jueves, 13 de mayo de 2010

Un experto en masculinidad escoge la castración

Hola a todos aquí Paul Elam con un episodio muy particular de una voz para los hombres. Y para empezar déjenme decirles que el titulo de este video no es una estrategia extravagante como la de un tabloide, la historia es verdadera y es tan simple como extraña.

Robert W Connell es la autoridad principal en masculinidad, nacido en Australia, sus libros han sido ranqueados como primero, cuarto quinto y sexto de los 10 libros que han tenido un impacto profundo en la teoría social en ese país.

La influencia de Connell ha alcanzado proporciones globales, haciendo que la lectura de sus libros sea obligatoria en programas de estudios de hombres internacionalmente, haciendolo ganador un estatus icónico y de una gran estima. Él es, para los estudios de hombres, lo que es Darwin para el estudio de la evolución.

Y ahora él es un ella.

A pesar de que es incierto cual fue el momento de la transformación, Robert Connell se presentó en una reunión de las universidades americanas del estudio de los hombres AMSA en el 2008 como Raewyn Connell, una encarnación reconocida legalmente del anteriormente conocido académico.

Fue un cambio impresionante que debe de haber asombrado a los que atendían la reunión, pero nadie hablo ni una sola palabra de eso. Uno podría pensar que ese silencio extraordinario fue un reflejo de la colección de hombres y mujeres iluminados y ciegos a las construcciones limitantes del género y practicando una aceptación que es reflejo de las causas a las que ellos promueven.

Pero es más probable que haya sido un tipo de silencio diferente ese día, uno de preocupación solemne respecto de las implicaciones de un experto en masculinidad quien, en la sexta década de su vida hizo que le cortasen la masculinidad como si fuese un tumor maligno.

Y las preguntas que nacen de esto son más relevantes que nunca, considerando los eventos recientes en los estudios de los hombres y la lucha de cómo se van a definir estos estudios. Necesitamos una revisión de los eventos recientes.

Estudios masculinos, una disciplina académica nueva fue anunciada el 7 de abril de este año, en el primer simposio de estudios masculinos en la universidad de Wagner en New York. Causó una tormenta de debates, la cual se expandió desde los salones de la academia hasta la blogosfera y hasta la luz de los medios de prensa.

El núcleo de la controversia es la forma en la que los estudios masculinos, una disciplina nueva, es diferente de los estudios de hombres, la versión complementaria de estudios de mujeres, las cuales son fieles alumnas de la ideología feminista. Y al examinar las diferencias entre los dos, se vuelve evidente la significancia del cambio de sexo de Connell.

Estudios masculinos, de acuerdo con su sección de “Preguntas Frecuentes”, es academia independiente sin ninguna vinculación con estudios de hombres, la cual fusionó con estudios de mujeres para formar estudios de género. Esta es una señal de liberación de la influencia feminista y probablemente es lo que está encendiendo todo este debate, de hecho lo sabemos.

Las objeciones a los estudios masculinos, las cuales están frecuentemente bordean la furia, vienen de blogs universitarios, algunos de los cuales pintan a los estudios masculinos como una tarea peligrosa. La página Web de la universidad de Conneticut declara que los estudios masculinos van a llevarnos a más problemas de género. A pesar de que el argumento fue debilitado al confundir estudios masculinos con estudios de hombres y parecían no saber la diferencia.

Los académicos envueltos en estudios de hombres han empezado a hablar en contra de la disciplina nueva, tal y como hemos visto del presidente de AMSA Robert Heasley, el cual le dijo a la revista Forbes que los estudios masculinos era una redundancia. El dijo: “Su argumento es que están inventando algo que ya existe”.

Las palabras de Heasley fueron repetidas por el doctor Michael Kimmel en un email que me envió en febrero de este año. Kimmel hablaba a nombre de la organización de hombres en contra del sexismo, una organización de activismo que apoya a los estudios de hombres. Él desaprobó a los creadores de estudios masculinos y aparentemente a mí también y dijo que no hay forma de creer que la conferencia en Wagner va a crear un campo nuevo.

