Por Typhonblue
Antes de empezar, dejémos algo muy claro. Para los seres
humanos - esas criaturas bipedales sin ciclos estrales y con una teoría de la
mente extremadamente bien desarrollada - no es el acceso al espermatozoide o al
óvulo lo que motiva al sexo, es el sentirse deseable. Ella demanda que el
hombre exprese su deseo muy por encima del de ella antes de darle dignidad a
los esfuerzos de él a cambio.
Si es que alguna vez llega a hacerlo.
La Mujer Promedio va a declarar que el cuerpo del Hombre
Promedio es sexualmente inútil; ¡no le da orgasmos después de todo! Ya que el
cuerpo femenino es deseable, el cuerpo masculino es asqueroso y sin valor.
En sus fantasías la mujer promedio toma su deseo por sexo
narcisista todavía más lejos. Ella imagina hombres que no tienen otra razón
para existir otra que la lujuria por ella, dominados por su necesidad hasta el
punto en el que ellos tolerarán cero deseo sexual de parte de ella.
Sip. En su fantasía sexual ella le quita al hombre su
dignidad mientras el suplica como un perro suplica por un filete y ella se
reserva el derecho, considerando la sexualidad de él con desdén o peor aún con
miedo. Él va a babearse y cagarse en sus pantalones en un estado de extasis
sexual por el simple hecho de tener acceso al cuerpo de ella, a su mucosa
gloriosa entre sus piernas; mientras ella se reserva el derecho a estar
visiblemente insensible a la reacción de él.
Ella construye un mundo en el cual ella no tiene que
ofrecer deseo. Porque ofrecer deseo es trabajar; es duro; es peligroso; es
incómodo. Ser deseada es el verdadero beneficio del sexo, de modo que ¿Por qué
ella tendría que dárselo a él? En el mundo de fantasía de ella ningún hombre
vale semejante trabajo.
En el mundo real, ningún hombre vale semejante trabajo
tampoco pero en el mundo real la mujer promedio tiene que hacer algún tipo de propuesta
ya que ella tiene que lidiar con hombres quienes están preocupados por las
realidades legales.
Así que, a regañadientes y con desprecio, ella ofrece un
cobarde, superficial, pasivo, dubitativo "Si" en la cara de todo el
deseo que yace a sus pies.
Con un poco de martirio y un aire superior de caridad,
ella cree que ella está siendo generosa con su cuerpo femenino tan deseable al
permitir a su compañero masculino acceso a este cuerpo cuando ella "no
está de humor".
Ella le da sexo a él, verás. ¡Ella es tan buena!
(Ya que sentirse deseada es la única razón por la cual
molestarse a tener sexo con otro ser humano - las terminales nerviosas están
mejor estimuladas con máquinas y visuales creativas - el por qué los hombres
aceptan este estado degradante a cambio de absolutamente nada está más allá del
entendimiento de esta mujer en particular.)
Entonces ¿Por qué no hacer que el "consentimiento
entusiasta" sea una realidad legal?
Esto va a forzar a las mujeres a que hagan más del trabajo
que ellas realmente no quieren hacer. Va a forzarlas a expresar su deseo por
los hombres con intensidad no ambigua. Va a forzarlas a aprender a tomar placer
del cuerpo masculino pasivo (de la misma forma en la cual los hombres toman
placer del cuerpo femenino pasivo.)
Hacer del consentimiento entusiasta una realidad legal va
a, por supuesto, reducir el monto de sexo flatulento e inerte al cual los
hombres van a tener acceso, sino que tal vez va a lograr que finalmente un gran
número de individuos de cuerpo masculino se cuestionen si el sexo - sin
garantía de orgasmo para el hombre sin ese tipo de esfuerzo doloroso y
desesperado que se podría asociar con cortar un cedro con hilo dental - vale la
pena en primer lugar.
Pero cuando hablamos de esto, lo que realmente dicen las
feministas sobre el "estandard entusiasta del consentimiento" es el
porqué creen que ellas tienen que convencer a los hombres para que acepten este
concepto; después de todo es a las mujeres a quienes se las ha dado un pase
cuando se trata de hacer que los hombres se sientan deseables.
¿No sería maravilloso si todo esto cambiase?
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