domingo, 16 de octubre de 2011

Mujeres Buenas (y porque eso suele desviar la atención)


Por Anakin Niceguy
Desde hace algún tiempo atrás, algunos críticos de la Hombresfera les gusta señalar que “allá afuera hay mujeres buenas.” La implicación de esta declaración es que de alguna forma los MGTOW (hombres que van por su propio camino) MRA (activistas por los derechos de los hombres) PUA (artistas de la conquista) o como quieras llamarte, fallan en reconocer la habilidad de las mujeres para ser sacrificada, moral, gente buena y todo eso. Entonces ¿Qué dices a eso? Si, hay mujeres buenas. ¿Qué tratas de decir?

Hay buenas mujeres allá afuera, así como hay gente buena que tiene la mala suerte de vivir en barrios muy peligrosos. ¿Acaso esperas que yo voy a caminar en tales áreas en mitad de la noche cantando Mr. Roger’s Neighborhood? ¿Crees que muchas “mujeres buenas” u otros hombres harían algo así?

El problema no es la existencia de mujeres buenas. El problema es que la sociedad refleja las aspiraciones de mujeres maliciosas en la ley, la política, la academia, los negocios, la prensa, las religiones modernas, las citas románticas, el hogar, etc. ¿Qué están haciendo las “mujeres buenas” durante este tiempo? N-A-D-A.

Ok, estoy exagerando un poco. Reconozco aquí a la mujer que “lo entiende.” Pero enfrentémoslo: a Jane Q. Pública no parece que le molesta lo que se le permite hacer a las mujeres maliciosas. A Jane Q. Pública no parece molestarle lo que sufren los hombres y lo que experimentan en todos los niveles debido a las mujeres maliciosas les hacen en nivel: político, económico, social, relacional, emocional, mental y físico. Lo que “les preocupa” se muestra desde el punto de vista utilitario (como esto afecta a las mujeres).

Aquí hay otra cosa que considerar: ¿Cuál es tu definición de “mujer buena” en todo caso? Una mujer amigable, una colega del trabajo que podría estar saliendo contigo, el alma de la fiesta, generosa con sus amigas, y aún así llega a casa y trata a su esposo como si él fuera excremento de perro. La linda chica de al lado quien va a la iglesia, quien ama a sus padres, ama a su hermano, ama a Jesús, quien es voluntaria para hacer la sopa, pero que sin embargo siente que es su derecho abofetear fuertemente a un hombre y espera que no va a haber ninguna consecuencia por sus acciones salvo que él se disculpe con ella. En otras palabras, el problema no es necesariamente las mujeres quienes son malvadas a propósitos. En cambio el problema es “las mujeres buenas” quienes no tienen ni idea de que tan injusto y dañino es su comportamiento hacia los hombres.

Conozco a muchas “mujeres buenas” en la vida real. Las amo, pero honestamente, ellas necesitan oler el Java y recibir una revelación.

Entonces, cuando algún tipo me dice que “allá afuera hay mujeres buenas,” yo trato a esas palabras con desdén, porque de hecho eso es una distracción. Cuando se trata del problema de la misandria, no me importa un comino hablar de tales mujeres. Simplemente no voy a en un vecindario peligroso en la noche sin un montón de guardias de seguridad, no voy a estar cantando a las “mujeres buenas” aún. No hasta que la masa crítica de “mujeres buenas” digan “ya fue suficiente de esta basura” y demuestren que realmente se preocupan por los hombres. Yo quiero ver a esas que se hacen llamar “mujeres buenas” denuncien a las mujeres maliciosas y no a los hombres honorables.

No voy a debatir el que “no todas las mujeres son así.” Eso ni siquiera está en la mesa. La hermandad colectiva de no todas las mujeres son así tienen trabajo que hacer. Para citar a un famoso personaje de la Trilogía de la Guerra de la Guerra de las Galaxias:

“No Me Preocupan Los Asteroides Almirante. Yo quiero esa nave.”

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