Saludos, esta es typhonblue y el día de hoy estoy
presentando la primera parte de una serie a la que llamo Vleaks, descubriendo
el código femenino.
Esta serie se va a enfocar en como las mujeres manejan y
desarrollan poder en una forma femenina y al decir de forma femenina, me
refiero a una combinación de biología femenina y construcciones sociales.
Quiero notar las acusasciones inevitables de misoginia,
si consideras que esta serie es misoginia, entonces por extensión todo el cuerpo
de trabajo, mirando al uso y abuso de poder del uso y abuso de poder de los
hombres incluyendo mi blog sobre la estructura de poder masculino: apexualidad
es una océano de misandria, suficiente para ahogar al mundo entero, en
comparación esto es una gota. Concluyendo la introducción, advertencias hechas,
he aquí el episodio inagural de Vleaks: Sumisión Femenina como Domino
Emocional.
Para explicar el origen de nuestra sonriente actitud de
superioridad, analicemos con profundidad el concepto de la esposa rendida, para
los que no lo saben, una esposa rendida es una mujer quien ha decidido, con
frecuencia de forma unilateral, delegar toda su agencia en la relación;
simplemente ella responde a todo lo que su esposo hace al resistirlo sin
comentarios y sin duda disfrutando de una risita con Dios, por ser una buena
cristiana a expensas de su esposo.
Un ejemplo de la esposa rendida es una mujer que cuando
su esposo toma el camino equivocado en la carretera, nunca le informa de su
error y le deja conducir por medio día en la dirección equivocada ¿Vez la
imagen?
Ustedes se preguntarán ¿Cómo se relaciona esto con el
dominio femenino? Es decir, si no lo han deducido ya.
Bueno, voy a explicar lo que sucede en realidad.
Los seres humanos tienen un sentido muy fuerte por cuidar
a criaturas que son indefensas, tenemos ese instinto porque nuestros descendientes
son los seres más indefensos y dependientes en el reino animal.
Proporcionalmente, nuestro instinto por ayudar a los indefensos es el más
desarrollado en la tierra, es capaz de sobrepasar a nuestro instinto de
supervivencia, hay muchos ejemplos de gente, mayormente hombres, sacrificando
sus vidas por salvar otros.
Nuestro instinto por ayudar a los indefensos también
sobrepasa nuestro instinto sexual, lo cual explica el porqué los cuidados
partenales en la especie humana es tan evolucionado y común, instintivamente
los hombres humanos se van a enfocar en cuidar de sus descendientes,
preferiblemente por sobre buscar opciones sexuales. Hay excepciones para esta
regla, pero estas excepciones generalmente prueban la regla.
Este instinto protector puede ser llevado un paso más
adelante en los hombres, no sólo lo tienen, sino que son socializados por ver
su identidad de género basada en ejercer ese instinto. El supuesto implícito en
Mujeres y Niños Primero es que los hombres proveen al primer grupo y si no es
así, entonces no son hombres, para utilizar una frase: “El
cuerpo social de un hombre, “su identidad positiva en forma espiritual y social,
es decir su conexión con la sociedad humana se basa en su habilidad y su
voluntad en cumplir con las necesidades de aquellos percibidos como indefensos
que si mismo.
Entonces, no sólo los hombres tienen un instinto por
ayudar a los indefensos, sino que también tienen una fuerte compulsión social encima
de ese instinto. Recuerden esto, la supervivencia misma del cuerpo social de un
hombre, su identidad positiva de forma social y espiritual, su identidad, su
conexión con la comunidad humana, se basa en que él se sacrifique por las
necesidades de aquellos más indefensos que él mismo.
Ahora analicemos cuidadosamente como alguien puede
explotar este instinto de manera agresiva.
Todo el mundo entiende que cuando la persona A pone una
pistola en la cabeza de la persona B, la persona A tiene una presión enorme por
hacer lo que la Persona B le diga, lo que la gente no reconoce tan rápidamente
es que la persona A puede poner una pistola en su propia cabeza y al hacer eso,
pone la misma o más presión en la persona B para que haga lo que ella quiera.
En el primer escenario, la persona A está gatillando los instintos de
supervivencia de la persona B, en el segundo escenario ella está gatillando sus
instintos de protección. Funcionalmente ambas acciones son para poner tremenda
cantidad de presión de coerción en un blanco al gatillar un instinto poderoso.
El segundo escenario tiene el beneficio agregado de permitir que la persona A
siga siendo “una víctima” impotente y que no esté lastimando a nadie, ella está
amenazándose a si misma.
