Por Carey Roberts
El jueves pasado
hombres y mujeres en todo el país se reunieron para compartir sus experiencias
sobre acusaciones de abuso. El evento fue un emotivo testamento de cómo una Ex
Guerra al Crimen se ha convertido en Temporada Abierta del Inocente, o así
parece ser.
Esta reunión fue
la primera conferencia sobre Acusaciones Falsas, realizada en Washington, DC y
fue auspiciado por un grupo llamado Detengan a los Ambientes Abusivos y
Violentos. Si, hubo suspiros llenos de angustia y lágrimas cuando personas
recontaron sus batallas diarias – para algunos, estas fueron obsesiones – para
exonerarse y restaurar sus buenos nombres.
La conferencia
fue iniciada con la revelación de que el 11% de los Americanos reportan que han
sido acusados falsamente de abuso infantil, o de ataques sexuales. Este
impresionante número significa que decenas de millones de personas han llevado
una marca en sus frentes con el letrero que dice Abusador.
La conferencia
mostró presentaciones de un grupo de grupos de interés quienes han presenciado
en primera mano los efectos de las acusaciones falsas.
La Asociación
Nacional de Abogados de Defensa Criminal resaltó el “daño inmenso y con
frecuencia irreparable causado a nuestros clientes por las acusaciones falsas,
no sólo a la reputación y a las relaciones personales, pero con frecuencia
también hay daño al estilo de vida y a la salud del individuo.”
La Asociación de
Defensa legal Casera documentó repetidas instancias donde una llamada anónima destaba
a una visita no anunciada de una trabajadora social, a veces terminando en el
cacheo de un nin;o desorientado. Estos no son casos aislados – en toda nuestra
nación, sobre el 85% de las acusaciones de abuso infantil se encuentra que no
tienen fundamentos http://www.saveservices.org/false-allegations-awareness-month/
Después
testificó la coalición de Padres e hijos sobre como una acusación de abuso
infantil o de violencia doméstica con frecuencia se puede usar como un plan
estratégico en una disputa sobre custodia infantil. “Cuando un padre puede ser
sentenciado a meses de cárcel por simplemente dejar un galón de leche en la
puerta de su hijo, entonces realmente hemos llegado al punto de ‘histeria’
sobre violencia doméstica,” dijo el director ejecutivo de la ACFC Michael
McCormick.
El representante
de la Coalición Nacional de los Hombres contó la historia de Raúl, un soldador
de buques que fue atrapado en un matrimonio infeliz con una mujer abusadora.
Ella empezó a acusarlo de un montón de ofensas incluyendo abusar sexualmente de
su bebé. Mientras el conflicto escalaba, la familia de la mujer empezó a
amenazar al hombre. Hace dos semanas atrás, Raúl fue descubierto yaciendo en el
desierto de california, con una herida de arma de fuego en la cabeza.
Cuando Encuentros
Internacionales describen como juegan las Chicas de la Tarjeta Verde con el
abuso para asegurar autorización de trabajo y la ciudadanía. Recordando sus
experiencias de su niñez en la antigua Unión Soviética, Natasha Spivack contó
esto a la audiencia:
"En la
Rusia Estalinista, la gente inocente eran asumidos como culpables si se los
reportaba como 'Enemigos de la Madre Patria'. Se los enviaba al Gulag o se los
ejecutaba sin un juicio justo. En los Estados Unidos de América, los ciudadanos
son asumidos como culpables si se los reporta como 'Abusadores Domésticos' ...
ellos pierden sus trabajos, su salud mental, su reputación, su confianza en la
justicia y su autoestima."
Entonces fue el
turno de las víctimas, las personas falsamente acusadas, para que hablen y
rompan el silencio y la vergüenza que domina la vida de los que han sido
falsamente acusados.
Cheryl Shanks de Nueva Jersey contó como su ex marido fabricaba
acusaciones de abuso de modo que él pudiese recibir trato especial por las
autoridades de inmigración: "El drama empezó en Agosto del 2003... El
precio que mi familia tuvo que pagar fue enorme. Mi hijo está en terapia semanal."
Carl Starling de Maryland describe como su exesposa lo acusaba
repetidamente de golpearla con el puño, pero no experimentó la necesidad de
visitar la sala de emergencia de un hospital para tratar sus heridas.
Gordon Smith de Delaware describió la experiencia de Odia-Hombres que
tuvo al tener una esposa abusiva quien buscaba ser absuelta al acusarlo de
todas las cosas que ella hacía. Cuando el buscó acusarla de perjurios, el
fiscal protestó, dejando al señor Smith con la deplorable "protección del estado"
para los acusados falsamente.
Y Terri Quick de Pensilvania describió el drama de su hijo quien tuvo
sexo consensual con su novia. Cuando la relación se dañó y ella decidió re-encender
la vieja lama, él de repente se encontró acusado de violación. La evidencia era
completamente circunstancial, pero fue suficiente como para asegurar su
arresto.
Pero le tocó el turno a Ben Vonderhide de Pensilvania quien se robó el
show:
En el 2007 su ex-novia fue encontrada culpable de tres cargos de hacer
acusaciones falsas por parte de las autoridades. A pesar de que fue declarada
culpable, la ex continúa en su campaña de vilificar al padre ante los ojos de
su hijo y los jueces de la familia se niegan a levantar un dedo para detener
las calumnias. "Se asume que eres culpable hasta que se prueba que eres
inocente, en incluso en ese entonces sigues siendo considerado culpable,"
dijo Vonderheide consternado.
¿Las cosas en los Estados Unidos son tan malas como en la Rusia
Soviética? Por supuesto
que no.
Pero historias de informantes anónimos, el supuesto de culpabilidad,
acusaciones motivadas por ideologías, un sistema de justicia criminal y la
condonaciones tácitas de perjurios señalan a una industria del abuso que se
está saliendo de control.
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