martes, 12 de octubre de 2010

Encogiéndose de hombros ante la misandria

Por Paul Elam

El movimiento de los hombres llevaba consigo desde hace mucho tiempo una corriente subterránea de frustración. Nos falta organización, hemos hechos progresos con consecuencias en los frentes políticos y jurídicos y permanecemos en el exterior del impenetrable muro de los medios de comunicación principales. Veces incontables las ambiciones de los activistas por los derechos de los hombres se inician en un flash y terminan con igual velocidad. El Tio Zed le puso nombre a nuestra tendencia por descalificar a nuestros líderes emergentes y entre nosotros como “La cuadrilla de tiro circular.”

En otras palabras estamos muy bien, muchas gracias.

Las partes negativas son reales, pero pongamos esto en perspectiva. Primero que todo, es muy importante considerar que cualquier movimiento con apenas 40 o 50 años de vida esta en su etapa de infancia. Para las mujeres, han sido 72 años entre Seneca Falls y la enmienda 19; casi 50 años después de que el feminismo principal entró en vigencia y otros 25 años y tanto antes que las activistas de género realmente empezaran a tener el poder para destruir las familias y para joder todo lo que tocan. De modo que hay 150 años entre su nacimiento hasta su destrucción.

Y esto es un una cultura donde la biología motiva a los hombres a lanzarse a las ruedas de un bus para abrirle las puertas a las mujeres – y esto motiva a las mujeres a sentirse con el derecho de ese tipo de recibir esos privilegios pagados con sangre.

Seguir el ejemplo feminista es un camino inútil y angustiosamente lento para los hombres. Las feministas fueron capaces de lloriquear su camino al gobierno con las mismas fuerzas que trituran las quejas de los hombres más rápido de lo que se pueden decir.

Esto se resumen en dos ecuaciones simples, pero insuperables.

Lloriqueos de mujeres = persecución de la justicia
Persecución de la justicia de los hombres = Lloriqueo.


Tratar de razonar o educar a la gente en una cultura donde la mentalidad está biológicamente arraigada es algo absolutamente absurdo. La gente con la que hablaríamos ve a cualquier forma de apoyo a los hombres de la misma forma en la que ven a las jeringuillas hipodérmicas sucias dispersadas en un patio de juegos infantil.

Permítanme explicarme un poco más.

Recientemente leí un artículo en un sitio Web feminista Sociological Images, con dos mujeres con Phd como autoras, en el cual mencionan a su humilde servidor como alguien quien escribió sobre la superioridad de los hombres sobre las mujeres y otra persona dijo que había visitado este blog y que había encontrado mucho lloriqueo ahí.

Así deben de ser las cosas ¿Cierto?

Sin embargo, hagamos una comparación corta para demostrar sobre que es lo que estoy hablando.

Recientemente en este blog, he hablado sobre los problemas de los hombres en la cultura moderna: Un estado policial que arresta y encarcela a los hombres que son víctimas de la violencia doméstica y que permite a las abusadoras femeninas que continúen sus comportamientos criminales; una preferencia en la pena de muerte de 10 a uno en contra de los hombres; una brecha en el suicidio de cinco a uno en contra de los hombres; el desgaste de los progresos de los hombres en la educación superior y en los empleos; la ausencia absoluta de derechos reproductivos para los hombres y la incidencia de las acusaciones falsas de violación en contra de los hombres, las cuales son llamadas como epidémicas incluso por a policía.

Y eso es hablando de los tiempos recientes.

Por otro lado, el artículo del cual comento en el sito Sociological Images era sobre:

Reglas.

No, no las reglas del estado. Reglas para medir. El tipo de reglas que se venden en $1.19 en la tienda de la esquina. Parece que las feminazis en cuestión encontraron una línea de reglas que conmemoraban a los grandes científicos de la historia y una mujer científica, Marie Curie, tenía su propia regla que decía “Grandes Mujeres de la Ciencia”.
Eso es la injusticia horrible que enojó a la autora.

Su problema era (o al menos eso aparenta ser) que las mujeres estaban separadas de los hombres, dando el estado estándar de humanos a los hombres y a las mujeres como algo diferente. Tal vez algo menos.