La realidad es que ella está lastimando furtivamente a la
persona B a través del uso de fuerza coercitiva. De modo que mientras escuches (leas)
el resto de este vídeo log (artículo), recuerda que gatillar los instintos de
protección de una persona es una fuerza tan coercitiva como gatillar su
instinto de supervivencia. Si lo necesitas, cada vez que me refiera a una mujer
gatillando al instinto protector de un hombre, con un supuesto comportamiento
sumiso, imagina entonces que ella se pone una pistola en su propia cabeza, o si
eso aún no clarifica de forma suficientemente clara la naturaleza coercitiva de
gatillar su instinto de protección, imagina que ella le pone una pistola a la
cabeza de él.
Esta imagen no es descabellada porque un hombre falla en
proteger a una mujer, su cuerpo social está en peligro, por lo tanta en cada
momento en que ella gatilla su instinto de protección, también es un momento en
que ella está amenazando la continua existencia de su cuerpo social, su
conexión positiva con su comunidad.
Cuando una mujer se mete en el estilo de vida rendido o
cualquiera de sus formas, incluyendo formas seculares y estoy segura que mucha
gente reconocerá muchas de estas dinámicas en las relaciones seculares, en
esencia ella está inflando impotencia para ser un parásito del instinto
protector de su compañero y la supervivencia de su cuerpo social y de él para
que provea para su impotencia. Mientras más impotente es ella, más se gatilla
su instinto, más poderoso el gatillo y mayor es la amenaza implícita que ella
dirige hacia su cuerpo social si él no provee para sus necesidades.
Si ella lo hace bien, ella puede mantener un nivel de
impotencia aparente que puede sobrepasar al de un niño pequeño. Esto sucede
porque ella posee el nivel de agencia relativo a un adulto, a pesar que ella no
va a permitir que su esposo se beneficie de su excistencia y ella es capaz de
evitar la torpe e incómoda comunicación de un niño pequeño. Entonces ella puede
aparentar ser más inerte e incomunicativa y por lo tanto da la apariencia de
ser más completamente impotente que un niño pequeño.
Piensa en lo emocionados que estarían los padres nuevos
de no sólo tener que lidiar con todas las necesidades comunes de un recién
nacido, sino que tener a un recién nacido que no tenga ninguna forma de
comunicar esas necesidades. El niño es completamente silencioso y es incapaz
hasta de llorar. Esto suena, superficialmente, como un alivio de no tener a un
bebe gritón pero toma un momento en imaginar que tan mal se sentiría ser un
padre nuevo con mucho miedo de no saber si lo están
haciendo bien o mal o si no hacen suficiente o si hacen demasiado. No
sólo la esposa rendida quiere que su esposo encuentre todas sus necesidades
como si ella fuese un bebe recién nacido, ella lo incentiva con un terrible
nivel de incertidumbre en él sobre si lo está logrando o no.
Es como no solo ponerle una pistola en su cabeza, sino
que no explicarle las acciones que ella quiere que él tome para evitar que le
vuelen los sesos.
Esto no deja espacio en la relación – y uso la palabra
descuidadamente – para las necesidades y las vulnerabilidades del hombre. Tan
sólo pregúntenle a cualquier padre de un bebe de tres meses como cuidar a un
bebe ha afectado a su sentido de su ser y si son capaces de cuidar de sus
propias necesidades. De hecho en el modelo de la esposa rendida, dado el hecho
de que la compañera de un hombre se presume que es una bebe, no sólo no hay
tiempo para atender sus propias necesidades sino que no hay otro adulto en la
relación para atender las necesidades de él. (Y quiero que noten, atender las
necesidades de tu compañero hombre no es sinónimo de darle quince minutos de
sexo sin inspiración divina cada dos meses. Yo sé que esto será una sorpresa
para algunas, pero cada hombre, es un ser humano, con su conjunto de miedos,
inseguridades y cosas que lo ponen triste, tú sabes, vulnerabilidades).
Les daré un momento para que se recuperen de esa verdad
impactante.
Ya que esto no es una relación entre iguales emocionales
– es una relación de ama y esclavo emocional – una mujer tiene que mirar en
otras partes para satisfacer sus necesidades emocionales de adulta. Es por eso
que la gente que recomienda el modelo de la esposa rendida insisten que una
esposa rendida tenga amigas mujeres.
La esposa rendida, por otro lado, es probablemente la
única relación emocional de su marido, su única conexión verdadera con la
humanidad. Probablemente esto la ayuda en el proceso de secuestrar su agencia
como un alien-secuestracuerpos ya que no tiene otro camino para que él
satisfaga sus necesidades emocionales. O ni siquiera tener una perspectiva
externa de lo que le está sucediendo a él.
Otra pista sobre la verdadera naturaleza del fenómeno de
la esposa rendida es que tan frecuente las mujeres conversan sobre lograr que
sus esposos hagan exactamente lo que ellas quieren.
Tal y como un inteligente ADH notó, las limitaciones de
una mujer son las obligaciones de un hombre. Mientras más impotente sea la
esposa rendida, más él tiene que basar su vida en sacrificarse por ella. Hasta
que no quede vida autónoma en él.
