Por Paul Elam
Hola a todos y bienvenidos a otra edición del el misoginista feliz. El mensaje de hoy es solo para las damas. Espero darles la oportunidad de que se metan en la cabeza de un activista por los derechos de los hombres, o al menos de este.
Verán damas, hay un problema con las mujeres en esta cultura, si lo sé, hay problemas con los hombres también, créanme, he escuchado eso por los últimos 40 años. Algunos de esos comentarios son justos y verdaderos, pero la mayoría es ninguno de los dos. Era un dialogo necesario de todas formas y esto también lo es.
Para entender esto necesitamos un breve repaso de la historia.
A las mujeres del pasado se les negaron los derechos de votación, no podían ser dueñas de terrenos y no tenían acceso a empleos que les de la libertad de seguir adelante solas. Esto tenía que cambiar y por supuesto que sucedió tal y como puede confirmarlo una simple mirada al mundo a tu alrededor, personalmente adoro esos cambios, pero el problema no son esos cambios, sino como llegamos hasta aquí.
La realidad es que los roles de género a través de nuestra historia eran unas trampas para hombres y mujeres: a las mujeres se las relegó a la casa y a los niños y los hombres se los relegó a roles de sacrificio como protectores y proveedores. No era una conspiración, se trataba de supervivencia y por muchos años funcionó muy bien para ese propósito.
Pero una vez en la que los hombres hicieron que el ambiente fuese lo suficientemente seguro para que las mujeres metafóricamente salgan de la cueva, era natural y correcto que los hombres cambiásemos para permitir que eso sucediese y damas, lo hicimos. Esta es la simple verdad de este asunto.
Hombres y mujeres desarrollaron roles de género para facilitar la supervivencia de la especie y una vez que estos roles no fueron necesarios comenzó el complicado camino hacia el cambio.
El problema aquí es que su conocimiento de estos hechos históricos es mayormente moldeado, mas bien forzado, por el feminismo. El feminismo te enseñó que tu historia con los hombres es una de irremediable mal, que tu eras ganado, esclava de los hombres que tenían todo el poder y que te sacaban hasta el intento extremo. Incluso le dieron un nombre, el patriarcado, es una palabra que se ha vuelto sinónimo con opresión.
Pero a las feministas se les olvidó recordarte que “mujeres y los niños primero” fue un verdadero mantra para el patriarcado y que la mayoría de las reglas sociales incluso cuando eran mal guiadas eran producto de un código existía por el único propósito de preservar tu vida. No era siempre justo, pero la injusticia no era siempre para ustedes, los hombres morían por ese código y entrenaban a sus hijos para hacer lo mismo; el hecho de que todavía lo hacemos es sujeto de otra charla.
Entonces, ¿que paso? Las distorsiones feministas fueron aceptadas incrementalmente y se mezcló con la legítima necesidad del cambio, los hombres hicimos lo que normalmente hacemos: “reaccionamos al mensaje y no al mensajero” y desbloqueamos la salida de la caverna. Muchas de ustedes nos escupieron mientras salían, muchas de ustedes todavía lo hacen, esto tiene que parar.
Esto no es solo por decencia y no es solo por el caso de desconfianza que nos separa a hombres y a mujeres o la legión de heridos caminantes de esta guerra de géneros ya olvidada por Dios. Esto se trata de nuestro futuro. La vilificación de los hombres que ustedes han aceptado es inapropiada y ahora se traduce en una catástrofe para nuestros hijos, para tus hijos.
El problema es que lo que decimos y sentimos respecto de la gente invariablemente se traduce en lo que en realidad les hacemos a ellos. En ninguna parte es más evidente que en nuestros hijos aquí y ahora. Si dan un honesto vistazo al ambiente académico al cual nuestros niños están sujetos, verán que su masculinidad está bajo ataque con una ideología que les enseña que ellos están inherentemente fallidos. Christina Hoff Sommers lo documentó en su altamente recomendado libro “La Guerra Contra Los niños” Ella escribe: “La Pedagogía está diseñada para valorar a las féminas como enseñar historia en una forma centrada en la mujer, los niños deben de ser inspirados reverenciar a Anita Hill y disfrutar trabajar con edredones, al mismo tiempo las escuelas desincentivan actividades naturales y tradicionales para los niños tales como jugar a la pelota juntos” Ella continua diciendo con triste y gran precisión: “La mayoría de los padres no tienen ni idea de a que se enfrentan sus niños en la atmósfera cargada de género que hay en las escuelas públicas” lo que Sommers no dijo y yo sí, es el hecho de que: “La mayoría de los padres no tienen ni idea de esto por que ellos escogen no saber”.
