jueves, 6 de mayo de 2010

Las feministas dicen las cosas más retorcidas

Si tu eres el tipo de persona que odia a las feministas radicales de la forma en la que yo lo hago y yo sé que eso es cierto, al menos con uno o dos de mis oyentes regulares como Steve de Luca y CCW, entonces yo tengo el libro perfecto para ti, se llama “Las feministas dicen las cosas más retorcidas” un profesor políticamente incorrecto confronta a las mujeres en el campus. Hablaremos de eso aquí en el capítulo 39 del Infierno de Chapin, un caldero andante de comentarios políticamente incorrectos.

El autor de este libro tan delicioso e irreverente no es otro más que Mike Adams, quien ha sido un VIC un conservativo muy importante, desde que empezó a escribir columnas para townhall.com hace unos poco años atrás. Él es un profesor de criminología en la universidad de Wilmington, Carolina del Norte, pero no hay nada de callado ni de reservado al respecto de él. El doctor Adams es el tipo de activista cuyo lema es “Dilo fuerte y dilo orgulloso” quien ha adquirido una serie de bien merecida de seguidores desde que empezó a escribir.

El conoce a las feministas tan bien como ellas conocen el privilegio de la sociedad y recompensas no merecidas. Desde el principio el sabía que ellas censuran a todo aquel que no las toma en serio solo para castigar a quienes cometen el crimen de no tomarlas seriamente. Al que aparece injustamente acusado de acoso sexual, el doctor le dice: “Ambos sabemos como actúan las feministas cuando se las critica por hacer algo tonto, ellas pierden el control y terminan haciendo algo aún más tonto, tu acusadora no nos provee con excepción alguna para la regla”. Como ya pueden darse cuenta, el doctor Adams está hecho de un material diferente que el conservativo normal, no hay nada distante parcial ni diplomático sobre él. Él es confrontacional, siempre listo para ridiculizar y reacciona ante los ataques personales con ataques personales superiores y de su autoría.

A pocos nos agrada y tenemos la oportunidad en la guerra cultural. Los radicales se apoderaron de nuestras universidades por que tantos académicos escogieron no pelear o trataron de pelear de una manera caballerosa. En cambio Adams, es como Bárbol, quien se va a Isengard, para arreglar los problemas con palos y piedras.

Y el se enfrenta a los martillos y las hoces de la izquierda con ballestas y hachas, es el tipo de persona que trae una R9 Desna misiles intercontinentales a una pelea con cuchillos y yo lo admiro por eso.

Que estilo, que valentía, que fineza, si yo usase un sombrero en este momento, me lo quitaría en su honor. En este libro el pone una serie de cartas, algunas enviadas y otras sin enviar, como una forma de describir el clima con que se encuentra alguien tan directo como el doctor Adams, en una de nuestras universidades, las cuales están totalmente dedicadas a la meta dorada del empoderamiento femenino.

La razón por la cual algunas de estas cartas están sin enviar es por que sus abogados le prohíben mandarlas, el doctor Adams está en medio de una demanda legal que el inició en contra de las feministas en su departamento, las cuales le negaron promociones. La jefa de su departamento dice que su decisión refleja un consenso inmenso, pero nuestro héroe piensa de forma diferente.

El doctor Adams, les pone carnada a estas neandertales de forma continua, en cada memorando él quiere que ellas respondan sus preguntas. Con cartas creadas por asistentas masculinos les envió un sticker para el parachoques que dice: “nunca envíes a una feminista a hacer el trabajo de un hombre”.

A otra le pregunto si debería de hacerse un cambio de sexo para ver si calificaba para una posición en la oficina de diversidad en el campus, en otro mail a la misma comisario, que los códigos de discursos son darwinismo reverso que se usa para que sobrevivan los débiles, por que la gente no apta emocionalmente siempre está protegida. Los que lloran al encontrarse con puntos de vista con los que no están de acuerdo se pueden quedar, mientras que los que si son emocionalmente estables tienen que cargarlos.

Sugirió que las mujeres que tienen abortos, usen chaquetas y gorras de color naranja en el campus durante la temporada de abortos, para advertir a los hombres que no quieran que maten a sus hijos. Tristemente esto no fue apreciado por las elites reinantes del campus.

En otra carta a la arpía ya mencionada, el preguntó si le negaron su solicitud por la necesidad de “destruir las murallas de la dominación masculina, que controlan las vidas de las mujeres” la cual fue una frase que el tomo de un artículo de ella.

El también menciona la “Intuición masculina” como lo que le hizo darse cuenta de que la muestra que ella usó en un documento de investigación fue demasiado pequena para que sea transferible a la población en general.

Algunas de estas cosas son invaluables. Después de descubrir que el centro de mujeres de la universidad de Duke hace un seminario que le enseña a las alumnas como masturbarse, el doctor Adams tuvo una epifanía: les preguntó si estarían interesadas en una propuesta de investigación en la que se usaría tests sobre el coeficiente intelectual para evaluar varias hipótesis, una de las cuales es si las feministas que necesitan información formal sobre como autoestimularse automáticamente tendrían coeficientes intelectuales de por lo menos 10, mientras que la segunda hipótesis es que los que asistan a esta charla tendrían que ser miembros del partido demócrata. Al final el centro de mujeres no le respondió.

Feminista, de Kentucky del norte invitó a los estudiantes a que expresen sus derechos a la libertad de expresión destruyendo una demostración anti-aborto en el campus, de modo que él le informó que ella es una criminal común y que no estaba moralmente apta para enseñar en una universidad.

Al centro de mujeres de la universidad de Apple Leiton, quienes tenían una frase en su página Web que decía: “detrás de cada hombre exitoso hay una mujer sorprendida” él expresó que la frase quiere explicar las políticas de la escuela respecto a acoso sexual. No hay nada de que preocuparse, él se ofreció a arreglar las cosas con ellas al donar una frase celebre propia para el centro: “detrás de cada hombre exitoso hay una mujer gorda y estúpida”. No le respondieron, pero sacaron la frase de la página Web después de dos horas.

Debo advertirles, como alguien a quien le gusta el doctor Adams, el pasa la mayor parte de su tiempo profesional en compania de mujeres, que sus metodos de enfrentarse al sexo opuesto no deberían replicarse nunca jamás bajo ninguna cirscunstancia por otros hombres en sus lugares de trabajo. Digo esto con el proposito de ayudar, porque si los que ven esto tratasen de actuar como él, los van a despedir.

Si yo contestase criticismos de una forma Adamsonia, me hubiesen despedido antes de recibir mi primer pago. Un hombre no puede responder de esa forma en el trabajo, por que si lo hace está frito. En realidad es afortunado que lo peor que el haya pasado al doctor Adams es perderse una promoción. No digo que su forma de escribir sea balanceada, por que no lo es. Pero el hombre que trabaja codo a codo con mujeres debe de aprender a poner la otra mejilla, de otra forma este hombre será tan solo una estadística. Si mi advertencia no fuese suficiente, les pregunto ¿vas a evolucionar o te vas a extinguir?

Bueno, regresando al doctor Adams, el resultado de su acción legal es uno que espero con ansias, con algo de suerte se va a basar en desempeños pasados, estoy seguro que él nos va a contar.

Espero que el sea capaz de seguir y seguir adelante, ya que todos le estamos en deuda.

Bueno, eso es todo en este capítulo 39 del Infierno de Chapin y recuerden que “Yo soy Bernard Chapin y apruebo este mensaje político”.

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