Hemos visto a través de las eras como esto sucede una y otra vez. Ya sea la Revolución Francesa, o la decadencia de los esclavos en el interior de las ciudades como Los Angeles y Detroit, la ira reprimida de las poblaciones marginadas puede explotar en turbas violentas incendiando edificios y metiendo en las llamas a culturas enteras.
Siempre están ahí los mismos precursores y los ignoramos, ya sea por tradición o por nuestra forma de ser. La discriminación, la opresión, la preferencia y otras fallas humanas que justificamos o ignoramos son las herramientas del “Equipo de Creación de Bombas Sociales” un equipo que ha estado fijo en la civilización humana. Es como si la quema ocasional de ciudades, calles llenas de cadáveres o incluso gobiernos derrocados fuesen la prueba de existencia de autenticidad humana. E ignoramos el tictac del tiempo hasta que las bolsas para cadáveres se empiezan a llenar.
Hasta que ya es demasiado tarde.
Y ahora, para mantener los anales de nuestra historia, tan rigurosamente olvidada, estamos preparando el negocio de orquestar una catástrofe futura. Después de una revolución sangrienta por la obtención de la libertad, la plaga de la esclavitud e incluso una guerra civil aún más sangrienta y una campaña de derechos civiles a la que manejamos con perros policías, armas de gas y cañones de agua, nos ponemos otra vez en el camino hacia otra crisis social inevitable.
Esta vez estamos construyendo una bomba hombre. Y cuando detone esta bomba podría hacer que las manifestaciones raciales americanas parezcan un desfile de día de acción de gracias.
Esta era está definida por la misandria, el sistema de gobierno feminista al que muchos todavía niegan su existencia, este sistema está acercándose a su inevitable y terrible conclusión, y los resultados de este final van a generar una herida terrible en la mente del mundo occidental.
En la comunidad de los activistas por los derechos de los hombres, una minoría en su propio derecho, hemos lamentado la guerra destructiva y cruel que se ha hecho en contra de los hombres y los niños en el último medio siglo. Hemos gritado sin parar a un mundo sordo que el camino a la destrucción y hemos mirado como se hacen ciertas nuestras predicciones de que los hombres han sido reducidos a sirvientes de un matriarcado malicioso, incluso cuando la sociedad nos ignora y nos humilla por hablar.
Las palabras clave y las frases celebres no han cambiado mucho. Ahora son parte del lexico popular para aquellos que ya no estan cegados por la matriz matriarcal en frente de sus ojos. VAWA, manutención infantil, titulo IV-D, acusaciones falsas, corrupción en las cortes de la familia, fraude paternal, ataques a los hombres, culpabilidad asumida, el paradigma de hombre malo/mujer buena, disparidad salarial falsa, estadísticas de violencia doméstica falsas, favoritismo en la prensa, etc., etc. Todos estos términos y muchos más son cada vez más familiares para los hombres y mujeres que han visto a travez del odio transparente de la cultura y han llegado a una claridad en los problemas que enfrentan pero no reconocen, problemas que sufrimos, pero no hay alivio.
Algunos han reaccionado con ira, otros con odio, algunos con la justa indignación y otros con resignación y desesperanza. Pero durante estos años oscuros casi no ha existido ira pública, gracias a los beneficios de la negación humana. Para muchos hombres, siempre es el otro tipo el que es violado en las cortes de la familia. Es alguien más que termina tras las rejas por una acusación falsa de violación, algún otro desafortunado pierde su carrera y su reputación porque la cultura y el sistema legal asumen que debe de ser culpable de cualquier cosa que una mujer lo acuse.
Hemos sido una cultura de gente que sacude la cabeza, condenando verbalmente y regresando a nuestros asuntos, ciegos e indiferentes, porque no nos sucede a nosotros.
Pero hay fuerzas en juego el día de hoy que van a desatar una furia que pocos pueden comprender y que nadie quiere.
Un artículo reciente del Wall Street Journal, llamado “Conozcan al hombre no empleable”, predice que dentro de los próximos años uno de cada seis hombres entre 18 y 54 años de edad, o sea 18 millones, van a estar desempleados y no podrán encontrar trabajo
http://online.wsj.com/article/SB10001424052748703322204575226003417489846.html
Eso son 18 millones de hombres que van a tratar de buscar trabajo y no encontrarán nada; millones de otros tipos quienes alguna vez cargaron maletines o martillos y clavos, pero quienes van a convertirse en el otro tipo. Y eso es en adición a los millones de otros tipos quienes ya caminan entre nosotros.
En otras épocas, esto hubiese sido un poco de mala suerte económica la cual se superaría en épocas mejores. Pero todos los indicadores dicen que las épocas mejores no van a encontrar a estos hombres.
