Hola a todos, aquí está Paul Elam, con otro episodio de una voz para los hombres. ¿Saben algo? Aparte de la gran cantidad de e-mails que recibo, los cuales no apoyan los derechos de los hombres o no apoyan mi perspectiva personal al respecto a ellos, un gran número de estos son de hombres que se toman el asunto de que otros hombres rechacen las expectativas masculinas tradicionales y se van con su propio camino. El tema común entre esos e-mails es una pequena lección de que es lo que se supone que deben de hacer los hombres lleno expresiones como: “Hijo, déjame decirte que es lo que significa ser un hombre de verdad” e instrucciones sobre ese tema, la mayoría están escritas con tanta prepotencia y autoconfianza, que el mismo John Wayne sonreiría.
Tal como dijo David Letterman sobre Jack Vinnie: “Incluso en su condición actual”, consecuentemente muchos de los e-mails que recibo de las mujeres también fallan en encontrar la idea principal, acabo de leer un e-mail de una mujer quien dice odiar mi trabajo en contra del feminismo por que ella lamenta la pérdida de los días en los que un hombre sabía como tratar a una dama. Aparentemente ella pensó que mi objeción al feminismo era el por que me prohibía ser un caballero rescata-damas, ella asumió que estoy en una cruzada por proteger mi derecho a sacrificarme por ella, como un hombre de verdad, ciertamente este es un gran malentendido, pero me permitió una oportunidad para hacer la pregunta correcta: “¿Qué tal si un hombre no quiere?”.
Cuando ya esté todo terminado, esta es la pregunta que se hace una voz creciente, no solo en el mundo de los activistas por los derechos de los hombres, sino que en el mundo de los hombres en general. Y es la primera de muchas preguntas que seguro se generarán debates tempestuosos en los años por venir. ¿Los hombres deberían de romper la tradición? Y al hacerlo ¿deberían de dejar de ser los que financien y protejan las vidas de las mujeres?, ¿deberían de dejar de pagar las cuentas en las citas? ¿deberían de renunciar el rol de “el que se gana el pan”? ¿Los hombres deberían de ser guardaespaldas biológicos en un mundo en el que las mujeres ya no necesitan esa protección?
Ciertamente, ahora vivimos en un mundo en el que los hombres necesitan protección de las mujeres. Tal y como se ve con claridad en las cortes de la familia, los lugares de trabajo, las universidades, piensen en Duke y Hofstra y con frecuencia en sus propios hogares.
Las respuestas a estas preguntas son relevantes ahora, les guste o no y para estas respuestas se requiere un escrutinio intelectual, el cual no se va a encontrar en éticas de poco entendimiento como: “Sé un hombre de Verdad”. Es más yo argumento que cualquiera que hace esas declaraciones necesita dar una mirada más profunda al mundo en el que vive. Y ayudaría el tener un entendimiento más coherente de lo que se ve en los e-mails que recibo.
Primero que todo, creo que es crítico entender que el feminismo no le quita a ningún hombre el derecho de ser un caballero rescata-damas, muy al contrario, el feminismo busca mantenerte atado y encadenado a ese rol, ya sea que tu lo quieras o no. Miren, ya es hora de que entendamos que el feminismo no es el enemigo de la masculinidad, en cambio lo que si es, es una explotación retorcida y corrupta de la masculinidad.
La caballerosidad fue un código por el cual los hombres vivían, para proteger y proveer a las mujeres y a los niños, al menos en parte. El feminismo es una ideología, cosida con gran éxito, para atarte a ese código, sin ningún beneficio tangible. Y usan el músculo masculino tradicional para que tu te sometas.
Cuando una mujer comete una acusación falsa de violencia doméstica durante el divorcio, ella va a obtener una orden de restricción sin pruebas y se llevará tus propiedades, activos, hijos e ingresos sin un juicio y sin una causa justa.
Y no va a enviar tras de ti a Jessica Valenti ni a sus hermanas, sino que van a enviar a funcionarios estatales armados de un sistema de justicia casi exclusivamente masculino, representado por policías hombres, quienes te llevarán a la cárcel, con guardas hombres.
