jueves, 29 de noviembre de 2012

No al Palo y no a la Zanahoria


Por Johntheother

El Huffington Post publicó un artículo el 9 de Mayo del 20012 sugiriendo a las mujeres que las relaciones sexuales [1] con hombres Republicanos deben de ser unilateralmente suspendidas como una forma de regla de trabajo, basándose en la caracterización de la prensa de una supuesta "Guerra con las mujeres".

Dejando de lado la ficción de que sólo un grupo demográfico sexual tiene algún tipo de derechos reproductivos; las mujeres actualmente están sujetas a una "guerra". Esta caracterización falsa pero popular oscurese el debate político actual sobre que si las mujeres deberían de ser beneficiarias de forzar a otras personas sobre pagar su control de la natalidad y otros servicios de salud. Sin embargo, después de oir esto por parte de Bernard Chapin, me llegó la noción de que esto es un caso aplicado del "atractivo de la fuerza" o un chantaje colectivo.

Sin embargo, hay un supuesto no examinado en la huelga sexual del Huffington Post quien siempre busca la aprobación femenina. Ese supuesto está presente en varías áreas de la retórica superficial de la políticas de hombres versus mujeres.

Existe evidencia muy fuerte en una fracción sustancial de activistas anti violación. Una lista muy circulada de "concejos para no violar" incluye sugerencias dirigidas a los hombres para que "recuerden no violar". Por supuesto, estos concejos tan apropiados refuerzan la verdad esencial de que los hombres, a diferencia de los seres humanos, son simplemente bestias motivadas por sus apetitos sexuales. Esto no es la única base lógica para controlar el comportamiento de los hombres (en este caso en particular a los Republicanos) al negarles de forma obvia lo que ellos más quieren. A parte de que esto da la propiedad y el control, del carácter subhumano de las criaturas masculinas ciertamente justifica una desdén continuo por cualquiera de las quejas de los llamados activistas que persiguen los derechos humanos de los hombres.

La supuesta, y ciertamente esperada respuesta, por hombres hacia la obvia sexualidad femenina es por supuesto, competencia por acceso, servidumbre halagadora, o simplemente babearse, como una caricatura de la lujuria, como el lobo cartón. Modelar los comportamientos fuera de pocas expresiones es tratado en una sociedad insegura, con asco y censura. Esto explica parcialmente el prejuicio continuo, a veces manifestado como violencia en contra de los hombres gays en algunas partes de los Estados Unidos. Sin embargo, hay otra respuesta masculina inaceptable que está creciendo en popularidad.

Es que al evitar el sexo y las mujeres. Como alguien se auto define como un hombre, completamente no sorprendente para mí. El columnista del Wall Street Journal James Taranto [2] mencionó una resistencia creciente parte de los hombres jóvenes a volverse envueltos sexualmente envueltos con mujeres, refiriendose al artículo de la sociologa Amy Schalet, equivocadamente llamado: Chicos Romanticos. En su artículo del 6 de abril declara que primero el romance, deespués el miedo es la motivación por cada vez más cuidado y dudas para tener sexo. En ambos casos ella se equivoca, pero está bastante cerca al mencionar el miedo.

Taranto, un escritor quien coincidentemente es hombre, le da al clavo en la discusión:

... existen buenas razones para los hombres (hombres y niños) para tener más miedo que las mujeres en cuanto a sexo. La tecnología reproductiva actual y la ley ponen toda la carga por un embarazo no deseado en ellas. Entre la píldora y el aborto, las mujeres tienen el control completo sobre el proceso reproductivo. Ellas pueden evitar un embarazo no deseo o terminarlo y el hombre envuelto no tiene ninguna opinión en el asunto.

Schalet de alguna forma falló al punto, a pesar de la implicación obvia de esta frase, directamente en su artículo del NYT: "Los chicos americanos con frecuencia dicen que el sexo podría terminar con su vida como la conocen. Después de que un condón se rompe, uno se preocupa: 'Yo podría estar arruinado por el resto de mi vida.'"