La ruta típica de escape para la pobreza es la educación. Pero esa ruta, para los hombres también está siendo cortada por las mismas fuerzas que son la causa del problema. Ahora los hombres son solo el 40% de los estudiantes universitarios, con los indicadores señalando que van a haber reducciones más drásticas en el futuro. La universidad, como los trabajos, van a ser muy pronto un mundo para mujeres.
Esos 18 millones de hombres con nada que hacer excepto preocuparse y quedarse parados, no se puede esperar no los notemos. Y ellos podrían empezar a darse cuenta de muchas cosas mayores que no sabían antes por que le pasaban al otro tipo.
El tictac debería sonar como truenos en nuestros oídos en este momento.
Oh, esperen un momento, alguien puede decir. Podemos evitar que esto suceda. Podemos resolver lo que le está sucediendo a estos hombres antes que la marginación y la descepción genere problemas que nadie pueda ignorar.
Podemos, pero no es probable que lo hagamos. Miren como reaccionan los centros educativos a la propuesta de estudios masculinos, una idea que buscaría algunas respuestas. Activistas de los estudios de los hombres como Michael Kimmel y el presidente de la “Sociedad Americana de Estudios de Hombres” Robert Heasley, están haciendo todo en su poder para asegurarse que los problemas de los hombres continúen. Las ideólogas feministas se muestran como profundamente ofendidas que cualquier mejora a estos problemas llegue a los hombres, y lo están probando diariamente con palabras y acciones.
http://mensnewsdaily.com/2010/02/04/michael-kimmel-defends-nomas-misandry-and-the-promotion-of-bigotry/
http://www.washingtoncitypaper.com/blogs/sexist/2010/04/08/mens-studies-too-feminist-for-you-meet-male-studies/
Los miembros del matriarcado, al igual que los terroristas sociales, se están ayudando entre ellos y guiando al gobierno hacia la explosión inevitable, y cuando esta llegue, van a ser los primeros en apuntar a los hombres, incluso a los activistas por los derechos de los hombres, por la catástrofe.
No les va a servir de nada. Por que sin importar cual final trágico tenga esto, no está en manos de los activistas de los derechos de los hombres solucionar este asunto, a pesar de nuestros esfuerzos por prevenirlo.
Cuando las calles vuelvan a erupcionar, tal y como lo han hecho tantas veces antes, estarán llenas del hombre promedio, quien nunca ha oído hablar del movimiento por los derechos de los hombres. Van a ser simplemente hombres pobres, muchos de los cuales serán pobres y sin padres debido al sistema actual, actuando por simple ira en contra de un mundo que idealiza a las mujeres, pero que los trata a ellos como parásitos sociales.
Ellos no van a estar pensando en VAWA o en las hipocresías de la violencia domestica, por que van a estar compuestos de los mismos hombres que negaron ese problema todo este tiempo.
Puede ser que veamos una revolución de impuestos o grupos de té que se violenten en cierto punto en el futuro cuando las cosas sean mucho peor de lo que son ahora. O puede que no tengan ninguna afiliación política. Pero una cosa es segura, muchos hombres desesperados no se van a quedar en silencio. Ellos van a actuar como los hombres en situaciones similares siempre han actuado a través de la historia. Y durante el procesos van a estar buscando muchas cosas que han sido ignoradas en el pasado. Van a haber volúmenes de información, ignorada por mucho tiempo, que de repente va a tener sentido para ellos de una manera peligrosa.
Felicito a los hombres porque no han llenado las calles de sangre por medio siglo a pesar de las mentiras perpetradas por ideólogas de género. Siempre ha estado en la naturaleza del hombre proteger a otros más de lo que se protegen a si mismos y han probado esto con su silencio en frente de tantos abusos constantes. Apostar a que ese silencio va a continuar cuando los hombres tienen hambre es tonto.
Es posible que nada de esto llegue a suceder. No pretendo ser un pronosticador social ni tampoco tengo una bola de cristal. Pero puedo sumar dos más dos y todavía obtengo cuatro, incluso en este mundo loco. Y yo se que cualquiera, incluso los hombres, si los atrapan en una esquina y los patean por suficiente tiempo y lo suficientemente fuerte, van a lanzar un golpe. Los 60s no fueron solo paz y amor y drogas. Fueron ciudades incendiadas y cadáveres en el piso.
Y es por eso por lo que yo escribo esto con auténtico miedo. El movimiento de los hombres, es el único escuadrón anti-bombas que tenemos, mejor será que nos pongamos al día y a la altura, pienso yo. Incluso si llegase a suceder, mejor será esperar que lo logremos antes que la sociedad en la que vivimos llegue a cero en el reloj de la bomba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario