domingo, 27 de marzo de 2011

La Guerra de Los Géneros

La Guerra de Los Géneros
Por Wendy McElroy

Los “Estudios Masculinos” están golpeando en la puerta de género, pidiendo entrar al campus. Hasta ahora la puerta está bloqueada, pero los golpes se vuelven cada vez más fuertes.

Este campo nuevo es una reacción natural a lo que ha sido el status quo de género dentro de la academia durante décadas.
En los 70s, Los Estudios de Mujeres emergieron en los campuses americanos para promover la investigación y la discusión de los problemas y la historia de las mujeres. Actualmente, cerca de 700 instituciones ofrecen cursos de estudios de mujeres o estudios de género, de acuerdo a la Asociación Nacional de Estudios de Mujeres. Los Estudios de Hombres no se quedaron atrás; es enseñado típicamente como un corolario a los Estudios de Mujeres porque la liberación de los hombres es vista como algo necesario y como consecuencia del feminismo.

Sobrecogedoramente, ambas disciplinas se adhieren a una forma específica de feminismo que fue etiquetada como “feminismo de género” por Christina Hoff Sommers, la autora de “La Guerra en Contra de Los Niños: Como el Feminismo Mal Guiado está Haciendo Daño a Nuestros Hombres Jóvenes.” Tal como Sommers observó “en algún lugar en el camino, la masculinidad convencional se convirtió en algo políticamente incorrecto. En algunos círculos es tratada como una patología que necesita una cura.”

Una premisa fundamental del feminismo de género (y por lo tanto una premisa de los Estudios de Hombres) es que la cultura masculina o “El Patriarcado” oprime a las mujeres a través de las instituciones como el mercado libre y a través de las dinámicas como las construcciones sociales de la identidad de género. El Género es considerado como una creación social, no una creación biológica y la masculinidad tradicional es vista como inherentemente abusiva a las mujeres.

Los Programas de Estudios de Hombres generalmente se enfoca en la “construcción social de la masculinidad” dentro de una sociedad patriarcal y sobre los problemas del “privilegio masculino.” En otras palabras, se aferran a las dejas del feminismo de género – pero desde una perspectiva masculina.

Ahora llega al campus un nuevo desarrollo: Estudios Masculinos – una reacción en contra de la teoría del feminismo de género y en contra de las políticas de género sobre los estudiantes masculinos.

Lionel Tiger, un renombrado antropólogo quien es profesor en la Universidad de Rutgers es la fuerza motivadora de este proyecto. Él argumenta que las diferencias biológicas entre los “organismos masculinos y femeninos” son inherentes y significativas. Incluso, el declara que existe una “relación enorme” entre la biología y el comportamiento humano. En pocas palabras, Los Estudios Masculinos empiezan con la premisa de que el género está basado en la biología incluso si esas manifestaciones son parte de la cultura.

Tiger continúa argumentando que los Estudios de Masculinidades son “propiedad exclusiva” del feminismo de género, dejando a los hombres sin representación en el campos ni voz que los represente en lugar de denigrarlos. Él argumenta que el impacto de negar la “masculinidad” ha devastado académicamente a los jóvenes en dos formas básicas.

Primero, los hombres están ahora subrepresentados en los campus. Un informe del 2009 del Departamento de Educación encontró que 583.000 mujeres fueron galardonadas con títlos asociados en comparación con 319.000 hombres. Aproximadamente un millón de mujeres recibieron títulos universitarios en comparación con 700.000 hombres. De esos datos, Dennis Gouws, un professor asociado de la Universidad de Springfield, Massachusetts, concluyó que: “nuestro sistema de educación no está apoyando suficientemente a los niños y a los hombres, con consecuencias trágicas. Intentos de suicidio y tasas te suicidio completado en niños de edad secundaria y terciaria y hombres en los Estados Unidos superan enormemente a los de las niñas y las mujeres.” (Todo esto es cierto, pero es difícil de ver como la institución de los “Estudios Masculinos” cambie estas tendencias.)

Segundo, los hombres están siendo devastados académicamente ya sea por ser excluídos del currículum o al ser incluidos en forma despectiva. Entonces la misión de la Fundación Para Los Estudios Masculinos llama a la “creación de programas y currículums comprensivos en las mayores universidades de investigación” para “enfrentar la brecha en las becas y en la investigación científica que existe entre el estudio de los hombres y de las mujeres.”

http://www.malestudies.org/mission.html

La fundación fue creadad en el 2010 con el objetivo de establecer un departamento académico con una cargo dedicado a los Estudios Masculinos. La fundación anunció su presencia el 7 de abril del 2010, en un consortium que se efectuó en la Universidad de Wagner en Staten Island, Nueva York. Los académicos reunidos incluyeron a Sommers, Tiger y a Gouws, así como a Miles Groth de la Universidad de Wagner y a Katherine Young de la Universidad McGill. Se trataron cinco contenidos, psiquiatría y el autor Edward Stephens abrió el consortioum declarando:
http://www.malestudies.org/4-7transcript.pdf

“Hoy, estamos haciendo dos preguntas principales: Primero, ¿Cuál es la ética de asignar el 90 por ciento de los recursos académicos a un sólo género? Segundo ¿Cuáles son las consecuencias no intencionadas de la falla de nuestras instituciones académicas por considerar las necesidades del siglo veintiuno de los hombres?”

La cobertura del New York Times del véneto mencionó que Groth, Tiger y Stephen “parecen estar muy adoloridos por no decir nada crítico sobre el feminismo o de los estudios de mujeres.” Tiger insistes que “no cree que los estudios masculinos emergiesen de la amargura.”
http://www.nytimes.com/2011/01/09/education/09men-t.html?_r=3&pagewanted=1&emc=eta1

Pero la amargura parece ser inevitable. Por una parte, declarar que los Estudios de Mujeres reciben recursos y poder injustamente es un argumento de facto para redistribuir los recursos y el poder lejos de las mujeres. Entonces, las feministas del campus acusan a Los Estudios Masculinos de intentar de restablecer el patriarcado dentro de la academia.

La oposición más vocal, sin embargo, viene de aquellos envueltos en los Estudios de hombres; ellos ven a la crítica de la fundación como un ataque personal y político. Por ejemplo, al rehusar invitaciones de la fundación, para hablar, Robert Heasley, presidente de la Asociación de Estudios de Hombres, ha llamado a los Estudios Masculinos “una ofensa” a su disciplina. Él también llamó a esto un conflicto de “izquierda/derecha” en el cual los Estudios Masculinos están tomando “una especie de punto de vista estilo Glenn Beck.”
http://mensstudies.org/

Sin importar la verdad de las políticas, Los Estudios Masculinos no se van a ir en silencio ni pronto. Se programa una segunda conferencia el 6 de Abril del 2011 en la Academia de Medicina de Nueva York. Un journal académico está en camino: Estudios Masculinos: Un Journal Interdisciplinario va a ser lanzado en el 2011.
http://www.malestudies.org/events.html

Todo esto es entretenido, pero ¿Introducir otra capa de análisis de género en la academia va a hacer algo para avanzar en el conocimiento? O ¿Los Estudios Masculinos, al igual que los Estudios de Mujeres y los Estudios de Hombres antes que ellos, intentaran convertir quejas y las agendas políticas en disciplinas académicas? Si es lo primer, entonces el éxito de Los Estudios Masculinos en el campus es probable que resulte den el equivalente profesional a peleas de comida.
http://popecenter.org/clarion_call/article.html?id=2485

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