Por Dan Moore
Hace dos semanas, tomé la
decisión de terminar mi vida.
He vivido con una depresión
muy severa, con diferentes niveles de éxito, por 27 años. Como es común a
aquellos con depresión, no reconocí las señales al principio, y los hombres
presentamos la depresión en forma diferente que las mujeres. Extrañamente, los
hombres tendemos a presentarla como ira, cuando en realidad estamos deprimidos.
Por supuesto, todo esto es una
historia vieja para mí y no tiene relación con los eventos recientes. Ya que
esto no ha comenzado otra vez, podría decirles todo lo que me sucedió de modo
que sirva para ayudar a otros entender que no están solos.
A parte del abuso y la mierda
normal del movimiento por los derechos de los hombres, he cargado problemas en
mi vida. Y es relevante, por eso lo menciono.
He pasado por relaciones
abusivas, perdí mis hijos a la pobreza, perdí una casa y un auto nuevo, me han
sido infiel, me usaron y me han tratado mal. Así como a todos los demás,
también he estado terriblemente desempleado.
Todo bastante regular, en
serio. Pero agreguen la depresión y tendrán un problema muy serio. Y mientras estaba
en el hospital, casi todos estaban ahí por depresión. Una vez más, yo no soy un
caso especial. En una forma regular, planeé mi propia ejecución.
Después que terminé mi
trabajo, iba a tomar la casa (una casita de cómo 4 pulgadas de circunferencia)
que había comprado, conducir hasta un punto recluido (no difícil de encontrar
en SK) y bañarme en gasolina. Envié un email para aquellos que necesitaban
saber que me estaba pasando, pensando que iba a ser demasiado tarde para que me
detengan. Paul probó que me equivoque en eso, por cierto. Extrañamente, me
enojó saber que no podía terminar mi suicidio apropiadamente mientras me
sentaba en el asiento trasero de la patrulla policial.
Recientemente me he vuelto
asqueado y desconfiado de la policía… pero en este caso ellos hicieron lo
correcto. Ellos me “arrestaron” y me llevaron al hospital, donde iba a pasar la
siguiente semana. Y eso fue lo correcto, y agradezco a Paul por hacerlo. Eso
podría ser porque tengo un patrón que me apoya. Esta es probablemente la razón
por la cual estoy vivo para decirlo.
A parte de esto, los doctores
estaban muy conscientes de la predominancia de la depresión masculina, así como
las estadísticas de suicidio masculino. Me anima saber que al menos en estas
partes hay mucho interés en promover soluciones a los problemas de los hombres
y la depresión. Unas cuantas enfermeras nunca habían oído hablar del movimiento
por los derechos de los hombres y una de ellas se le escapó y me llamó ‘Factory’
una vez. Así que mi corazón se regocijó un poquito, y espero que el de ustedes
también.
He recuperado mi balance, por
cierto, así que creo que me encontrarán un poco menos enojado estos días. Sigo
molesto, pero más calmado. He leído muchos de los comentarios que me han dejado
y como le dije a Paul estoy impactado, puesto que yo pensaba que no le
importaba a nadie.
Aparentemente, la depresión
jode la perspectiva de un hombre.
En todo caso, espero que esto
sea suficiente por ahora. Podría haber algo más que pueda aprender de esta
experiencia, y si es así se los dejaré saber. Entre tanto, gracias una vez más
por su preocupación y apoyo.
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