martes, 11 de septiembre de 2012

El Poder de la Vagina y Los Penes Flácidos



¿Cómo un pene flácido puede salvar al mundo? El poder de la vagina, así que sin más demoras, metámonos en el tema.

Vagina, sabemos que es lo que todo el mundo necesita y así es como el mundo es ¿cierto? La sustancia más valiosa del mundo, porque los hombres la quieren tanto; de la misma forma que cualquier animal macho en el planeta, los machos humanos hasta tartamudean por la vagina. Es instinto, esparcir tu semilla, meterlo en la cosa peluda, pero ¿Qué tal si esto no es cierto?

¿En verdad es un instinto?

Si fuera un instinto, otros animales actuarían de la misma forma, pero no lo hacen. Las hembras chimpancés suplican a los machos chimpancés por sexo. Las hembras antílopes, gritan y hacen lo que sea para obtener atenciones sexuales de sus compañeros machos. Los sementales son considerados como el mayor ejemplo de sexualidad masculina siempre lista, pues a veces respingan la nariz ante una hembra por alguna razón caballuna.

Así es que ¿Qué es lo que le da a la vagina ese poder estelar en nuestra sociedad? Miremos al escenario promedio en las citas románticas: el hombre es responsable por pedirle a la mujer que salga con él, escoger el lugar para la cita, pagar por la cita, iniciar la intimidad física, cuando la intimidad física llega a suceder él también es responsable por lograr y mantener una erección, ponerla húmeda, darle placer, la mayoría del trabajo del sexo y aquí viene la parte graciosa, la parte del sexo por la cual un hombre también es responsable, lo que convierte a todo esto en algo absurdo: "El hombre también es responsable por su propio orgasmo."

Como dijo un famoso comediante:

"No eres tú, son los pensamientos sucios en nuestras cabezas."

La sociedad dice que el valor de la sexualidad femenina es la habilidad de darle orgasmos a los hombres ¿Cierto? Eso es lo que hace que se les ponga dura ¿Cierto? Es lo único que hace que no quieran parar ¿Cierto?

Pero los hombres han empezado a darse cuenta de esta estafa. Las mujeres no les dan orgasmos, ellos se dan orgasmos a sí mismos, digámoslo otra vez: "Las mujeres no les dan orgasmos, ellos se dan orgasmos a sí mismos, en presencia de las mujeres."

Piénsenlo, la única cosa que la sociedad dice, hace que tu sexualidad sea mucho menos valiosa que la de las mujeres, la sexualidad de ella es mucho más preciosa que la tuya y ella no te la está dando, tú te estás dando un orgasmo a ti mismo, ella te está dando el dolor de cabeza.

¿En qué momento en esta farsa los hombres paran y se dan cuenta que se están metiendo en una relación sexual con ellos mismos?

Mira al sexo casual promedio, en la cultura del sexo casual, donde el hombre pretende tener un orgasmo del sexo y a lo que me refiero al decir 'pretende tener un orgasmo' es que él pretende que la mujer le produce un orgasmo a él. Con una mujer menos atractiva, el podría o no tener problemas con la higiene personal y ¿Este es el recurso tan preciado por el cual los hombres centran sus vidas?

La erección permanente es una expectativa social que le da el poder a la vagina, la expectativa de que los hombres, los siempre listos, las máquinas que cumplen con su deber, las máquinas que funcionan como pistones, que tienen orgasmos sólo con mujeres y pretenden que las mujeres les están dando orgasmos que en realidad no les están dando.

Así que ¿Qué es lo que le da el poder a la sonrisa vertical?

Eres tú. Es cada uno de ustedes, que pretenden que tiene vale más de lo que en realidad vale, al pretender que si tiene valía, más de la que realmente tiene.

Así que aquí les tengo una idea: reconoce que una vez que le pides a una mujer que salga contigo, planear la cita, pagar por la cita, hacerte responsable por el escalamiento físico, responsable por la respuesta física de ella, responsable por tu propio orgasmo; entonces reconoce que estás teniendo sexo contigo mismo, la mujer tan sólo es una formalidad. O demanda que la vagina haga lo que se ha publicitado que hace y que te de un orgasmo y cuando no funcione como se ha publicitado, no te culpes a ti mismo, culpa a la vagina, culpa a todo ese edificio de mentiras, construido a su alrededor como una contenedora de maravillas y del placer supremo.

Vagina, es tan sólo otro de esos productos de mala calidad en los canales de compras, funciona maravillosamente en las demostraciones en vídeo, pero una vez que la sacas de la caja, falla seriamente en cumplir con las expectativas.

Así que ¿Cómo acabas con el poder de la vagina?

Es simple, deja de pretender: deja de pretender que tú estás en una cita con otra persona, puesto que se puede reemplazar a la otra persona con una linterna y no se pierde nada en la experiencia, nada se pierde excepto: molestias, exposición y olores corporales. Deja de pretender que la mujer con la que tú estás te está dando una erección, porque no es cierto; deja de pretender que ella te está dando un orgasmo, porque no te lo está dando.

Lo divertido de esto es que la erección no está siempre lista.

Las erecciones musculares están siempre listas y los seres humanos no tienen eso, sino que tienen erecciones vascular congestivas, las erecciones necesitan flujo sanguíneo, y las de ese tipo son digamos, una carrera, un sistema tecnológicamente avanzado en un estado de sinergia extremadamente volátil. Así que si el pene se pareciese a una máquina, no es tanto como un pistón siempre listo y más bien es un detector de mentiras extremadamente eficiente.

Así que, tal vez la próxima vez que un hombre la tenga flácida y la sociedad diga que él debería de tenerla dura, en lugar de pensar que él está fallando en su desempeño, él debería de estar pendiente por la presencia de mentiras de clase A en sus alrededores. Él podría encontrar que todas sus partes funcionan como deben, muchas gracias y tal vez la capacidad del pene para detectar mentiras es la verdadera razón por la cual la sociedad ha invertido tanto en medicar tanto al pene que no funciona, porque en realidad funciona demasiado bien, así fue diseñado y a la sociedad no le gusta lo que dice.

Deja de pretender que tú estás recibiendo nada más de lo que en realidad recibes, deja de perpetuar la histeria, las mentiras, y los mitos que rodean al órgano más publicitado del mundo.

Así que trae tu barómetro para medir mentiras, tus penes flácidos, porque es hora de destruir las mentiras

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