Por Mario de La Fuente
LA NUEVA GENERACION DE MUJERES AGRESIVAS
En Chile se ha puesto de moda la frase “el que le pega a una mujer es un MARICON”, así ,sin más. No se trata, ni hace diferencia de un misógino que tiene aversión a la mujeres, ni de un homosexual a quien no le gusta tener sexo con mujeres, no, sino la frase “acusatíva” es amplísima. No se refiere a la edad de la mujer, a la condición social y psicológica, religión, color de piel, estado civil o condición física, al tamaño o talla , ni siquiera a las circunstancias del hecho, no, el padre que da un correazo o unas palmadas a su hija porque llego borracha a las 4 de la madrugada es un MARICON, porque le pega a una mujer.
Por ejemplo, un hijo varón de 14 años, le pega a la abuela porque esta no le da una mesada o si otro le pega a una compañera de colegio, se trata de unos MARICONES. Si un hombre tiene un altercado y empuja en un autobús a una mujer que no se sale de su asiento numerado o le impide ostensible y malintencionadamente su paso por el pasillo y esta se cae, es un MARICON. Maricón también sería el padre de esos niños que fueron maltratados en una guardería si hubiera visto los hechos y hubiera reaccionado. Si veo a una mujer agrediendo a mi hijo y reacciono bruscamente, me transformo en maricón. Si una mujer trata de pegarle a un abuelo porque este anda en bicicleta por una feria comprando, impidiendo el paso “libre” de esta “reina” mujer y éste reacciona empujándola, el abuelo es un MARICON, si una mujer roba una cartera a otra mujer y su marido le da alcance y la tira al suelo es un MARICON. Y así miles de casos en que “algunas” mujeres se aprovechan de esta situación, porque siempre hay alguien que las “salva” y empiezan por gritar MARICON a su víctima, al hombre.
La experiencia indica que las mujeres delincuentes usan esta “treta” para oponerse a una detención policial o de un afectado, e inician un tremendo escándalo, casi en el 100% de los casos, porque en Chile la gente se mete “siempre” en defensa del que, en primera instancia, sin análisis alguno, aparece como más débil, en este caso la mujer, aunque hace unos minutos haya asaltado un banco o la hayan pillado “cartereando” dentro de un autobús o “cargándose” en una multitienda, porque la impronta del desequilibrio de envergadura física, el acto irracional de protección al “supuesto” desprotegido, hace exactamente lo contrario, desprotege más aún al afectado desprotegido, su víctima.
El 95% de los crímenes cometidos por mujeres tienen el agravante de la alevosía y el 90% de ellos son crímenes atroces. Son las mujeres las que más agreden a sus propios hijos y también son las mujeres encargadas de menores , profesoras, cuidadoras, guardadoras, tenedoras y tutoras ,las que más lo agreden.
Una jueza tira una taza con café a mujeres que la estaban agrediendo por no estar de acuerdo con su fallo y es que son las mujeres las que siempre agreden en estas circunstancias en los tribunales, ya vimos a mujeres mapuches abofeteando al intendente y son las mujeres infractoras las que se más se resisten agresivamente ante una detención policial.
Derechamente, todas las mujeres que nos cuenta el anecdotario criminal y popular perdieron su condición de “DAMA” y es a nuestro juicio la diferencia básica “DAMA versus MUJER”. Esta delincuente habitual o circunstancial perdió su condición de dama y esto la pone en igualdad de condiciones con respecto a los hombres, perdió su respeto. Si pillo a una mujer que me esta metiendo la mano al bolsillo para quitarme la billetera, le tengo que decir, “señora parece que se equivoco de bolsillo”, o “señora tenga la bondad de dejarme algo de dinero para comprar pan para mis hijos y pagar la luz”. No, ella perdió su condición de “DAMA” y simplemente Kgo para cualquiera. No hacerle nada es apología a la delincuencia y apoyarla es simplemente complicidad en el delito.
Entonces la campaña del gobierno chileno termina siendo un arma de doble filo y el hombre que ve a una mujer robando simplemente no se mete porque se va a tener que enfrentar físicamente a la delincuente, porque ésta, seguro, lo va a agredir físicamente de inmediato “por sapo” o iniciar un escándalo para ser apoyada por los viandantes.