Cuanto tu mujer se ponga violenta contigo, muy probablemente la policía va a venir a arrestarte a ti. Lo hacen bajo las instrucciones de leyes del agresor principal, las cuales voy a cubrir en otra oportunidad, pero por ahora es suficiente decir que esas leyes se traducen en: “Arresten al hombre sin importar las circunstancias”. Y los que te ponen las esposas se van a sentir como gente correcta y heroica por lo que hacen. Es crucial entender que no lo hacen por que sean feministas, sino por que son caballerosos, por que ellos saben como tratar a una dama. No son nada más que idiotas útiles, marionetas programadas genéticamente.
Es el paradigma de la caballerosidad aumentada mil veces y los hombres que hacen esto se ven a si mismos como hombres buenos cumpliendo con el rol que se supone que deben de cumplir los hombres buenos. Por otro lado, las mujeres no tienen ningún rol, a menos que ellas decidan tomarlos. Incluso entonces, ellas pueden cambiar su rol a voluntad, dependiendo si están tratando de que las promuevan en el trabajo so si están sentadas en una cita con un hombre cuando llega la cuenta. Depende si están actuando como la mujer poderosa e imparable o la pobrecita víctima, quien necesita destruir tu vida para que ella se sienta a salvo y para que ella se sienta solvente.
A pesar de todas estas declaraciones deshonestas, el feminismo y la autosuficiencia no comparten el mismo techo. El feminismo es simplemente una distorsión de la biología humana, la cual usa la femineidad para robar la vida de los hombres, sin tener que competir con ellos de manera justa y tampoco tener que dar algo a cambio de lo que toman.
Son sanguijuelas las cuales se aprovechan del mandato de los hombres de actuar con honor, es la nueva pero no novedosa doctrina de igualdad con algo más. Cuando éramos niños le llamábamos tomar la parte más grande de la barra de dulce. Excepto que ellas la quieren toda, excepto por la parte que te motivará a seguir trabajando y proveyendo de más barras de dulce.
Este no es un intento de mostrar a los hombres como víctimas de las mujeres, como he tratado de dejar claro, todo esto es permitido y mantenido por hombres que mantienen rígidamente sus roles tradicionales: “Darle a las mujeres lo que sea que pidan”. Es más de no ser por hombres que mantienen esta forma colectiva de parricidio colectivo, se hubiese destruido al feminismo hace 30 años atrás.
Los hombres de verdad no hubiesen tolerado este tipo de tonterías ni por un minuto. La conclusión de esto es muy obvia: el punto de vista tradicional, previamente temperado por la razón, había servido como la base para familias estables y niños bien criados por mucho tiempo. Es un área donde reside la esencia de nuestra sociedad y de nuestra civilización. Con esa mentalidad era razonable decirle a un hombre: cállate, se caballeroso y sacrifícate, trabaja como si los últimos 40 años nunca hubiesen sucedido.
Pero ese es el problema chicos, los últimos 40 años si sucedieron el monstruo salió de su guarida y tratar de volverlo a meterlo adentro es una perdida de tiempo noble y entupida.
No estoy diciendo que los roles tradicionales no pueden funcionar, si pueden para unos cuantos, aquellos dispuestos a buscar la tradición en un mundo que busca deshacerse de ellas. Pero es una apuesta con las posibilidades de una apuesta de las vegas y por lo tanto debería ser una elección, yo honro a aquellos que hacen que las relaciones tradicionales funcionen, pero no les doy permiso para que me apunten a mí y me digan que yo tengo que hacerlo también.
Hasta que los hombres empiecen a imaginar un mundo en el que puedan escoger lo que quieran ser, en lugar de que otros escojan por ellos, seguiremos viendo a la misandria y al feminismo apuñalarlos en la espalda con sus hermanos hombres pasándoles el cuchillo.
El camino para salir de esto es simple y claro, cuando existan suficientes hombres pagando por la cena con mujeres que ganen más que ellos y que puedan usar al gobierno para obtener todavía más; entonces habrán muchos más que digan: “Oye, espera un momento”.
Esto parece algo tan pequeño, pero en el camino de una nueva dirección para los hombres, será un paso gigante en la dirección correcta.
Bueno, eso es todo en otro episodio de una voz para los hombres, como siempre espero que hayan disfrutado de esta pequeña charla y nos veremos la próxima vez.
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