Por MICHAEL COREN
Por más de dos años he escrito una columna sobre hombres
en un periódico Canadiense.
Antes jamás había considerado los problemas de los
hombres, sin embargo el editor de esta publicación quería que este tema sea
cubierto, así que tuve que acceder. Y entonces se me abrió la puerta a un mundo
que jamás había imaginado.
Padres divorciados a quienes se les niega el acceso a sus
hijos, a pesar de que pagan cantidades enormes de manutención infantil y manutención
de esposa y las cortes siempre le dan la custodia a las madres. Las mujeres que
tienen aventuras amorosas y quienes han decido, como dicen los abogados
"limpiar la casa" al decir a la policía que ellas están siendo
abusadas. Ellas no estaban siendo abusadas, pero los policías estuvieron
obligados a arrestar al marido y lo previnieron de regresar a su hogar.
Hombres quienes son víctimas de abuso físico intenso y
emocional a quienes las autoridades les dicen que "aguanten y se comporten
como hombres", hombres que se quitan sus propias vidas porque sus hijos
fueron tornados en su contra por ex-esposas enojadas. Cada vez que cubrí
semejantes historias, yo recibía un montón de cartas de hombres que suplicaban
por ayuda.
Menciono esto porque el mes pasado Warren Farrell,
nombrado por el Financial Times como uno de los Top 100 líderes del pensamiento
y autor de varios best sellers seminales, estaba programado para dar una charla
en la Universidad de Toronto.
El tema de su charla era la crisis entre los niños y como
no les va bien en la educación, generando múltiples problemas en la edad
adulta.
Farrell es enormemente respetado por su desafío al
supuesto de que los hombres tienen todo el poder, y él también es controversial
porque ha cuestionado algunas estadísticas de abuso, violación y desigualdad de
género.
Él apoya sus declaraciones con gran cantidad de
investigaciones, por supuesto, pero nada de esto importa a aquellas que lo
desean silenciar. Había aproximadamente 100 de estas fanáticas en la
universidad antes de que él hablase, destruyendo posters, amenazando e
insultando a cualquiera que intentase atender a la charla y explicando su
comportamiento de la única forma en la que las estudiantes con mucho dinero
pueden hacerlo, "Debería de darte vergüenza, eres una maldita basura"
para aquellos que estaban en desacuerdo con ellas. Existe vasta evidencia en
vídeo de esto.
Ellas daban saludos nazis a los oficiales de policía y
les gritaban en sus caras que eran "maldita basura y unos malditos
cerdos" incluidas las mujeres policías presentes.
El por qué algunas de ellas no fueron arrestadas es algo
que no puedo entender, ya que estaban claramente intimidando físicamente a otra
gente. Pero la falla en arrestar a izquierdistas violentos es ahora algo común
en estos eventos.
La fealdad y la estupidez de la muchedumbre era
invencible. Decoradas con malos maquillajes y piercings, sus caras desfiguradas
con odio y auto-desprecio, ellas gritaban a Farrell y a cualquiera que quisiera
oírlo - los que lo apoyan o los que se oponen - e intentaron bloquear todas las
salidas y las entradas. Ellas se reían y abusaban de cualquiera que dijese sus
historias personales de tragedia y sufrimiento, cantaban que los grupos por los
derechos de los hombres eran grupos de odio, y con mucho orgullo declararon que
su intención era cerrar el evento y prevenir la libre expresión.
A pesar de todo esto, Farrell habló, y lo hizo muy bien.
Pero pensar que el feminismo con mucha frecuencia llega a esto y ver la
verdadera forma del movimiento de las mujeres es algo verdaderamente triste.
Todo lo que queda por decir es, "que vergüenza, que vergüenza".
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