Agreguemos aquellas mujeres que sufren de MISANDRIA, que es un fenómeno psicológico relacionado con la aversión u odio a los varones. No debe ser confundido con la androfobia. Aunque no es exactamente "odio hacia todos los hombres", sino, como el perfecto opuesto de la misoginia, es rechazo hacia la pareja, pensado tal vez como bueno para otras mujeres, pero no para una misma, hay mujeres que ven en otros hombres a un representante de quien les ha hecho tanto daño, padre, hermano, esposo, etc. y sienten una necesidad de vengarse ante el menor estímulo, similar a lo que ocurre con las bipolares, que si un varón se cruza en su camino en su estadio frenético o inestable, descompensada, simplemente descargan sobre él todos sus malos impulsos de manera irracional, iniciando una fricción física, una agresión, muchas veces incomprensible para el hombre afectado, entonces, ¿tendremos que aguantar la agresión?, NO.
Un estudio reveló que las mujeres jóvenes son más propensas a perseguir, atacar y abusar psicológicamente de sus novios o maridos. De un sondeo norteamericano entre 2.500 hombres , el 29% confesó ser agredido físicamente. En Chile un muestreo similar , obvio que sería ocultado por las autoridades de salud, como lo fue el de los estados psicopáticos hace algunos años, en que el 56% de la población chilena presento reales problemas de salud mental.
Un 32% de las 2.500 estudiantes encuestadas de la Universidad de Carolina del Sur confesaron ser las autoras de la violencia, en comparación con un 24% de los hombres.
Al parecer, el estado de inseguridad y baja autoestima, las pocas posibilidades de desarrollo futuro, las frustraciones van formando una nueva generación de mujeres, más propensa que los hombres a perseguir, atacar y abusar psicológicamente de sus parejas, según publicó el diario 20minutos.es.
El estudio lo encararon profesionales de la Universidad de Florida (UF) en Gainesville y determinaron que hay "un cambio en el punto de vista de las universitarias sobre lo que debería ser el noviazgo".
Hoy en todo Chile “vemos mujeres en relaciones que actúan diferente al pasado. La naturaleza de la criminalidad ha cambiado en las mujeres y esto se refleja también en las relaciones íntimas".
El estudio, que se basa en los resultados de una encuesta entre 2.500 estudiantes de la UF y de la Universidad de Carolina del Sur, determinó que cambió.
El 29% de los hombres encuestados entre agosto y diciembre de 2005 afirmó que fue agredido físicamente por su pareja y un 22% dijo haberlo sido durante el pasado año.
Al mismo tiempo, un 32% de las mujeres confesaron ser las autoras de la violencia, en comparación con un 24% de los hombres.
Así las cosas, es posible que los ataques físicos que las mujeres admiten haber cometido son en realidad "actos de autodefensa".
Recientes investigaciones sobre violencia doméstica sugieren que mientras en el pasado las víctimas pudieron sentirse atrapadas en esa situación, las mujeres de hoy son más propensas a entender que tienen otras opciones en vez de soportar maltratos.
"Creo que podría ser también visto como una nueva dinámica en las relaciones en términos de que las mujeres se sienten más poderosas. Ellas reconocen que no tienen que estar por siempre en una relación y que pueden abandonarla".
Actos de violencia son patadas, bofetadas, golpes, empujones, golpes con un objeto, lanzar a las personas contra una pared o usar la fuerza para obligar a la pareja a tener relaciones sexuales.
Se dice que el hombre es el género violento por naturaleza, y no es así…
Las mujeres también son agresivas, aunque esgrimen otras razones y utilizan otros medios. Examinándolo en el contexto adecuado, se podría afirmar que las hembras, no es que sean menos agresivas, sino que lo son de un modo diferente. De hecho, tienden a evidenciar menos su agresión, a ocultarla. La mayoría de los crímenes cometidos por mujeres a lo largo de la historia tienen como protagonista el veneno, y en muchas ocasiones, es una tercera persona quién comete el delito (un hombre), bajo las órdenes de una mujer. Eso no quita para que haya casos, no tan numerosos, de mujeres que asesinen a sangre fría, pero dejemos a un lado la psicopatología para centrarnos en la violencia femenina que está a pie de calle.
