domingo, 7 de octubre de 2012

Violencia Doméstica: Una calle de dos direcciones



Por Glenn Sacks



Octubre es el séptimo mes anual de "Concientización sobre la Violencia Doméstica", cuando los activistas y los medios de comunicación, focalizan la atención nacional sobre la violencia contra las mujeres. 



Sin embargo, los acontecimientos de octubre sólo dicen la mitad de la historia ¿Por qué?. Porque las investigaciones sobre la violencia doméstica abrumadoramente establecen que la agresión doméstica no es un crimen cometido por los hombres hacia las mujeres, sino uno cometido por ambos: hombres y mujeres. 



Usando armas y el elemento sorpresa, las mujeres abusan de su compañero varón tan frecuentemente como viceversa. 






Por ejemplo, veteranos del estudio de la violencia doméstica como Richard Gelles, Murria Straus, o Susan Steinmetz, quien fue agasajada por el movimiento feminista por su trabajo pionero en la violencia contra las mujeres, han encontrado repetidamente que las mujeres atacan físicamente a los esposos o compañeros tanto como estos. 

Estudios llevados a cabo por el "Laboratorio de Investigación de la Familia" en la Universidad de Hampshire en 1975, 1985 y 1992, han encontrado que las tasas de abuso eran equivalentes entre esposos y esposas. De hecho, la evidencia sugiere que el abuso de los maridos sobre sus esposas está decreciendo, mientras que el abuso de las mujeres hacia sus esposos está aumentando 

Martin Fiebert profesor de la Universidad de California Long Beach, ha reunido 117 estudios diferentes con mas de 72.000 respuestas, que encuentran que la mayoría de la violencia doméstica es mutua, y en los casos en que hay un solo miembro abusador, este es hombre o mujer por igual. 

Estudios de los investigadores R.I. McNeeley y Coramae Richey Mann muestran que las mujeres son más propensas a utilizar armas y el elemento sorpresa que los hombres. Estas armas con son frecuencia pistolas, cuchillos, agua hirviendo, atizadores de la chimenea y bates de baseball. 



Ni en el caso del hombre ni de la mujer, la violencia doméstica puede ser descartada como defensa propia. De acuerdo con Strauss, por ejemplo, casi el 10 por ciento de las mujeres y el 15 por ciento de los hombres perpetúa el abuso a su cónyuge en defensa propia. 

El Dr Davis Fontes, director de "Paro al Abuso de Cualquiera", ha encontrado también que solo un pequeño porcentaje de mujeres abusadoras, actúa en defensa propia. 

Las Estadísticas penales indican que las mujeres sufren con más frecuencia que los hombres, lesiones graves derivadas de la violencia doméstica. Pero estos datos están malinterpretadas porque los estudios muestran que la mujer agredida denuncia el abuso, nueve veces más que el varón abusado. 



Muchos hombres vacilan antes de llamar a la policía porque ellos asumen, con frecuencia de forma correcta, que la policía va a tratarles como si ellos, los hombres, fueran los abusadores. 

Los hombres no asesinan a sus mujeres significativamente más que las mujeres a sus maridos. Un estudio del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, analizó 10.000 casos y encontró que las mujeres inventan sobre el 40% de las acusaciones en homicidios familiares. 



Como explica la periodista Patricia Pearson, porque la mujer que mata a su marido tiende a usar métodos menos detectables o que dejen huellas-como el veneno (que a menudo simulan un "ataque al corazón" y contrata a otros para realizar el asesinato (que generalmente no son contados como "mujeres asesinas" en las estadísticas penales oficiales), estos asesinatos son mucho menos publicitados que los realizados por los hombres que a menudos los realizan con armas de fuego. 

Las organizaciones Feministas, sin embargo, mantienen categóricamente que las mujeres son las únicas victimas de la violencia doméstica, y raramente autoras. 

Como apunta Pearson, tales organizaciones no están haciendo ningún favor a las mujeres. Negando la existencia de mujeres maltratadoras, las mujeres abusadoras no están recibiendo el tratamiento y los servicios de ayuda que necesitan. Peor aun, manteniéndolas sin castigo, les hacen creer que van a seguir con su abuso indefinidamente. 

Esto resulta con frecuencia en una escalada de abuso hacia los hombres (y niños) y a veces, abuso hacia las mujeres, cuando finalmente los hombres contraatacan. 

También apunta Pearson que a causa de la negación por el Feminismo, de la violencia femenina, el serio problema del maltrato en lesbianas - en el que las investigaciones claramente indican, que es tan común como el maltrato en heterosexuales- ha sido escondido bajo la alfombra. El profesor de sociología Claire Rensetti, autor de "Violencia Traicionera: Abuso de Pareja en la relación entre Lesbianas", dice que la lesbiana maltratadota "despliega una ingeniosidad terrorífica en su selección de tácticas abusivas frecuentemente confeccionando el abuso sobre las vulnerabilidades específicas de su pareja" 

La lista de eminentes Feministas y de mujeres disidentes que están demandando conocimiento y responsabilidad sobre las mujeres maltratadotas esta creciendo. 

Estas incluyen la senadora Canadiense, defensora y pionera del movimiento De la mujer maltratada; la autora y activista Erin Pizzey, quien estableció la primera defensora de la mujer maltratada en Inglaterra en 1971; Cathy Young, autora de "Cese el fuego": Por qué Mujeres y hombres deben unir sus fuerzas para conseguir la Igualdad; Donna Laframboise del Canadian Nacional Post; la autora y columnista Wendy McElroy, fundadora de Feministas Independientes y ella misma una victima de la Violencia Doméstica; Patricia Overberg y Carol Ensign, antigua y actual Directoras de Valley Oasis Shelter en Lancaster, California, uno de los pocos defensores de la violencia doméstica del país que acepta hombres; Christina Hoff Sommers, autora de "Quien Roba el Feminismo?" que detalla como las feministas obtienen números inflados de Violencia Doméstica añadiendo "broncas" y "portazos" al abuso domestico real; Daphne Patai antigua profesoras de estudios de la Mujer, autora de "Profesión Feminista"; Pearson; Steinmetz; y Renzetti. Recientemente la Asociación Médica Americana y el Centro de Control de Enfermedades han tomado conciencia de la necesidad de atención a las victimas masculinas de la Violencia Doméstica. 

La Violencia Familiar por y en contra de ambos, mujeres y hombres, es un problema serio en una América violenta, pero es un problema en el que ambos, hombre y mujeres comparten responsabilidades. En los últimos 30 años, las Feministas han llamado la atención a los hombres abusadores sobre lo despreciable de sus acciones. Ahora es el momento de hacer lo mismo con las mujeres Abusadoras. 




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