 19, en el primer mundo era costumbre que las mujeres de la alta sociedad aprendan a tocar algún instrumento. Sin embargo ellas no crearon ninguna canción memorable en esa época, los que si crearon algo memorable fueron los hombres negros de Estados Unidos de América, crearon el blues y el jazz en esa época, a pesar de enfrentarse a la discriminación y al rechazo. Ese es el talento y la fuerza de los hombres.

Estoy seguro que estos ejemplos van a horrorizar a alguna lectora, sin embargo le recuerdo que no estoy promulgando la superioridad masculina, tan sólo hago un llamado a que recordemos nuestros grandes logros y que tengamos el orgullo de aceptar que por el hecho de ser hombres somos especiales y también deseo recordarle a las mujeres que deben de ser gratas, es muy fácil caer en la misandria de los tiempos y seguir la corriente, pero deben de ser más fuertes. En el mundo existe el bien y el mal, la diferencia entre estos radica en una cosa llamada respeto, nuestra cultura le ha perdido el respeto a los hombres, hermanas no lo pierdan también ustedes.

Debo de confesarles que no conozco a este Eduardo Verátegui y parece ser que es un hombre que se ha refugiado en la religión para superar un pasado de drogadicción, una persona en ese estado puede ser muy vulnerable a la manipulación. Como he dicho antes a este Verástegui no lo conozco, puede ser cualquier cosa.

Cuando mi padre leyó este artículo, él me dijo:

“Si yo hubiese estado presente cuando pidió perdón le hubiera lanzado un tomate podrido en frente de todas esas viejas.”


Conociendo a mi padre, no dudo de sus palabras ni por un segundo.

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