Desde pequeños, los chicos y las chicas utilizan armas diferentes, un estudio descubrió que, aunque hasta la edad de diez años, ambos sexos tendían a dirimir sus diferencias abiertamente, usando manos, puños, pies e insultos verbales, a la edad de trece años las niñas dejaban de intercambiar golpes y vociferar. Entonces es cuando hacen creer que han madurado para convertirse en personas pacíficas…, pero lo que ha cambiado son sus tácticas. Han sustituido la violencia física por la violencia emocional: ostracismo, desprecio, chismorreos despiadados y puñaladas por la espalda , actualmente bulling.
Su comportamiento agresivo no se ha desvanecido, sino que ha pasado a un nivel subterráneo. Y dado que ya no es un problema de gestión escolar, pueden actuar libremente sin incurrir en castigos. No debemos olvidar que hay tanto acosadores escolares como acosadoras, lo que sucede es que ellas actúan de manera más sibilina, por lo que es más difícil de detectar, y por tanto, de castigar.
Las mujeres saben de qué estoy hablando.
No obstante, la naturaleza compasiva de la mujer hace que difícilmente haga burla o mofa de personas con problemas reales y graves, como puedan ser ciertas taras mentales o físicas. De hecho serían las primeras en integrar en un grupo a personas con estos problemas. Sin embargo, gastarán su munición más dañina contra aquellas que puedan suponer una amenaza para su estatus o consideren una rival. Se trata de una lucha de poderes, pero una lucha subterránea…, motivada en la mayoría de las ocasiones por los celos, la envidia, la paranoia, la inseguridad, o bien como respuesta a una ofensa previa.
En Internet, esto se suele manifestar tomando la forma de mensajes anónimos en tono despreciativo que muchas gustan de escribir en foros y blogs.
Probablemente los hombres sean en general más directos en sus formas, dicen las verdades a la cara y puede que, después de darse unos puñetazos, o unos empujones , unos gritos amenazantes y arreglar la disputa, se den la mano y se olviden para siempre de aquello. Puede que incluso vuelvan a ser amigos. Pero una mujer, por lo general, mantendrá el rencor y la vivencia del agravio durante mucho más tiempo.
Diversos estudios con animales hacen patente que las pautas del comportamiento agresivo de la hembras a menudo difieren de forma significativa de las correspondientes a los machos.
Entre los ratones, por ejemplo, los machos son más hostiles con los extraños cuando son separados de sus iguales tras el destete y colocados en jaulas individuales. Las hembras aisladas, apenas hacen caso de la presencia de un intruso. Sus tendencias agresivas son más fuertes cuando son agrupadas y colocadas con cuatro o cinco más. La agresión masculina aparece con la puntualidad de un reloj en la pubertad, mientras que la agresión femenina se desarrolla a un ritmo más ocioso…., y permanece latente durante mucho más tiempo.
Como podemos observar a nuestro alrededor, los hombres dejan de pelear cuando alcanzan cierta madurez, y sus niveles hormonales se han estabilizado. Sin embargo, las mujeres mantienen cierta agresividad, que se manifiesta en forma de rumores dañinos, difamaciones y exclusión activa del grupo, pero la agresión física ha aumentado exponencialmente. Lo cual no quiere decir que todos los hombres dejen de ser violentos pasada la pubertad, ni que todas las mujeres sean unas arpías durante toda la vida (que haberlas, las hay ). Tampoco quiere decir que las mujeres no lleguen a las manos (o al pelo) cuando se las provoca, ni tampoco que los hombres de lengua afilada no sean capaces de destripar a sus rivales utilizando armas usualmente “femeninas”.
Cierta agresividad es necesaria para funcionar correctamente en sociedad y dirimir conflictos, en su justa medida, pero el uso o el abuso indiscriminado e injustificado de la violencia, tanto física como psicológica o emocional, es absolutamente prescindible.
Resumiendo, hay mujeres y algunas lo reconocen, que se merecen más que unas palabras correctivas , por decir lo menos y eso no quiere decir que el hombre que lo hace es un MARICON. ¿ Quién aprobaría esta publicidad tan MISANDROGENA, inductora del abuso y hasta del delito femenino ?.
http://eldardo.bligoo.cl/las-mujeres-agresivas
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