viernes, 27 de julio de 2012

Misandria Popular


Misandria Popular
Por Typhonblue

Escuché el sábado en el programa de radio de costa a costa y  una mujer dijo que el patriarcado es la razón por la cual todo anda mal en el mundo. Y que el hecho de que los hombres estén a cargo es la razón por la cual hay violación y tortura y los hombres han hecho del mundo un embrollo. Ella termino diciendo que las viejas religiones de la diosa eran pacíficas porque “las mujeres son comunales.”

Debería de notarse que ni los invitados ni el anfitrión estuvieron en desacuerdo con esas declaraciones y el anfitrión asintió con la cabeza con entusiasmo. Ambos eran hombres.

Encuentro que ese tipo de declaraciones, que las mujeres son no violentas y que los hombres son monstruos violentos, como algo increíblemente irónico.

¿Por qué? Porque avergonzar es violencia. Y lo que ella estaba hacienda es visitando violentamente a otros.

Es como mirar a alguien darle una paliza a otra persona por no ser un pacifista.

Debería de notarse que este tipo de misandria popular es permanente y raramente desafiada. Eso significa que esta sociedad, la cual de acuerdo con ginecocentristas está oprimiendo a las mujeres, en realidad está dándole palizas psíquicas a los hombres.

Voy a practicar mi risa en este momento.


Misandria Popular: hombría

Voy a ofrecer una idea radical inspirada en el artículo anterior sobre misandria popular.

La hombría en sí misma es un sistema social arcaico de avergonzar a los hombres para controlarlos. Ese precisamente es el propósito; funciona como cabestro y brida. O, más bien dicho, como látigo y espuela.

Lo que hace toda la estructura de la hombría es infligir dolor (vía la vergüenza) a los hombres por no lograr estos estándares arbitrarios e imposibles (decididos para el bien de todos excepto del hombre en cuestión) mientras ofrece leve alivio cuando un hombre “hace lo correcto” es decir, se olvida de sus propios intereses para proveer/ser fuerte/¿sacrificarse por otra persona?

Lo que significa que la toda la identidad de género de los hombres, es definida externamente, es equivalente a una extorción violenta practicada al cuerpo masculino por parte de la sociedad. Cada sistema de vergüenza específicamente masculina se forma a partir de esto.

En todo caso, es algo para pensar.

**Actualización** Y aquí hay un post excelente de Grapeban (ella y yo usualmente peleamos pero debo de darle reconocimiento cuando es justo):
Estoy de acuerdo con la mayor parte de lo que dices.

Es decir, siento que cada rol social encaja en esta idea, pero es particularmente relevante para los hombres.

Tenemos este estado en el que el ESTANDAR SUPREMO DE LA HOMBRIA, el cual deben de alcanzar todos los hombres o sino serán juzgados como no tan buenos como el promedio. Y esto está en capas también, como las cebollas. Primero tienes a un cuerpo masculino, el cual no es lo suficiente para identificarte como un hombre en tu mente. Entonces tienes que ser heterosexual. Entonces tienes que ser blanco. Entonces alto. Entonces fuerte. Entonces tienes que disfrutar pelear. Y los deports. Perder tus emociones. Dominar todo a tu alrededor. ¿Ya hiciste todo esto? Bien hecho, todavía no eres tan masculino como el hombre de allá, ¡ENTONCES SE MÁS MASCULINO MARICA!
(Nótese que la lista de características masculinas no las publiqué en el orden oficial, tan sólo las listé, no nos metamos en las olimpiadas de la opresión ¿de acuerdo?)
Y entonces hay algunos hombres quienes llegan muy cerca de estos requisitos nebulosos y estos son los que hacen que el problema sea peor. Si no miran con desprecio a los hombres sub-par, entonces la sociedad los idoliza y los usa como el estándar para juzgar a otros hombres.
Odio hacer referencia a cierto ensayo de George Orwell, ya que es la segunda vez que lo he hecho en subreddit, pero hay un ensayo de George Orwell en el que pensé cuando leí esta frase:

Estándares arbitrarios e imposibles (decididos por cualquier excepto el hombre en cuestión)
En el ensayo (http://orwell.ru/library/articles/elephant/english/e_eleph) Orwell habla sobre el Imperio Británico, y como las expectativas puestas para dominar a los nativos de India y ser fuertes, los puños de hierro son los que convierten al Imperio Británico en una marioneta de los nativos. Porque son los nativos quienes deciden que es fuerte, y un puño de hierro en realidad si es fuerte.

Y ese fue el momento, en que me paré con mi rifle en mis manos, en que empecé a entender lo vació, la inutilidad del dominio del hombre blanco en el este. Aquí estaba yo, un hombre blanco con su arma, parado en frente de una multitud de nativos – aparentemente el actor principal de esta obra; pero en realidad yo era una marioneta absurda manipulada de un lado al otro por la voluntad de esas caras amarillas de atrás. Yo percibí en ese momento que cuando un hombre blanco se convierte en un tirano destruye su propia libertad. Él se convierte en una marioneta vacía, la figura convencionalizada de un sahib. Porque condición de esta regla es que él va a pasar su vida tratando de impresionar a los “nativos” y por lo tanto en cada crisis él tien que hacer lo que los “nativos” esperan de él. Se pondrá una máscara, su cara se acostumbrará a ella. Yo tuve que dispararle a un elefante. Tuve que comprometerme a hacerlo cuando iba por el rifle. Un sahib tiene que actuar como un sahib; él tiene que dar la apariencia de resolución, de saber lo que hace y ser muy decidido. Para llegar hasta allá, con rifle en mano, con dos mil personas marchando detrás de mis talones, y entonces viajar lejos, sin haber hecho nada – no, eso era imposible. La multitud se reiría de mí. Y toda mi vida, la vida de cada hombre blanco en el este, tendría que luchar para que no se rían de él.

Cuando tenemos al HOMBRE SUPREMO como el ser más grandioso sobre la tierra en una sociedad (busquen las alabanzas a figuras como Chuck Norris, Teddy Roosevelt, seguro, mucho de esto son bromitas, pero están basadas en la idea de que la masculinidad es valorada por sobre todo lo demás), terminamos condenando a los hombres  que intentan cumplir con este roll de ser masculinos y lo que es o no es  masculino, es decidido por el observador, no por el actor. Y cuando los hombres inevitablemente fallan en cumplir con este roll, son tratados como menos que perfectos y por lo tanto irrevocablemente fallidos. Como el Imperio en el ensayo de Orwell, la vida de un hombre en la sociedad es una lucha larga para que no se rían de él.

1 comentario:

  1. Muy buena la entrada sigo leyendo los post del blog aunque no pase mucho a comentar, a proposito más material para el blog:

    La matanza de Batman:
    http://www.cuantarazon.com/crs/2012/07/CR_697981_ellos_fueron.jpg

    El drama de este padre que es tan similar al de los casos presentados en el blog, lo que más me sorprendió es que ocurrió en mi país, Perú:

    http://www.youtube.com/watch?v=Mwev1Uev2S4

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