Pero, esperen un segundo. Por medio siglo, las feministas han gritado y gritado con ira para que reconozcamos a las mujeres; a menudo se nos insiste que celebramos hasta los logros más mediocres. Enfrentémoslo, incluso después de 50 años de esfuerzo para la inclusión y para asistir a las mujeres en acceder a todas las áreas de la vida moderna, lo único que hemos obtenido son logros mediocres.

Aún así, cuando se trata de sus demandas por reconocimientos, ya sea que se los merezcan o no, nos hemos rendido con una buena razón (estudien sobre psicobiología) y hemos aceptado lo que nos dicen. Pero ahora, incluso cuando actuamos como cómplices y le damos a Marie Curie sus 12 pulgadas de fama, esto es una ofensa desde algún punto de vista. Las hemos insultado a todas las mujeres, las hemos relegado a un estatus sub-humano, al alabar sus logros de la “forma equivocada”.

¿Somos nosotros los llorones?

Aquí es donde está el punto. Estas idiotas educadas no son un grupo aislado de imbéciles. Bueno, no están aisladas, en todo caso. No operan fuera de la conciencia general. Ellas son la conciencia general. Mientras más pronto lo entendamos mejor.

La mentalidad actual hacia los hombres es idéntica a la mentalidad hacia los negros en el sur antes de la guerra civil americana. Y no, yo no estoy comparando los problemas de los hombres modernos con los problemas de los esclavos negros. En lo absoluto, lo que si estoy haciendo es comparando la mentalidad de las mujeres modernas con la mentalidad de los dueños de esclavos, también con la de los manginas y los caballeros blancos que gustan de servir como esclavos domésticos.

Ellos practican el mismo nivel de negación y de sentir que tienen derechos como los que se necesitaba para mantener la justificación para la esclavitud. Ninguna cantidad de ira moral va a afectarlos; ninguna cantidad de sufrimiento (salvo el propio) va a llegar a sus corazones.

Y ninguna cantidad de razones va a producir nada más que las miradas blancas de incomprensión como las de una vaca que ve su reflejo en un estanque.

Con todo respeto a Glenn Sacks, ¿Creen que él va a lograr algo en términos de polarizar nuestra agenda en este tipo de vacío moral e intelectual?

Y ahí está el problema. Donde la razón y el diálogo fallan; donde el activismo, tal y como entendemos la palabra, no es un punto de inicio; entonces, responder con más de lo mismo están estúpido como encontrar una trama sexista en las provisiones de comida para la niños en la tienda de la esquina. El camino más sensible es retirarse y la negligencia intencional.

O como Ayn Rand aconsejaría, encoge los hombros.
Encógelos ante todo- todas las cosas malas, sucias y podridas.
Esto ya está sucediendo. No requiere de liderazgo ni de organización. No necesitas donar dinero o tratar de poner esto como promesa de campaña en las elecciones locales. Los hombres están encogiendo los hombros ante el matrimonio y por cada uno que lo haga, significa que el estado no podrá esclavizar a otro hombres a través de las cortes de la familia. Y también significa que otros niños no serán destripados como sacrificio ante el sistema.

Los hombres empiezan a encogerse de hombres ante los partidos políticos, la caballerosidad, el nacionalismo, el consumismo y los medios de prensa principales; todas las toxinas de acción lenta que han puesto a los hombres en la posición de necesitar un movimiento en primer lugar.

Esto va a continuar sucediendo porque es la naturaleza de la física social. Hay un efecto de péndulo aquí y está sucediendo con total indiferencia de las feministas, los medios de prensa principales y si, total indiferencia ante el movimiento de los hombres.

En pocas palabras, no estamos causando nada aquí. Tan sólo le estamos dando un nombre, una voz y un lenguaje.

Registramos que es lo que está sucediendo; lo documentamos y tal vez en nuestra propia forma alentamos a algunos hombres a que reconsideren que diablos ha estado sucediendo en sus vidas. Pero mayormente, creo que muchos hombres, cuando leen nuestra literatura no están convencidos por ella, ni tampoco necesitan tanta persuasión. Tan sólo ellos han encontrado algo que une todas las piezas del rompecabezas para ellos; algo que articula el nudo sin nombre que se retuerce en sus gargantas desde hace rato.

Por eso es que yo no doy concejos, no me veo a mi mismo como un líder y no quiero hacerlo.

