¿Cómo un pene flácido puede salvar al mundo? El poder de la
vagina, así que sin más demoras, metámonos en el tema.
Vagina, sabemos que es lo que todo el mundo necesita y así
es como el mundo es ¿cierto? La sustancia más valiosa del mundo, porque los
hombres la quieren tanto; de la misma forma que cualquier animal macho en el
planeta, los machos humanos hasta tartamudean por la vagina. Es instinto, esparcir
tu semilla, meterlo en la cosa peluda, pero ¿Qué tal si esto no es cierto?
¿En verdad es un instinto?
Si fuera un instinto, otros animales actuarían de la misma
forma, pero no lo hacen. Las hembras chimpancés suplican a los machos chimpancés
por sexo. Las hembras antílopes, gritan y hacen lo que sea para obtener
atenciones sexuales de sus compañeros machos. Los sementales son considerados
como el mayor ejemplo de sexualidad masculina siempre lista, pues a veces
respingan la nariz ante una hembra por alguna razón caballuna.
Así es que ¿Qué es lo que le da a la vagina ese poder
estelar en nuestra sociedad? Miremos al escenario promedio en las citas
románticas: el hombre es responsable por pedirle a la mujer que salga con él,
escoger el lugar para la cita, pagar por la cita, iniciar la intimidad física,
cuando la intimidad física llega a suceder él también es responsable por lograr
y mantener una erección, ponerla húmeda, darle placer, la mayoría del trabajo
del sexo y aquí viene la parte graciosa, la parte del sexo por la cual un
hombre también es responsable, lo que convierte a todo esto en algo absurdo:
"El hombre también es responsable por su propio
orgasmo."
Como dijo un famoso comediante:
"No eres tú, son los pensamientos sucios en nuestras
cabezas."
La sociedad dice que el valor de la sexualidad femenina es
la habilidad de darle orgasmos a los hombres ¿Cierto? Eso es lo que hace que se
les ponga dura ¿Cierto? Es lo único que hace que no quieran parar ¿Cierto?
Pero los hombres han empezado a darse cuenta de esta estafa.
Las mujeres no les dan orgasmos, ellos se dan orgasmos a sí mismos, digámoslo
otra vez: "Las mujeres no les dan orgasmos, ellos
se dan orgasmos a sí mismos, en presencia de las mujeres."
Piénsenlo, la única cosa que la sociedad dice, hace que tu
sexualidad sea mucho menos valiosa que la de las mujeres, la sexualidad de ella
es mucho más preciosa que la tuya y ella no te la está dando, tú te estás dando
un orgasmo a ti mismo, ella te está dando el dolor de cabeza.
¿En qué momento en esta farsa los hombres paran y se dan
cuenta que se están metiendo en una relación sexual con ellos mismos?
Mira al sexo casual promedio, en la cultura del sexo casual,
donde el hombre pretende tener un orgasmo del sexo y a lo que me refiero al
decir 'pretende tener un orgasmo' es que él pretende que la mujer le produce un
orgasmo a él. Con una mujer menos atractiva, el podría o no tener problemas con
la higiene personal y ¿Este es el recurso tan preciado por el cual los hombres
centran sus vidas?
La erección permanente es una expectativa social que le da
el poder a la vagina, la expectativa de que los hombres, los siempre listos,
las máquinas que cumplen con su deber, las máquinas que funcionan como
pistones, que tienen orgasmos sólo con mujeres y pretenden que las mujeres les
están dando orgasmos que en realidad no les están dando.
Así que ¿Qué es lo que le da el poder a la sonrisa vertical?
Eres tú. Es cada uno de ustedes, que pretenden que tiene
vale más de lo que en realidad vale, al pretender que si tiene valía, más de la
que realmente tiene.
Así que aquí les tengo una idea: reconoce que una vez que le
pides a una mujer que salga contigo, planear la cita, pagar por la cita,
hacerte responsable por el escalamiento físico, responsable por la respuesta
física de ella, responsable por tu propio orgasmo; entonces reconoce que estás
teniendo sexo contigo mismo, la mujer tan sólo es una formalidad. O demanda que
la vagina haga lo que se ha publicitado que hace y que te de un orgasmo y
cuando no funcione como se ha publicitado, no te culpes a ti mismo, culpa a la
vagina, culpa a todo ese edificio de mentiras, construido a su alrededor como
una contenedora de maravillas y del placer supremo.
Vagina, es tan sólo otro de esos productos de mala calidad
en los canales de compras, funciona maravillosamente en las demostraciones en
vídeo, pero una vez que la sacas de la caja, falla seriamente en cumplir con
las expectativas.
Así que ¿Cómo acabas con el poder de la vagina?
Es simple, deja de pretender: deja de pretender que tú estás
en una cita con otra persona, puesto que se puede reemplazar a la otra persona
con una linterna y no se pierde nada en la experiencia, nada se pierde excepto:
molestias, exposición y olores corporales. Deja de pretender que la mujer con
la que tú estás te está dando una erección, porque no es cierto; deja de
pretender que ella te está dando un orgasmo, porque no te lo está dando.
Lo divertido de esto es que la erección no está siempre
lista.
Las erecciones musculares están siempre listas y los seres
humanos no tienen eso, sino que tienen erecciones vascular congestivas, las
erecciones necesitan flujo sanguíneo, y las de ese tipo son digamos, una
carrera, un sistema tecnológicamente avanzado en un estado de sinergia extremadamente
volátil. Así que si el pene se pareciese a una máquina, no es tanto como un
pistón siempre listo y más bien es un detector de mentiras extremadamente
eficiente.
Así que, tal vez la próxima vez que un hombre la tenga
flácida y la sociedad diga que él debería de tenerla dura, en lugar de pensar
que él está fallando en su desempeño, él debería de estar pendiente por la
presencia de mentiras de clase A en sus alrededores. Él podría encontrar que
todas sus partes funcionan como deben, muchas gracias y tal vez la capacidad
del pene para detectar mentiras es la verdadera razón por la cual la sociedad
ha invertido tanto en medicar tanto al pene que no funciona, porque en realidad
funciona demasiado bien, así fue diseñado y a la sociedad no le gusta lo que
dice.
Deja de pretender que tú estás recibiendo nada más de lo que
en realidad recibes, deja de perpetuar la histeria, las mentiras, y los mitos que
rodean al órgano más publicitado del mundo.
Así que trae tu barómetro para medir mentiras, tus penes
flácidos, porque es hora de destruir las mentiras
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