Aparentemente, para los hombres jóvenes existe más que un deseo sin fin de meterse en los orificios mujeres gustosas. Podría incluso ser que hay más allá de una conciencia inteligente de su ausencia completa de derechos reproductivos, mezclado con la voluntad de su gobierno por encarcelarlos para forzarlos a apoyar financieramente a las mujeres que legalmente los fuerzan, aseguran la prisión de los hombres a tal nivel, que incluso los jóvenes y estúpidos están cada vez más indispuestos a ser controlados por sus hormonas.

Esta conciencia emergente de auto preservación y de rechazo de una censura cultural a la identidad masculina está encontrando su camino hacia los reportajes de los medios de prensa, como es demostrado por Schalet y Taranto. Pero esto se ha convertido en cada vez más intentos más obvios para forzar la conformidad con las definiciones, elegidas por mujeres, de "hombre de verdad". Esto es evidente en organizaciones de mujeres conservadoras cuyo mensaje para los hombres es algo así como: "regresa al trabajo forzado de proveer y proteger" es un intento no ambiguo de avergonzar a los hombres para que se conformen con las caracterizaciones de "el síndrome de peter pan", "niños-hombres" y peyorativos similares dirigidos a aquellos que se salen de la norma.


La realidad de este fenómeno fue notado en el 2002 por Naomi Wolfe en su artículo online de la revista NY "El Mito de la Pornografía". De acuerdo con Wolfe "En el nuevo mileno, una vagina, la cual, solía tener un 'valor de mercado' muy alto, como los economistas Marxistas dirían, no era suficiente; apenas registraba un temblorcito en la escala."

La autora de El Mito de La Belleza identifico una tendencia, pero falló en atribuir la causa, basándose en el antiguo concepto de las feministas de la segunda ola de que los hombres son subhumanos. Pero cada vez más, las bestias están rechazando esta narrativa.

Esto no significa necesariamente que la cultura masculina acepte el celibato, como algunos de los críticos del movimiento HQVPSC (hombres que van por su propio camino), en sus artículos burlones. En lugar de eso los hombres ahora y siempre han sido seres humanos cuya sexualidad, sus deseos y sus necesidades humanas son tan complejas como las de las mujeres, incluso si esos deseos no son idénticos. Este hecho simple parece ser contrario al como las feministas populares caracterizan a los hombres, puesto que nos caracterizan como violentos, brutales e indiscriminadamente lujuriosos.

Y los hombres que dicen no gracias a semejante visión de sus identidades se les dice que son poco hombres, maricones, niños infantiles, hombre-niños, fallidos o cualquier otro peyorativo. La elección parece ser entre conformarse como hombre-bestia o rehusarse como un no-hombre deficiente de testosterona.

La respuesta a estos prospectos poco atractivos, un número creciente de hombres dice no gracias. no gracias por la opción A y no gracias por la opción B. Pero el sexo es muy importante para la interface entre hombres que salen del refugio y la cultura que simultáneamente depende de ellos y los condena. Las elecciones ofrecidas están encontrando cada vez menos preferencia por parte de los hombres, eligiendo sexo en sus propios términos, o simplemente no sexo. Estos términos generalmente son exclusivos de conformidad de la definición de lo que es un hombre de verdad. Un hombre violento, dominante, opresivo, o débil, postrado y que se disculpa todo el tiempo, buscando aprobación o permiso para existir.

La ausencia en esta narrativa de justicia es justo lo que hace que los hombres vayan por su propio camino. Esta es la provincia de los hombres como individuos, muchos de quienes; a pesar de que no son un colectivo, no tienen motivaciones para explicarse a sí mismos, pedir permiso o disculparse.
http://www.avoiceformen.com/men/no-to-the-stick-no-to-the-carrot/

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