Violencia Doméstica, la simple mención de esas palabras invoca imágenes de mujeres con moretones en un letrero en la carretera y un slogan atrayente como “El Amor No debería de Doler”. Y no, yo no soy insensible con las mujeres golpeadas, mi corazón está con cualquier víctima real. El día en que vea imágenes de hombres golpeados en los carteles estaré menos propenso a sentirme ofendido que ahora que solo veo imágenes de mujeres golpeadas.
Se ponen demasiadas de esas imágenes, tal como las imágenes que se ven en televisión a las 2 de la mañana, esas de niños desnutridos a los que puedes alimentar, vestir y mandar a Harvard por 12 dólares al mes.
El mito que aceptamos respecto a esto es simple y está diseñado para las mentes simples, la violencia domestica es perpetrada casi exclusivamente por hombres en contra de las mujeres, es más, significa bandidos brutos dándole una paliza a Mery Poppins, por que ella quemó las tostadas y eso es cierto en ciertos casos muy particulares.
Pero si crees que eso define el problema al menos en una parte, entonces necesitas dejar de ver al Doctor Phil y empezar a leer libros de verdad.
Estas tonterías no salieron de la nada, es el razonamiento de las feministas y su declaración de dominación patriarcal y como eso se extiende en la familia y en el hogar. Tiene sentido, especialmente si no piensas en el tema y por supuesto no lo hicimos y la idea se esparció clamidia en una casa de gatos.
Pero ahora pensemos al respecto, te mereces un análisis más profundo que el que te dan en un comercial. Empezaré con resultados de una fuente de investigación respetable, el centro de control y prevención de enfermedades en Atlanta, Georgia. Este es el sumario de sus investigaciones publicadas en el Journal de la salud pública en mayo del 2007:
Primero que todo, casi el 20% de todas las relaciones afectivas tienen algún nivel de violencia, la mitad de esas relaciones tienen a uno de los dos siendo violento, en la otra mitad la violencia era recíproca. En las relaciones en las que la violencia era perpetrada por una persona, más del 70% de los casos la persona violenta era la mujer. ¿Entendiste eso? En todas las relaciones de ese estudio en particular, más de 7 de cada 10 abusadores eran mujeres.
Miremos con más detenimiento a estos datos cuando se trata de violencia reciproca, esta mitad es aún más interesante. El estudio concluyó que las parejas con violencia reciproca tenían una alta probabilidad de resultar en lesiones, particularmente para las mujeres, también eran un predictor de violencia futura por parte de las mujeres y no para los hombres. En otras palabras, las mujeres que se meten en violencia recíproca tienen tendencia a iniciar asaltos de violencia repetidamente, la violencia masculina tiene tendencia a ser aislada y contrario a la aserción redundante de las feministas no tiene tendencia a repetirse.
Permítanme sumariar estas conclusiones en una forma más clara: en las relaciones afectivas en las que ambos son violentos tienen probabilidad en resultar en lesiones para la mujer, esas relaciones también tienen la tendencia de que las mujeres inicien la violencia y mantengan la violencia.
Tenemos una expresión para la mayor parte de la violencia masculina en estas situaciones, se llama: “Responder el golpe”. No existe una excusa para la violencia bajo ninguna circunstancia, alguien dijo una vez, pero si existe una justificación legal y moral para la autodefensa. En todo caso es un juicio que se hace después de se recibe un ataque, dejaré que la persona que me ataque, para que tome una decisión si responder el golpe es justificable o no.
Es muy justo mencionar que este estudio no puede ser generalizado a toda la población por razones metodológicas y es muy fácil refutar a un solo estudio, incluso si es de una fuente confiable. ¿Y que? Bueno, miremos a 100 estudios más.
El Profesor John Archer es un psicólogo de la universidad de Lancashire Central y el director del grupo de agresión en la misma universidad. En su análisis de 100 estudios británicos y americanos concluyó que las mujeres tienen más tendencia a iniciar violencia en sus relaciones afectivas y tienen más tendencia a ser agresivas con más frecuencia. También enfrenta el mito de que las mujeres solo son violentas en autodefensa al reportar que el 29% de las alumnas universitarias admitió atacar físicamente a sus novios cuando no percibían ni una sola amenaza.
Yo sé que esto no va a convencer a las feministas ni las va a convencer cientos de estudios más, pero mirémoslos en todo caso.
El profesor Martin S Fiber del departamento de psicología la universidad de California State condujo un análisis de 249 investigaciones académicas, 194 estudios empíricos y 55 revisiones respecto a la violencia doméstica. La muestra agregada y el tamaño de la población analizada es de más 250.000 personas. ¿Cuáles fueron las conclusiones de Fiber? “Las mujeres son tan físicamente agresivas o más agresivas, en las relaciones afectivas, que los hombres.”