Mientras que las niñas y los programas para niñas florecen incrementalmente, los niños se caen por la borda en números crecientes. Los resultados de esto nos dicen lo siguientes: los niños están más probables que nunca a salirse de la escuela y meterse a la delincuencia y otros problemas, ellos representan menos y menos graduados de las universidades cada año. Con esta disminución en la educación y marginalización, ellos están en la vía rápida para convertirse en el segundo sexo, una posición con la que tantas feministas se quejaban que era la mayor maldad en la historia humana cuando decían que se aplicaba a las mujeres.
Este es el legado de escupir a los hombres y tus hijos no serán la excepción. Los hombres jóvenes ahora crecen para ser destruidos en el corrupto sistema de las cortes de la familia, en donde se alienta e incluso felicita a las mujeres para que usen a los hijos, sus hijos, como peones, para drenar al padre de sus activos. Y esos mismo niños tienen sus conexiones con sus padres amputadas en el proceso. Cuando esos hijos explotados y abusados empiezan a crecer, naturalmente se meten en problemas y después se culpa a la ausencia de los padres, que fueron removidos en contra de su voluntad, por estar ausente. Y la libertad que las mujeres ganaron cuando ejecutaron este camino de venganza y victimización fue hasta su destino final, no parece haberse calmado aún, las mujeres se están volviendo incrementalmente más violentas, están igualando a los hombres en violencia domestica, golpe por golpe y están causando una buena porción de lesiones y muertes a los niños en las casas.
Pero no hablamos de estas cosas, no se supone que debemos de hacerlo. En su posición como la victima identificada y la nuestra como el perpetrador identificado debe de haber un silencio indeleble en estos asuntos y por mayor parte lo hay. Este silencio nos está destruyendo y es un silencio que es mantenido con una unión de hombres débiles y superficiales y mujeres mal guiadas y superficiales, en otras palabras, la mayoría de la cultura.
La única respuesta en la que yo puedo pensar es que los hombres y las mujeres cambien. Tal vez podrías concluir esto antes de decir que los activistas por los derechos de los hombres son quejinchosos u odia-mujeres o producto de malas madres. Tal vez llegues a la conclusión de que la mayoría de los activistas por los derechos de los hombres son hombres que por sobre todas las cosas buscan justicia, para sus hijos, para ellos y para finalmente para ustedes.
Espero que unas cuantas de ustedes que escuchen esto consideren la próxima vez que escuchen decir a alguien “los hombres son unos cerdos” o cuando escuches a una mujer referirse a su hijo primogénito como “el seguro” o antes de que asientas con la cabeza cuando alguien diga cualquier cosa negativa contra los hombres. Todo esto tendrá consecuencias para sus hijos y sus nietos. Espero que algunas de ustedes miren a sus hijos y piensen y se pregunten “que clase de mundo realmente quiero para ellos?”.
Cuando tu hijo escoja esposa y se case, espero que consideres la agonía por la que van a pasar cuando a ellos los pasen por los limpiones y les roben a sus hijos en las cortes de la familia. Ustedes estarán forzadas de mirar impotentemente cuando les arranquen sus corazones. Como siempre se verá muy diferente para ustedes cuando el sistema que ustedes ayudaron a mantener con su silencio destruya a sus hijos y no solo a un hombre oscuro y desconocido, quien calladamente cree que recibe lo que se merece. Y esto le va a suceder a más de la mitad de nuestros hijos.
Está claro que la mejor prevención para esto es enseñar a nuestros hijos a escoger con cuidado a escrutiniar bien a una mujer antes de comprometer su vida y su trabajo a ella; analizar sus valores y su moral como mujer previo a poner un anillo en su dedo o incluso considerar si es sabio casarse en primer lugar.
Pero, como podemos hacer esto si les seguimos diciendo que tales consideraciones están hechas de misoginia? Es más como podemos hacer esto si escrutiniar a las mujeres es un tabú. Y ahí está la conclusión damas, ahora es tiempo, así como fue para los hombres, de ser sujetas a escrutinio y de ser consideradas responsables por sus actos. Más importante es hora que las mujeres hagan esto por su propia cuenta. Daré mi mejor esfuerzo en proveer un espejo justo y compasivo en mis artículos y en estos videos, como siempre, les toca a ustedes ver si este espejo es un lugar al que ustedes quieran mirar.
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