Por otro lado, los que proponen este enfoque nuevo se toman una perspectiva muy diferente. Consistente con la sección de “Preguntas Frecuentes” de los estudios masculinos, los presentadores en el simposio, dejaron claro que: sin importar de que se vaya a tratar los estudios masculinos no iba a ser un programa repetido. Un conferencista del simposio e investigador de la universidad McGill. Paul Nathanson dijo que va a estar envuelta en estudios masculinos cierta crítica al feminismo, existen ciertas características de la ideología feminista en los últimos 40 años que necesitamos cuestionar. Nathanson también agregó que: “La institucionalización de la misandria, el odio hacia los hombres y niños, está siendo generada por feministas, a pesar de que no son todas las feministas.

Otra forma de interpretar lo que dijo Nathanson es decir que los estudios masculinos no van a emular ni a imitar a los estudios de hombres, pero que en lugar de eso, buscan explorar como los estudios de hombres han tenido un efecto dañino en la sociedad. Bueno, es algo así como estudiar el feminismo ¿no es así?

De todas formas, esto nos trae de regreso a la significancia del cambio de sexo de Connell. Los disidentes del feminismo hace mucho tiempo que la ideología misma es guiada por la misandria y no de un ideal de buscar la igualdad de las mujeres. Ciertamente, si examinamos de las lecturas requeridas en los estudios de hombres y mujeres, uno encuentra tantos volúmenes de odio que si fuese dirigido hacia cualquier otro grupo humano, con excepción de los hombres, jamás vería el interior de una sala de clases de una universidad.

Algo de ese odio se ve reflejado en el rechazo a la idea de los estudios masculinos y también es irónicamente evidente que en el procedimiento quirúrgico de cierta luminaria en masculinidad.

Es importante destacar que fue Connell el que creó la expresión “Masculinidad hegemónica”, una forma destructiva de la masculinidad inferida en dominar y que está intrínseca en la cultura de los matrimonios blancos heterosexuales. Subsecuentemente este modelo fue generalizado a la población masculina por feministas con la misma perspectiva sesgada y fue usada en esfuerzos por destruir la masculinidad y rehacerla para que esté de acuerdo con metas ideológicas feministas. La mayoría de las cuales son anti-hombres, anti-matrimonio, anti-heterosexual y en ciertos casos anti-blanco.

Es igualmente importante señalar que es imposible discutir una operación de cambio de sexo sin hacer referencia al desorden de identidad de género, una enfermedad mental incluida en manual de diagnostico de las estadísticas de enfermedades mentales. Los síntomas de la enfermedad resultan con frecuencia en operaciones de cambio de sexo, proveen una mirada importante a la personalidad de aquellos que son afectados por esa enfermedad mental. En la infancia, uno de los síntomas principales es la sensación de asco con los genitales de uno mismo y un deseo de deshacerse de ellos, se genera un patrón, que dura toda la vida, de rechazo del sexo con el que uno nació y un deseo persistente de tomar el rol del sexo opuesto.

Entonces, puesto que es ridículo asumir que alguien que no tenga esta enfermedad mental va a buscar una operación de cambio de sexo, se presenta la razón por la cual Raewyn Connell es un individuo el cual se encuentra afectado por esta condición.

Y esto nos pido que al menos cuestionemos la objetividad del trabajo de él o de ella, como quieras ponerlo, así como la motivación detrás de ese trabajo. ¿Es posible que un individuo odiase tanto el sexo con el que nació que desato una búsqueda para reconstruirla en algo que no le de asco? ¿Es posible que el fruto de esos esfuerzos fuesen acogidos por quienes también tengan problemas con la masculinidad tradicional? No problemas intelectuales, sino problemas interpersonales.

Y es como Nathanson sugirió: la misandria guía al feminismo en la ideología misma, al menos en los salones de la educación superior y en la sociedad. Una cosa es segura: la visión de Raewyn Connell de la masculinidad no es producto de estudios académicos, sino de la enfermedad mental. El odio patológico de un sexo en particular, en este caso el sexo masculino, y cuando esto resulta cierto de la autoridad principal de un campo cuyas consecuencias sociales son tan amplias, entonces es hora de hacer un cambio.

Esperemos que la idea de estudios masculinos no pueda ser cortada con tanta facilidad como si fuese un pene no deseado.

Y con eso concluimos este episodio bizarro de una voz para los hombres, soy Paul Elam y como siempre espero que lo hayan disfrutado, espero ver sus comentarios, tengan un buen día y nos vemos la próxima vez.

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