Si piensas que los incidentes de Violencia de Mujeres en contra de los hombres son compensados por el hecho que las mujeres sufren más lesiones en manos de los hombres, te equivocas. Hay mucho conflicto respecto a esto en los estudios, algunos dicen que las mujeres están en mayor riesgo de lesiones y otros dicen que los hombres están en mayor riesgo.
Si analizamos la bibliografía de Fiber, la cual cubre un enorme grupo de estudios, hay muchos más estudios que muestran que las mujeres tienen una tendencia mayor a la de los hombres de lastimar a sus parejas, incluso con el uso de armas.
¿Hay estudios que contradicen estos hallazgos? Por supuesto que si. Pero hay un cuerpo de evidencia lo suficientemente significativo como para dejar en claro tres cosas.
1. La violencia doméstica no es un producto del género. Atribuir que exclusivamente un género lo hace en contra del otro no solo es falso sino que reduce los esfuerzos para enfrentar el problema.
2. La sociedad está muy mal informada respecto a la naturaleza, orígenes y realidades de la violencia doméstica y
3. La mayor parte de nuestros manejo político y legal de la violencia domestica se basa en los mitos y no en las realidades, llevándonos a poner nuestros recursos en la mitad del problema
Como en tantas otras cosas, hemos demostrado una tendencia cultural a rehacer la realidad, incluso llegamos a aceptar mentiras cuando la verdad del sexo débil no las hace lucir tan débiles.
Alguna gente de buenas intenciones dirá “bien, enfoquémonos en enfrentarnos a los abusados y los abusadores sin importar el sexo” Pero les diré que las cosas no son tan simples.
Actualmente Richard Gellis es el decano de en la universidad de Pennsylvania y tiene un lugar especial en la asociación Joan y Raymond de bienestar infantil y violencia intrafamiliar en la escuela social y práctica. Es un experto reconocido internacionalmente de violencia doméstica y fue muy influyente en la aprobación de VAWA y en la acta de salvar a la familia en 1997. Gellis escribió respecto a su trabajo con Susan Stein y Mery Straus “La respuesta a nuestro descubrimiento de que la tasa de violencia femenina contra el hombre era igual a la tasa de violencia de hombre contra la mujer, no solo produjo criticas académicas, sino que produjo una serie de ataques personales intensos” Los tres recibieron amenazas de muerte, los centros donde estaban supuestos a presentarse recibieron amenazas de bombas.
En mi opinión hacer amenazas terroristas de bombas y asesinato son formas muy extrañas de protestar que te llamen violenta ¿o será idea mía?
Regresando a la evidencia, sería fácil discutir que la violencia doméstica es un problema femenino más que un problema masculino. Después de todo hay muchos estudios que apoyan tal conclusión. Pero eso sería tan inútil como el paradigma actual y podría resultar en que mi auto explote la próxima vez que lo encienda.
De modo que a los que me griten que deje de molestar a las mujeres y saque al género fuera de la ecuación, eso es exactamente lo que estoy haciendo. Y eso es lo que te pido que hagas. Si realmente crees que toda la violencia es mala y no debería de ser tolerada, entonces aquí está lo que puedes hacer para probarlo: escríbele al vicepresidente Biden y pídele que ponga fin al acta de la violencia en contra de las mujeres, la ley que el creó y que pone millones de dólares para víctimas mujeres, pero deja fuera a todos los hombres. También los hombres son lastimados por la violencia doméstica, 835.000 cada año en USA solamente.
Empieza a hacer que los refugios para violencia domestica sean castigados cuando no tienen programas para hombres, la incapacidad de hacer esto es sexismo institucionalizado y tiene que cambiar.
Confronta a la policía y a los fiscales por sus acciones, cuando un hombre es atacado por su pareja mujer y este hombre llama a la policía tienen una gran probabilidad de ser arrestados sin importar las circunstancias. Se debería de ayudar a las víctimas hombres y no arrestarlos ni encarcelarlos ni marcarlos.
Asegúrate de expresar tus objeciones y boicotea a anuncios publicitarios como los de Pepsi y Federal Express que usan al golpear a los hombres como una broma en sus publicidades.
Cuando veas o escuches un anuncio público que diga algo así como: “Una mujer es abusada en su hogar cada 15 segundos”, date cuenta que en realidad esto es un engaño público, una media-verdad basada en favoritismos ciegos e indiferencia a la victimización de los hombres.
Esos son unos puntos para empezar, pero puedes reconocer públicamente algo que muy pocos saben: “La Violencia Doméstica no tiene nada que ver con el sexo con el que naciste, nunca ha tenido nada que ver.” La desinformación es una forma muy pobre para enfrentar las enfermedades sociales, de hecho tan solo genera más enfermedades sociales.
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