El resultado final de este caos emocional es que él se
vuelve no más que un vehículo para las necesidades de ella. En ese contexto
decirle a ella que debe de “obedecer” a su esposo se vuelve una farsa. No
existe un ser autónomo para obedecer.
También es interesante como la gente que evangeliza el
modelo de la “esposa rendida” parece asumir que una mujer que domina
emocionalmente a su compañero – ya sea por abuso verbal o por invasión del estilo
ladrones-de-cuerpos. Así es como deben de ser las cosas, eso es lo que se
espera
Ya sea que sea una bruja abusiva o una mujerzuela que
consume toda.
Pero existe una tercera posibilidad que es opuesta a las
anteriores: una relación que sea mutuamente respetuosa en la cual la mujer está
agradecida por la fortaleza de su esposo y es respetuosa de sus
vulnerabilidades.
Con frecuencia malentendemos la naturaleza del modelo de
la “esposa rendida” como algo que de alguna forma beneficia a los hombres
porque están encerrados en ver el dominio en términos masculinos. Pensamos que
el compañero dominante es el que toma las decisiones, cuando en realidad el
compañero dominante es para quien se toman todas las decisiones. La compañera
que está en el asiento del conductor, por decirlo así, es quien tiene sus
necesidades encima de las de los otros. Y quien tiene sus necesidades encima de
las necesidades de otros siempre es la que ha rechazado el instinto de proteger
a otros. Es la miembro que es vista como la más débil del grupo.
También es el compañero quien es el que se beneficia
principalmente de tener la relación.
Por otro lado, cuando una esposa respeta las
vulnerabilidades de su esposo, por definición ella va a tomar el liderato
cuando él es vulnerable. Pero son las necesidades de él, es la fuerza motivadora
detrás de las decisiones ella hace mientras ella está liderando.
Es por esto que los esposos de las esposas rendidas son
los compañeros subordinados en la relación. Las esposas nunca toman el
liderato, por lo tanto ella nunca son líderes tomando decisiones motivadas por
las vulnerabilidades de sus esposos.
En una relación igualitaria cada compañero recibe algo de
“Yo,” en la relación con la esposa rendida sólo está “ella.”
Así es como terminas con una mujer quien deja a su esposo tomar el camino equivocado en la
autopista y no le dice nada mientras él se humilla a sí mismo conduciendo por
horas en la dirección equivocada. Ella prefiere verlos sufrir antes que exponer
su propia agencia y arriesgarse a soltar el poder que ella tiene sobre él. Alternativamente ella
no lo ve como un ser autónomo; sus errores son sólo un desastre, como una
inundación o un tornado, que ella resiste para ganarse puntos con Dios.
No todas las esposas rendidas van a tomar esta dinámica
tóxica al extremo de dominio emocional completo sobre sus esposos. Lo que digo
es que la dinámica no provee protección para el hombre de una esposa quien si va
a tomar al extremo esta dinámica tóxica.
Particularmente en la comunidad Cristiana, donde el
esposo es hecho responsable de forma estricta por todo comportamiento de su
esposa y por todo lo que pasa en la relación. “¿Por qué te quejas? ¿Acaso las
suplicas divinas de tu esposa no son suficientes para ti?”
Y los hombres son particularmente vulnerables porque no
se dan cuenta de las pistas sutiles que indican que una mujer está practicando
este tipo de agresión psicológica en contra de ellos. Cuando un hombre “se
rinde” es el fin de su poder, mientras que cuando una mujer “se rinde” es tan
sólo el principio del poder de ella.
Analizando más, también puedes ver esta dinámica en
muchas relaciones seculares no religiosas. La esposa quejona es tan sólo un
subconjunto de la esposa rendida, excepto que como un niño pequeño, ella es
mucho más vocal en cuanto a lo que requiere. Y puedes ver la misma dinámica
coercitiva en algunas dinámicas políticas: Hacerte lucir como una víctima
agrada al instinto protector de los hombres. Es el estilo de vida de “la esposa
rendida” destila esta dinámica en su esencia más clara.
Y no, no estoy diciendo que
es imposible que un compañero hombre explote a su compañera mujer al gatillar
sus instintos protectores, simplemente no veo una subcultura entera dedicada a
esto y tampoco veo expectativas culturales que apoyen esta dinámica.
De modo que para concluir, ¿Por qué la hija del
sobreviviente la dice al televidente que “las mujeres son débiles” con un aire palpable
de auto-satisfacción?
Permítanme traducir sus palabras del lenguaje de dominio
femenino al lenguaje de dominio masculino, para que los hombres las reconozcan:
“La debilidad es mi arma, y tu muchachito, mejor será que
te portes bien, porque mi arma es fuerte.”
Esto concluye el primer episodio de Vleaks.
Únanse a mí en el siguiente episodio llamado: “Mujeres en
Grupos; ¿Maravillosas… O Guerreras?
Y con esto Typhonblue se despide.
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