Los hombres no necesitan concejos ni guías tanto como necesitan información. Y si hay algo que la mayoría de ellos necesita aprender es que el único liderazgo está en frente del espejo. Nuestra agenda está definida por nuestras elecciones y acciones. Nuestra “causa” es nuestra propia vida, en nuestros propios términos.

Casi cualquier hombre puede asegurar su libertad con cierta seguridad con el simple (y no siempre fácil) hecho de encoger los hombros ante todo lo que se pone en su camino y para estar preparado para construir y mantener su propio bote salvavidas, en lugar de esperar a que el gobierno, las feministas o algún supuesto líder de los activistas por los derechos de los hombres lo haga por él.

Nuestro problema, si es que en realidad tenemos uno, es que hay muchos activistas por los derechos de los hombres quienes todavía no pueden comprender esto. Están esperando que alguien más señale el camino. O tal vez esperan un manual de instrucciones sobre como actuar como un vertebrado. Pero dejemos que se tomen un tiempo. Van a cambiar o van a terminar conformándose con vivir una vida en posición de rodillas, rogando por las sobras de una ramera y pretendiendo que todavía están en Kansas

Supongo que es obligatorio decir lo obvio y decir que esto es sólo mi opinión y que yo me mantengo apoyando al puñado de activistas que están tratando desesperadamente de deshacerse de la maquina social y legislativa que está decidida a destruir a los hombres. Sin embargo también opino que es muy obvio que gastamos mucho tiempo retorciendo las manos por la falta de progreso como medida en contra de la estrategia feminista.

Irónicamente mi mayor inspiración personal vino de la boca de un icono feminista. Para ser específicos, vino de la boca de Marilyn French, quien dijo lo siguiente:

Mis sentimientos por los hombres son el resultado de mi experiencia. Tengo muy poca simpatía por ellos. Como un judío que recién fue liberado de Dachau, miro a un joven y guapo soldado Nazi cayendo al piso con una bala en su estomago y lo miro brevemente y sigo mi caminata. Ni siquiera necesito encogerme de hombros. Simplemente no me importa. Lo que el era, como persona, es decir, cuales fueron sus vergüenzas y sus deseos, simplemente no importan.


Fue fácil para French hacer semejantes declaraciones, porque sin importar el desdén que ella sienta por los hombres, ella vivió toda su vida beneficiándose de sus sacrificios; una ingrata en la teta, ella dejó de succionar sólo cuando tuvo suficiente como para quejarse de la comida gratis. Fue su esposo beta quien le pago su educación y por supuesto ella se divorció de él una vez que él pago por su “independencia” y se hizo a si mismo desechable. Y esa es precisamente la dirección en la que un número creciente de hombres van, con una pequeña diferencia.



No necesitamos a las mujeres. Los hombres no se mueren, ni se enferman sin ellas. No hay un RDA para la vagina. Y mientras más hombres empiecen a darse cuenta de que estar de rodillas es la posición equivocada para recibir sexo oral, entonces van a empezar a aprender a salir por si mismos de los caminos peligrosos y empezarán a tomar autoridad sobre sus propias vidas.

Tal y como le he dicho antes, las mujeres son el cuchillo moderno que el gobierno usa para apuñalar a los hombres por la espalda. Nadie necesita liderazgo para reconocerlo y actuar como corresponde. Todo lo que se necesita es un poco de sentido común y un buen monto de sentido no-común es lo que viene con ser capaz de imaginarte en el rol que fue prescrito para ti.

Si tú estás leyendo esto, probablemente eres uno de los afortunados que tienen ese buen sentido. Disfruta tu propia rareza y disfruta mirando que sucede cuando llegue el tiempo en el que los hombres como tú no sean tan inusuales.

La mayoría de los hombres no pueden hacerlo. Por mi está bien, déjalos que se pudran. Te aseguro que ellos no dudarán en alejarse de tu cadáver. Ellos tienen la información a su disposición 24/7 para que les señale un camino diferente que el del mangina o el del caballero blanco. Mientras más de nosotros sigamos nuestro propio camino, mayor será el precio que esos desafortunados que “no lo entendieron” van a tener que pagar y más atractiva sera tu forma de pensar.

La libertad relativa está a unas pocas decisiones de distancia. Y todo lo que tú tienes que hacer es elegirla.

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